“Hay una medida a tomar ya y es la supresión del trasvase Tajo-Segura”
- Según el profesor universitario José María Bodoque, miembro del proyecto europeo AGUAMOD, que ayudará a cubrir “lagunas” de gestión del agua en España
“En el Tajo hay una medida que habría que tomar ya y es la supresión del trasvase”. Así lo asegura José María Bodoque, profesor de geología y recursos hídricos en la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM).
Recuerda el investigador que la Directiva Marco del Agua ya obligaba en 2015 a que todas las masas de agua del territorio europeo estuvieran en buen estado ecológico. “Eso en el Tajo es imposible al menos en su tramo medio, que está en muy mal estado y no va a mejorar mientras el agua que se trasvasa a la cuenca del Segura no circule por el río”.
La cuenca del Tajo, añade, tiene un segundo handicap que pasa por satisfacer las demandas de agua de Madrid y su área metropolitana, donde viven casi siete millones de personas y es uno de los principales polos industriales del país. “El trasvase no puede seguir funcionando como lo está haciendo”, insiste.
Considera “evidente” que en la cuenca del Tajo “hay un problema no solo por las demandas de agua potable, de la agricultura o la industria, sino también por la demanda ecológica del río”. Por esta razón ve “inviable” que el trasvase Tajo-Segura siga hoy operativo y lo califica de “problema” con dos claras derivadas.
Por un lado, tilda de “injusticia” que en algunas zonas de Castilla-La Mancha “haya cortes de suministro y tengamos problemas de acceso agua, cuando la tenemos”, mientras que en el Segura “se jactan de haber aumentado la superficie de regadío”. Por otro, el profesor universitario recuerda que en la cuenca del Segura “ha habido mucha gente que ha invertido importantes cantidades en regadío asumiendo que iba tener acceso al agua”.
En su opinión, “es labor de los políticos trabajar y llegar a un acuerdo en el que se concilie el acceso al agua en el Segura, vía desaladoras o como sea y, por otro, que Castilla-La Mancha optimice su disponibilidad de recursos hídricos y que el tramo medio del Tajo mejore su estado ecológico”.
Resultados a incorporar en el Pacto del Agua para cubrir “lagunas” de gestión
Bodoque trabaja actualmente en el proyecto AGUAMOD que está coordinado por el Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia, tiene carácter transnacional, abarca el denominado ‘territorio SUDOE’, acrónimo de ‘sudoeste europeo’ y engloba al tercio sur de Francia, España, Portugal, Andorra y Gibraltar. A través de este proyecto se creará una plataforma que proporcionará herramientas de ayuda, para escenarios complejos en el horizonte 2050, y dará información “sólida y localizada” sobre el clima, la hidrología, los usos del suelo y del agua y sus modos de gobernanza.
“Vamos a ayudar a que Europa, España y, en especial Castilla-La Mancha disponga de una herramienta que le permita demostrar que hay escasez de recursos hídricos”, señala el profesor. Y lo harán, añade, poniendo datos sobre la mesa “con criterio científico-técnico”. Miembros del proyecto, incluida la UCLM, mantenían hace unos días un encuentro con Concepción Marcuello, subdirectora adjunta en la Subdirección General de Planificación y Uso Sostenible del Agua del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En primavera le presentarán conclusiones y resultados concretos.
“Me atrevo a decir que estos resultados pueden aplicarse al Pacto Nacional por el Agua porque este proyecto es muy ambicioso y cubre algunas de las lagunas a las que se enfrentan tanto la Dirección General del Agua como las confederaciones hidrográficas”. Unas carencias que, explica el investigador, tienen que ver tanto con la valoración económica del recurso del agua como con la caracterización de los servicios ecosistémicos.
“Se pueden ofrecer herramientas muy válidas a los gestores del agua”. Eso incluya a la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha desde donde, por cierto, se acaba de anunciar el impulso de una Comisión Regional de Sequía, para trabajar de forma “unitaria” en la defensa del agua.
Establecer “modelos” para facilitar la gestión del agua e informar a los ciudadanos
La UCLM tiene un “peso importante” en el proyecto AGUAMOD. Se trata de establecer “modelos” en torno al recurso hídrico, incluyendo aquellos derivados del cambio climático. El papel de esta universidad se centra en definir la disponibilidad de agua en la cuenca del Tajo, tanto en la vertiente española como portuguesa, en la cuenca del Duero y en la del río Segura. Estos modelos deberán estar terminados el próximo mes de julio en una reunión que se celebrará en Lisboa.
Se trabaja con recursos de agua superficiales, sin entrar en los acuíferos. Además, la institución académica castellano-manchega se encargará también de “la evaluación económica del recurso agua”, por ejemplo, cuánta y cómo se utiliza en el sector agrario. Incluso se analizará el uso del suelo en Castilla-La Mancha para determinar la situación hídrica regional.
Además, AGUAMOD puede contribuir a mejorar la percepción que tiene el ciudadano castellano-manchego de la gestión del agua. “La plataforma que se pondrá en marcha ayudará a conocer cómo es la gobernanza y la disponibilidad de agua en las distintas cuencas y cómo se distribuye o se satisface la demanda. Habrá cartografías que servirán de herramientas de comunicación para que el ciudadano sepa en qué zonas hay déficit y cuáles son excedentarias”.
Un indicador del interés que representa este proyecto, señala Bodoque, es “la cantidad de actores que lo apoyan” en España (tanto el Ministerio de Medio Ambiente, como las confederaciones hidrográficas, algunas de las empresas más importantes del país dedicadas al análisis y gestión del recurso agua) y en el ámbito de la región, donde los asociados son la Agencia del Agua castellano-manchega, el Ayuntamiento de Toledo y la Diputación de esta provincia.
“La idea es establecer sinergias entre los investigadores y los usuarios finales para que puedan hacer uso de las herramientas y datos que vamos a generar en el marco del proyecto”, dice Bodoque. ¿Eso es posible en nuestro país con la amplia distribución de competencias en materia de agua?, le preguntamos. “Con la gente que nosotros hablamos, que son técnicos, es bastante fácil dialogar y establecer sinergias. Luego ya sabemos que las decisiones las toman los políticos y entran en juego otro tipo de intereses”.