Almagro acoge la edición “más amplia, abierta y plural” de su Festival de Teatro Clásico
Bajo el lema 'Soñemos, alma, soñemos otra vez', un verso extraído de 'La vida es sueño', de Calderón de la Barca, ha arrancado la 41ª edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, en la provincia de Ciudad Real. Hasta el próximo 29 de julio se puede disfrutar en la localidad de los grandes títulos del Siglo de Oro, así como de otros menos conocidos. En el diarioclm.es charlamos con Ignacio García, director del Festival, desde el pasado mes de octubre, que asume su primer año al frente de esta importante cita cultural con mucha ilusión y con ganas de que el público disfrute de toda la programación.
¿Qué destacaría este año del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro?
Hay una visión más amplia, más abierta y más plural del Siglo de Oro. Ahora caben más cosas que antes no han cabido en Almagro. Cabe el drama, la comedia, el auto sacramental, la mística, la picaresca, la música o la danza. También cabe el Siglo de Oro americano, que este año está representado por Colombia como país invitado, pero también con espectáculos y textos escritos en México, en Argentina o en Ecuador.
También es más amplio que nunca porque abrimos el Siglo de Oro a la mirada femenina, a las autoras que escribían textos en el siglo XVII, y también hemos firmado un acuerdo muy importante para derribar la barrera de la discapacidad, para ser un Festival cada vez más accesible y más inclusivo.
Lo que destacaría del Festival en esta edición es que nadie se queda fuera, todas las visiones del Siglo de Oro caben, y que todos los espectadores que quieren disfrutar de un Festival como una gran fiesta de nuestra comedia, de nuestra drama y de nuestro pensamiento del Siglo de Oro, van a encontrar su oferta adecuada y su espectáculo perfecto.
¿Qué novedades destacaría con respecto a la edición anterior?
Destaco la presencia de la Compañía Nacional que es más intensa y más masiva que nunca con 28 representaciones de cinco espectáculos diferentes. También la presencia muy superior del país invitado, en este caso de Colombia, que durante los cuatro fines de semana del Festival va a tener representación.
También otra de las novedades es que hay dos espacios nuevos, el Palacio de los Oviedo y el Silo Municipal que acoge el Almagro Off, el Festival de nuevas miradas sobre el Siglo de Oro, un espacio formidable, con un escenario espléndido, con un gran aforo para más de 200 espectadores y muy accesible desde el centro de Almagro y que ayuda a dar esa visión de los nuevos creadores y también la visión diferente del Siglo de Oro de un público más urbano y juvenil.
¿Cómo ha sido la evolución del Festival a lo largo de estos años?
Creo que en estos 40 años el Festival ha evolucionado de la mano del país, se ha ido haciendo más abierto y más plural y más respetuoso con las diferencias. Si uno ve las fotos de las Cortes del año 78, la mayoría eran hombres, la mayoría vestían de negro, llevaban gafas oscuras, y era todo bastante uniforme. También la manera de interpretar el Siglo de Oro en el año 78 era bastante uniforme y era muy masculina.
Yo creo que cuando uno ve una foto del Congreso de los Diputados hoy en día hay muchas más mujeres, hay gente que viste de una manera y de otra, hay diferentes maneras de comprender el mundo, y el Siglo de Oro ha vivido esa misma evolución. Hoy en día el Siglo de Oro hay quien lo hace en hip-hop, en rap, o lo hace bailado, o con teatro físico del cuerpo, o lo hace en otro idioma y eso es una gran evolución, porque hemos conseguido romper los límites del Siglo de Oro y eso permite que ningún artista ni ningún espectador se quede fuera de lo que nosotros entendemos que es el Siglo de Oro.
¿A qué publico va dirigido este Festival y su carácter internacional en que lo vamos a notar?
El carácter internacional, que es sobretodo americanista, lo vamos a notar en miradas que tienen que ver con esa juventud rebosante del teatro americano. En México, como en Argentina, hay grandísimos actores que son muy valientes que interpretan el verso de una manera que a veces nos puede parecer un tanto salvaje pero muy valiente.
También tenemos espectáculos para el público infantil donde van a ver desde los cuentos clásicos al Quijote con miradas absolutamente diferentes. La visión internacional lo que intenta también es derribar barreras y hacernos entender que las miradas sobre nuestros clásicos pueden ser variopintas, y como desde otros sitios leen a Cervantes o leen a Calderón con otros referentes sociales y con otra manera de comprender el mundo.
¿Por qué ha sido Colombia el país invitado en esa edición?
