Dejar morir a la comarca de Almadén que surtió de mercurio a un tercio de la humanidad
Las minas de Almadén, en la provincia de Ciudad Real, consideradas las más abundantes y ricas en cinabrio del mundo, han producido aproximadamente la tercera parte del mercurio que ha necesitado la Humanidad, según cuenta Rafael Gil Bautista en una tesis de la Universidad de Alicante titulada ‘Almadén y sus minas de Azogue en el siglo XVIII’.
Su explotación se remonta a la época romana -en general la Península Ibérica fue el distrito minero “más y mejor explotado por ellos”, dice Gil Bautista- aunque no hay documentación fehaciente sobre las minas de Almadén hasta la Edad Moderna, entre los siglos XV al XVIII.
Fueron 2.000 años de explotación del azogue (un término árabe que se refiere al mercurio), hasta que en 2003 se decretó el cierre de la actividad en las minas más antiguas del mundo.
Hoy, lo que fueron instalaciones del parque minero, los pozos y el resto de edificios están inscritos en la lista de Patrimonio de la Humanidad con el nombre de ‘Patrimonio del Mercurio. Almadén e Idrija’.
Pese a su importancia histórica, en esta comarca de Ciudad Real han pagado caro el precio del monocultivo económico. En la actualidad es una de las zonas más deprimidas de Castilla-La Mancha. En lo económico y en lo demográfico porque la “reindustrialización” comprometida en un contrato público no termina de llegar.
Nada más iniciarse el siglo XXI en Almadén ya sabían que la actividad minera estaba condenada. La Unión Europea iba a prohibir, con horizonte 2011, la extracción y comercialización del mercurio. Uno de los primeros pasos se dio en el año 2002 cuando se firmó un acuerdo entre CCOO, UGT, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y Minas de Almadén y Arrayanes S.A. (MAYASA) suscribiendo un Plan de Empresa que, entre otras cosas, redujo el número de trabajadores de 264 a 77 y que incluía un futuro convenio con el Ayuntamiento de Almadén para el desarrollo de la comarca una vez que se completara el cierre.
Ese convenio, en forma de contrato público, fue aprobado por la SEPI el 30 de septiembre de 2005 y firmado en octubre de ese mismo año. Quería ser el compromiso para reindustrializar la comarca y conseguir “el impulso de proyectos industriales y turísticos capaces de generar actividad y empleo”.
El plan contemplaba medidas claras que no se han cumplido: la urbanización del parque empresarial ‘Eras de Barbudillo’ en la Dehesa de Castilseras, la captación de empresas que vinieran a paliar la pérdida de empleo con el cierre de las minas o reconvertir el antiguo ‘chalet del director’ y el ‘chalet del consejo’ de MAYASA en establecimientos turísticos .
Casi dos décadas después, la prometida reindustrialización es agua de borrajas. Y eso que el acuerdo contemplaba la creación de una Comisión Paritaria para hacer seguimiento del cumplimiento del plan. Las instalaciones mineras pueden visitarse, están abiertas al turismo, pero eso no basta. Además, el parque minero acaba de recibir el sello de Patrimonio Europeo que se otorga a lugares que han desempeñado un papel importante en la historia y la cultura de Europa.
La plataforma ciudadana ‘Forzados de Almadén’ acaba de denunciarlo por enésima vez. Todavía se recuerda el encierro que protagonizaron en agosto de 2019. Siete hombres y cuatro mujeres de diferentes profesiones, edades y originarios de los pueblos de la comarca de Almadén se encerraron en la primera planta de la histórica mina de mercurio de la ciudad. Querían recrear la protesta de 11 mineros ocurrida 35 años atrás, en 1984. Si entonces los mineros protestaban por sus pésimas condiciones laborales, en 2019 quisieron mostrar a una comarca castigada por el paro, la desindustrialización y la poca calidad de los servicios públicos. Y así siguen.
El nombre del colectivo ‘Forzados de Almadén’ tiene mucho que ver con el siglo XVIII, cuando la demanda de mercurio y de trabajadores era tal que presos e incluso vagabundos eran ‘forzados’ al trabajo en las minas. Siglos después los vecinos del municipio se verían de nuevo obligados. Tuvieron que enterrar su modo de vida por cuestiones medioambientales y de salud (la toxicidad del mercurio es alta) y hasta hoy sin alternativas económicas.
