El Gobierno rechaza el soterramiento del tren en Valladolid y recuerda a Carnero que el proyecto es la integración

El soterramiento de las vías de tren de Valladolid; ese gran proyecto de ciudad y legislatura que tanto PP y Vox han defendido que pondrán en marcha. El alcalde Jesús Julio Carnero prometió en campaña que comenzaría el soterramiento de las vías del tren, lo hizo en un mítin en la acera de Recoletos junto a la plaza Zorrilla junto al presidente nacional de su partido, Alberto Núñez Feijóo, y al líder 'popular' autonómico y presidente de la Junta de Castilla y León. En esa visita del ahora confirmado como líder de la oposición a la ciudad del Pisuerga pudo conocer el proyecto de integración y se comprometió a si llegaba a La Moncloa a acometer el soterramiento. Todo esto sin tener en cuenta los contratos firmados entre el Consistorio, el Ejecutivo regional y el Ministerio.

El senador Carnero, que se presentó en las elecciones a la Cámara Baja “para defender el soterramiento”, formuló junto a sus compañeros 'populares' de la provincia, José Ángel Alonso y Arenales Serrano, tres cuestiones al Gobierno sobre abordar la recuperación del proyecto del soterramiento.

La respuesta dada por el Ejecutivo central es que “la planificación vigente” sobre la actuación a desarrollar en Valladolid es la que está recogida en el Estudio Informativo de la integración del ferrocarril en Valladolid“.

Este acuerdo, según apuntan en la misiva, fue aprobado el 20 de junio de 2022 con el convenio entre ADIF, ADIF-Alta Velocidad, Renfe-operador, la sociedad Valladolid Alta Velocidad 2003, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid para el desarrollo de las obras derivadas de la transformación de la red arterial de Valladolid, suscrito el 20 de noviembre de 2017.

En resumidas cuentas, el Gobierno sigue la hoja de ruta marcada y poco o nada parece que en la legislatura venidera vayan a cambiar las cosas. Hay que recordar que el proyecto de integración ferroviaria consiste en salvar las vías del tren mediante la creación de túneles, cerca de la veintena, que conecten a ambos lados.

Por poner en contexto, Valladolid se encuentra dividida en dos, de norte a sur, por el paso de esta infraestructura. Este macroproyecto lleva planeando por la ciudad durante décadas y tras diferentes amagos y cambios en 2015, con el cambio de color en el consistorio pucelano, el PSOE renunció al plan tras decidir no asumir los más de 400 millones de deuda que la ciudad tenía -y por lo que el anterior alcalde tuvo que dar cuentas ante la Justicia para ser absuelto en el caso ''comfort letters'- y todo ello sin haberse comenzado a mover tierra. La posición y dirección del equipo de gobierno de entonces, con la coalición PSOE-Valladolid Toma La Palabra, pasaba por “permeabilizar” la vía mediante la creación de 17 túneles, algo que comenzó en 2017 con la firma de la construcción del paso de peatones y el túnel de La Pilarica.

Tras conocerse la respuesta del Gobierno, Carnero ha asegurado van a “luchar por ello” por lo que ha solicitado modificar el convenio firmado -que también recoge un plan concreto para la deuda de 400 millones adquirida- para “transitar hacia el soterramiento con los plazos y condiciones que fruto de ese diálogo entre todos” se establezcan.

“Esperemos que en las próximas semanas podamos tener diálogo, podamos tener respuesta y podamos seguir en la senda de lo que quiere la ciudad de Valladolid que es única y exclusivamente ser igual de ciudad moderna igualitaria y justa que lo son muchas ciudades del territorio nacional incluidas las ciudades de la comunidad de Cataluña que tienen el soterramiento”, ha afirmado el regidor.

“Lo que queremos es que haya un diálogo y una necesidad de interlocución de ambas partes”, ha manifestado. Carnero ha apuntado que se dedicará a “trabajar por el soterramiento” porque para eso “nos han votado los ciudadanos de Valladolid”.

Pero el proyecto de soterramiento para el PP y Vox o de integración para los grupos del anterior equipo de Gobierno, PSOE y VTLP, deja incógnitas por resolver en especial las que atañen a la creación de una nueva estación intermodal de tren y bus en el entorno de la actual y dejar de lado así a la actual terminal de autobuses cuyo estado degradación ha generado críticas de la oposición o, además, el viaducto del paseo del arco de Ladrillo, en el que la anterior legislatura ya se avanzó en un plan de eliminación debido a su mal estado de conservación.

Suprimir o no el viaducto, al igual que la estación de buses, dependía en gran medida del resultado de las elecciones y de quién es el presidente del Gobierno. Una vez decidida la cuestión, el equipo de Gobierno tendrá que buscar un plan, la del Gobierno, haciendo caso a la respuesta dada al senador Carnero, es la de continuar con la integración y todo lo firmado en el proyecto.