La decisión del país invitado tiene que ver con dos parámetros, que sea un país donde se cuida el Siglo de Oro, y donde hay grandes artistas y también un país que tenga una voluntad de estar presente y una voluntad política de hacer un muestrario de lo mejor de su teatro en Almagro.
De Colombia vienen espectáculos de teatro pero también viene música. Lo que queremos es que cada año el espectador que viene a Almagro conozca mejor uno de los países que era territorio del Siglo de Oro. Se extendía en toda la América Virreinal, que era parte del territorio hispanohablante con 500 millones de hispanohablantes y a veces son grandes desconocidos los países de América y queremos que Almagro sea la puerta de entrada de los espectadores a conocer un poco mejor, en este caso Colombia, pero en el futuro a otros países.
Hace unos meses fue nombrado director del Festival. ¿Cuál es su balance en este tiempo que lleva en el cargo?
Mi balance es que Almagro es un Festival queridísimo por la profesión y por los artistas y que todo el mundo quiere venir a Almagro. La gente quiere mostrar el Siglo de Oro en Almagro, porque saben que no hay un sitio mejor en el que representar a Lope, a Calderón o a Tirso, y la sensación es que cada año vamos a poder ir desafiando los límites del Siglo de Oro y haciendo que cada vez entre más miradas desde la infantil, desde América, desde Europa, desde otros creadores de otras latitudes también españolas para que cada vez el espectador se sienta más identificado con lo que ve.
¿Cómo se hace para mantener el interés de la sociedad por el Siglo de Oro?
El público de Almagro es un público muy fiel y el que ha venido quiere repetir porque sabe que la experiencia en Almagro va más allá de la representación teatral. Para el público que no lo conoce estamos haciendo un gran trabajo para intentar que conozcan el Corral de Comedias, que conozcan lo que la Compañía Nacional de Teatro Clásico hace en Almagro, que conozcan la gran oferta que es venir, comer y después asistir a una representación en un espacio único.
Pero las cifras avalan el interés de la ciudadanía por el Festival y confíamos este año seguir suscitando el mismo interés.
Este año el Festival va a contar con varios espectáculos inclusivos para personas con discapacidad. ¿Cómo se hace una edición accesible?espectáculos inclusivos
Todos los espacios del Festival son accesibles para personas con movilidad reducida. Si la persona que viene tiene discapacidad visual puede disfrutar del espectáculo con audio-descripción pero al mismo tiempo hacemos algunos paseos táctiles para que antes de asistir a la representación, puedan tocar la escenografía, vestuario o incluso conversar con los actores de modo que cuando asisten a la representación la disfrutan mucho mejor.
En el caso de la discapacidad auditiva lo que hacemos es o un bucle magnético para que estas personas puedan escuchar el sonido de la obra de teatro de una forma nítida mediante la utilización de un sistema de bucle individual o el servicio de sobretitulado que permite a las personas con discapacidad auditiva un seguimiento más completo de la acción.
En cuanto a la presencia inclusiva de artistas, lo único importante es que nosotros no tengamos límites mentales de pensar que un actor por ser ciego o de un cantante por ser ciego va a cantar peor o va actuar peor, porque muchas veces nos sorprenden y nos demuestran que tienen formas de entender el mundo y de trasmitirlo totalmente conmovedoras y trascendentes. De manera que a veces somos nosotros los que tenemos la discapacidad para entender y queremos que Almagro sea un ejemplo para el mundo de un lugar en el que no existen esas barreras.
¿Qué le ha quedado pendiente en esta edición?
Nos gustaría que cupiesen más países de América Latina, nos gustaría que hubiese más presencia de autoras que no han podido estar este año, nos gustaría que algunos artistas que aún no se han atrevido a hacer verso se atrevan a hacerlo, y que algunos que lo han hecho hace muchos años lo vuelvan a hacer.
¿Cómo animaría a la gente a que asista al Festival?
Les diría que es una experiencia única, que no tiene ver solo con el teatro, que tiene que ver con la cultural en general y con la vida, para cualquier persona que le gusta la música, la danza, la poesía o cualquier expresión del alma humana.
Venir a Almagro es disfrutar de un municipio ejemplar, cuidadísimo, que tiene un patrimonio histórico-artístico excepcional, donde hay muchas representaciones gratuitas en la calle, donde hay exposiciones gratuitas para entender mejor el teatro barroco, donde se come muy bien y después se puede cerrar el día viendo una representación teatral en un espacio que lleva 390 años como el Corral de Comedias. Es una experiencia única y ánimo al público a que lo viva en persona.