El ICASS contactará con los 4.000 usuarios de ayuda a domicilio para identificar sus necesidades

El Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) del Gobierno de Cantabria contactará telefónicamente, a partir de este lunes, con las cerca de 4.000 personas dependientes beneficiarias de los servicios de Ayuda a Domicilio, Teleasistencia y Centro de Día, con el objetivo de identificar sus posibles necesidades y trasladarles un mensaje de calma tras la declaración del estado de alarma.

Así lo ha anunciado la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, quien ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para “extremar las precauciones” con las personas mayores, que “son el colectivo más frágil ante el virus”.

“Por ellos, por ti y por todos, quédate en casa. La mejor vacuna eres tú”, ha manifestado la consejera tras hacer hincapié en la importancia de seguir las recomendaciones de Salud Pública para evitar la propagación del COVID-19.

En las llamadas, que se realizarán a través del personal público y de las empresas adjudicatarias de los servicios, se detectarán las necesidades que puedan tener las personas dependientes que no cuenten con recursos en su entorno familiar, como puede ser el abastecimiento de alimentos.

También se les explicará lo que supone la declaración del estado de alarma y las recomendaciones de Salud Pública, como las de evitar los contactos sociales o lavarse las manos repetidamente.

Estos contactos se realizarán “de forma periódica” para prestar también apoyo anímico y evitar la sensación de soledad o indefensión que puedan sentir en un momento como el actual.

En Cantabria hay unas 2.100 personas dependientes que reciben del ICASS el servicio de Teleasistencia; 1.400 el servicio de Ayuda a Domicilio y 1.900 el de Centro de Día.

En una reunión en la que han participado la directora del ICASS, María Antonia Mora, los cuatro subdirectores y el director de Políticas Sociales, Julio Soto, el equipo directivo de la Consejería también ha acordado suspender los nuevos ingresos previstos en centros residenciales y la prestación de la ayuda a domicilio, salvo en aquellos casos en los que se considere necesario para cubrir las necesidades de vida diaria.

Esta medida busca, por un lado, limitar las posibilidades de que una persona que en la actualidad no reside en centros de mayores pueda contagiar a los residentes y, por otro, evitar contactos sociales que sean innecesarios en el contexto actual.

No obstante, la consejera ha subrayado que se reconocerán ambos derechos y se prestarán en caso de que las circunstancias individuales de la persona lo requieran.

Por otro lado, Álvarez ha anunciado que el ICASS y la Dirección General de Políticas Sociales van a recabar todos los datos personales y teléfonos de contacto de las personas mayores con plaza residencial, tanto pública como privada, así como de los menores que se encuentran en la red de acogimiento residencial. Todas las medidas se han incorporado a las tareas de coordinación del Gobierno.