Cabezón de la Sal creará una comisión de seguimiento que informe de cada paso del proyecto de la planta de biogás
La Coordinadora contra la planta de biogás de Cabezón de la Sal ha acordado con el equipo de Gobierno municipal (PRC-PSOE) crear una comisión de seguimiento del proyecto que permita informar a las partes afectadas de cada uno de los pasos que se den en torno a la instalación de esta planta.
Por tanto, un mes después de que la Coordinadora solicitase la reunión con el Ayuntamiento, el encuentro se ha producido este viernes y, tal y como han afirmado desde el colectivo, “con muy buena predisposición” por parte de los políticos. Cabe recordar que este viernes era el día fijado por este grupo de vecinos para realizar una concentración en el Consistorio en la que se presionaría al equipo de gobierno para que tuviera lugar la asamblea. La idea inicial se basaba en que cada uno de los asistentes presentase una solicitud de reunión en el Ayuntamiento y así se lograse la cita que finalmente se ha producido sin tener que recurrir a la convocatoria.
No obstante, el primer paso para que se termine de crear dicha comisión comenzará cuando el alcalde de Cabezón, el regionalista Víctor Reinoso, traslade a los grupos de la Corporación municipal la petición del colectivo. Sobre ello, desde la Coordinadora “esperan” que todos los partidos acepten la petición y así este órgano se convierta “muy pronto” en una realidad, ya que de momento solo se trata de un acuerdo verbal.
La cita ha tenido lugar en el salón de plenos con la presencia de los representantes del equipo de gobierno y de cinco integrantes de la Coordinadora, y ahí, además de establecer la creación de este órgano que traslade cada uno de los movimientos de la empresa promotora Biogenera, la agrupación también ha solicitado que se celebre un Pleno en el que se debata y se declare el posicionamiento del Ayuntamiento respecto a las plantas de biogás.
Asimismo, desde la agrupación recuerdan que además de conocer lo que ocurre con el proyecto, la idea de esta comisión es que ese flujo directo de información les permita actuar “inmediatamente” para realizar las alegaciones pertinentes. Desde el equipo de gobierno han solicitado “ayuda técnica” a la Coordinadora para que desde el Ayuntamiento también puedan recurrir de forma “bien argumentada”. Sobre ello, ambas partes han decidido que buscarán profesionales adecuados que analicen el proyecto de la planta de manera “especializada” ya que la “complejidad” del asunto así lo requiere.
Una energía “verde” que no convence a los ecologistas
Este periódico ya contó en octubre la apuesta del Gobierno autonómico por embarcarse en lo que parece ser una nueva 'burbuja' de las energías renovables. Así, tras intentar arrancar más de una treintena de parques eólicos y de expresar públicamente la “necesidad” de los parques, la comunidad tiene encima de la mesa al menos seis proyectos de biogás a lo largo y ancho de Cantabria. Estas industrias, que se dedican a transformar desechos orgánicos como los purines del ganado o los restos de la industria alimentaria en gas renovable, están generando rechazo social allí donde han comenzado a avanzar en su tramitación, creando coordinadoras contra la planta e incluso convocando concentraciones y protestas.
Uno de estos casos es el de Cabezón de la Sal, una localidad que a mediados de agosto descubrió el proyecto al salir publicado en el BOC aunque este se llevaba fraguando desde 2016, tal y como confirmaron más tarde desde la agrupación. Pero además de la ocultación de información, a la negativa de la Coordinadora para lanzar estos proyectos se unen los riesgos que supondría para el municipio la puesta en marcha de esta planta: “Afectaría a la hostelería y al comercio, dos de las principales vías de ingresos de Cabezón”, anunciaba el portavoz, Jesús Vélez, hace unas semanas. Y es que, según revelaban, lo más llamativo de estas plantas es el “hedor” que emiten, que puede llegar a alcanzar un radio de siete kilómetros dependiendo de la climatología y el viento.
De igual forma, Vélez explicó a elDiario.es que, a pesar de que el biogás se “vende” como una energía “verde”, también genera “otro tipo de contaminación” que se produce al hacer acopio de las 100 toneladas de purín que se requieren para que la industria funcione. Un acopio que en el caso de Cabezón conllevaría que varios camiones tuviesen que desplazarse por toda Cantabria para obtener el alimento que estas plantas se encargarán de convertir en biogás.
“Biogenera tendría que tener acuerdos con los ganaderos o permitirles participar en el proyecto, pero cuando les hemos preguntado que qué van a hacer no nos saben contestar porque todavía no lo han debido pensar”, ironizaba Vélez en declaraciones a este periódico. Este tipo de contaminación sumado a lo perjudicial que resultaría para la flora y la fauna han provocado que desde asociaciones como Ecologistas en Acción se muestren contrarios al proyecto.
Por último, conviene enfatizar que la planta aún no cuenta con el visto bueno medioambiental por los estándares tan precisos que requiere una industria de tal envergadura en lo que se refiere a evitar las contaminaciones accidentales o las filtraciones.
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