Ahora, el detonante de la nueva protesta ha sido una reciente reunión mantenida entre la alcaldesa, Mª Carmen Montes y la SEPI. “Hay un contrato firmado con Almadén desde 2005 que tienen que cumplir. Si esto hubiera ocurrido con una empresa privada seguro que se hubiera visto en un juzgado, pero claro, hablamos de SEPI y no pasa nada”, recuerda Manuel Trujillo, portavoz de la plataforma ciudadana.
“Nunca se hizo el polígono a pesar de que el presupuesto llegó a estar incluido en los Presupuestos Generales del Estado. Las cosas en nuestro territorio nunca se llegan a materializar. O porque cambia el gobierno, o por lo que sea”, asegura Trujillo, quien recuerda que “la zona ha sido de monocultivo como única forma de subsistencia y hay que revertirlo porque si no, nos quedamos en el agujero. Se están burlando de este territorio y tenemos que levantar la voz y subir el tono”.
La SEPI es una de las empresas públicas que depende del Ministerio de Hacienda. Mª Carmen Montes es la alcaldesa de Almadén y recuerda que “ya son 17 años sin ningún movimiento. No queremos ir por las bravas. Cada uno debe asumir su responsabilidad porque está firmado”, pero reconoce que a un pequeño ayuntamiento le resultaría muy complicado enfrentarse al Estado. “Es que es Hacienda y los abogados que nosotros podemos tener son mínimos”. Hoy el municipio tiene poco más de 5.000 habitantes y, reconoce la alcaldesa, escasos recursos económicos.
La alcaldesa recuerda que “la SEPI se comprometió a diversas actuaciones y solo hizo algunas. Ahora hemos pedido que nos digan qué tienen previsto hacer y que, si no puede hacerse lo que se firmó, que se vean otras opciones. Hemos llevado propuestas. Nos dijeron que contestarían en marzo y todavía no lo han hecho”.
Necesitamos algo para que el pueblo se siga moviendo. Y que lo que nos den tenga beneficio real y lo tenga ya. En horas, en días. Que no nos digan ‘podemos hacer’ porque llevamos 17 años pudiendo
Hasta la fecha, el único compromiso de la SEPI, tras 17 años sin cumplir el contrato con el Ayuntamiento es que “van a hacer un estudio”. La interlocución es complicada. La alcaldesa, jubilada, sin retribución económica, pero “con un 65% de apoyos” en las últimas elecciones en las que ganó el PSOE, reconoce sentirse molesta. “Nos han dicho que quieren reunirse con el presidente de la Comunidad Autónoma. La verdad es que no me ha sentado bien. García-Page nos representa a todos, pero el convenio se hizo con el Ayuntamiento y creo que soy yo la que debe reunirse. He pedido otra reunión para saber si no quieren que sea la interlocutora porque tengo que dar respuesta a mi pueblo”.
Fuentes de la Presidencia de Castilla-La Mancha consultadas por elDiarioclm.es explican que, de momento, la reunión entre Emiliano García-Page y la presidenta de la SEPI, Belén Gualda, no está prevista. Almadén tampoco es destinataria de los ‘proyectos prioritarios’ del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Por su parte, la SEPI asegura que “está analizando todos aquellos proyectos que puedan resultar de interés en el marco de actividad de MAYASA”, a preguntas de esta redacción y ofrece una respuesta tipo, casi de argumentario y muy similar al que viene manteniendo en las últimas dos décadas. “MAYASA está centrada en el fomento de proyectos industriales, turísticos y culturales, así como en promover un impacto económico, social y medioambiental positivo en Almadén y comarca. En ese sentido, SEPI y MAYASA continúan trabajando conjuntamente en la búsqueda de nuevas oportunidades de futuro”. Sin más concreción.
“Vemos que los años pasan y necesitamos algo. No hablamos de traer una empresa de 2.000 trabajadores, pero sí negocios que permitan que el pueblo se siga moviendo. Y que lo que nos den tenga beneficio real y lo tenga ya. En horas, en días. Que no nos digan ‘podemos hacer’ porque llevamos 17 años pudiendo”, replica la alcaldesa de Almadén.
Mª Carmen Montes dice que su ayuntamiento pondrá todas las facilidades. “Si no nos pueden ayudar económicamente, les hemos dado opciones para que se beneficie el pueblo entero, incluida la empresa MAYASA. No queremos castillos en el aire, sino cosas palpables y que las pongan en marcha. No podemos estar esperando y esperando...¿A qué?”, insiste.
La alcaldesa se muestra de acuerdo con la plataforma vecinal. “Forzados de Almadén lleva razón. No puedo quitársela”, pero pide paciencia y confianza para no crear “falsas expectativas”.
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