La marcha de Arrimadas al Congreso siembra dudas sobre su sucesión en Catalunya
“Para variar, no sabemos nada”. Todos los miembros de Ciudadanos en Catalunya responden igual cuando se les consulta por el relevo de su jefa en el grupo parlamentario. La marcha de Inés Arrimadas al Congreso de los Diputados tras el 28-A ha sacudido a la formación naranja en el Parlament y las dudas sobre quién va a suceder a la jefa de la oposición en Catalunya recorren la formación.
La cuestión sobre el relevo de Arrimadas no es menor, señalan las fuentes consultadas. Los diputados de Ciudadanos en Catalunya recuerdan la posibilidad de un adelanto electoral y que, por ahora, el partido carece de una cara visible que pueda competir con el tirón que tenía la jefa de la oposición: en 2015 obtuvo 25 diputados y en 2017 ganó las elecciones con 36 escaños.
El partido está ya muy acostumbrado al hermetismo de Albert Rivera y ni siquiera sus cargos más próximos conocían el salto de Arrimadas al Congreso, pero reconocen que el secretismo que rodea el “asunto Arrimadas” ha disparado las especulaciones sobre quién la va a reemplazar. También ha generado, por primera vez, algunas voces críticas por la decisión del líder del partido de jugárselo todo a una carta en estas elecciones.
Carlos Carrizosa, actual portavoz parlamentario y hombre de la máxima confianza de Albert Rivera, es una de las personas mejor situadas para sustituir a la todavía líder de la oposición en Catalunya. Carrizosa se encargaría de ocupar el vacío de Arrimadas durante los primeros meses, pero nadie se atreve a asegurar que esta tarea incluirá figurar como cabeza de cartel en unos futuros comicios autonómicos. Las mismas fuentes dicen que tampoco se puede rechazar ni a la diputada Lorena Roldán ni tampoco el fichaje de un independiente, pero insisten en que ahora el foco debe estar en las elecciones generales y no en el Parlament.
“Lo de Arrimadas no va a ser inmediato”, añaden los parlamentarios consultados. En el partido naranja recuerdan que, tras las elecciones, Arrimadas seguirá siendo diputada en el Parlament hasta que recoja su acta en el Congreso, de manera que su relevo no va a ser inmediato y se podría demorar hasta casi finales de mayo.
La descapitalización del grupo parlamentario catalán
El goteo de cargos de confianza de Rivera que abandonan el Parlament y se van a Madrid ha sido una constante desde que el partido decidió dar el salto al Congreso. La mayoría de estos cargos están en la formación desde el principio y forman parte de la Ejecutiva desde hace muchos años, cuando Ciudadanos era minoritaria y sin apenas implantación.
Cuando Rivera se fue a Madrid en enero de 2016, se llevó en primer lugar a José Manuel Villegas, probablemente la persona más cercana al líder del partido naranja, director de las campañas electorales y diputado en la cámara catalana entre 2012 y 2015. Más tarde llegó el turno de Fran Hervías, miembro de la Ejecutiva desde 2009 y considerado el fontanero del partido: internamente le llaman señor Lobo -en referencia al personaje de Reservoir Dogs- por su capacidad para solucionar problemas internos.
Después fue Fernando de Páramo, portavoz adjunto en el Parlament y secretario de Comunicación, que el pasado julio dejó su escaño para unirse al equipo de Villegas en la capital y dar el salto a la política nacional. De Páramo fue el último en llegar al círculo de confianza de Rivera y empezó a fraguar su relación en 2011, cuando le invitó a un programa de Onda Cero centrado en el “sector del lujo” que él dirigía.
El siguiente en dar este paso será José María Espejo-Saavedra, vicepresidente segundo del Parlament y persona también muy cercana al presidente del partido. Espejo-Saavedra, que va de número tres por Barcelona, es amigo de Rivera incluso desde antes de entrar en política. Ambos eran licenciados en derecho y se conocieron en la asesoría jurídica de La Caixa. Espejo-Saavedra acababa de llegar de su Madrid natal, Rivera le introdujo en su círculo y acudieron juntos a los primeros actos del partido. Ambos impulsaron la sectorial jurídica de Ciudadanos y ahí trabaron amistad con Carrizosa, el único que se queda -de momento- en Catalunya y el elegido en su día por Rivera para acompañar a Arrimadas en la cámara catalana.
Arrimadas no forma parte de este círculo de amigos de Rivera y no todos en el partido están seguros de cómo convivirán ambas personalidades en el Congreso. “Arrimadas ha crecido mucho desde que Rivera marchó”, precisa un diputado naranja en el Parlament, midiendo en todo momento sus palabras.
La candidata por Barcelona lo tiene claro y considera su etapa en la cámara catalana una fase superada. “No veo a nadie criticando a Laura Borràs por irse al Congreso”, respondía el pasado martes Arrimadas. “He llegado a la conclusión de que lo mejor para los catalanes es defender lo mismo que he defendido hasta ahora pero con las herramientas de un Gobierno”.