Los desalojados de la nave del Poblenou se encierran en una iglesia para pedir un techo
Más de un centenar de personas, procedentes de las naves desalojadas este miércoles por los Mossos d'Esquadra en el barrio del Poblenou, en Barcelona, han optado por encerrarse en la iglesia Bernat Calbó, en el mismo distrito, como medida de presión para que el Ayuntamiento de Barcelona les proporcione un techo bajo el que vivir. La acción cuenta con el apoyo de los vecinos y del propio párroco.
“Queremos que el alcalde cumpla su promesa”, expresaba, sentado en un banco de la iglesia, el veterano activista Manel Andreu. El Ayuntamiento se comprometió a “no dejar a nadie sin techo”, pero los vecinos ven ahora que, con esta afirmación, el alcalde se refería a pisos temporales durante ocho días -como mínimo-, tal y como lo han presentado los servicios sociales a los ocupantes tras el desalojo. Pero muchos de los habitantes, así como los vecinos, han considerado que esto no era una alternativa que solucionara el problema, así que han optado por seguir la lucha.
“Esta es la casa de todos”, ha proclamado el párroco al recibirles. Ahora el centenar de encerrados debe celebrar una asamblea para decidir cuestiones organizativas y la estrategia a seguir. Desde las entidades vecinales ya estan recogiendo alimentos para pasar un tiempo, aunque la acción no es de carácter indefinido, porque los afectados son conscientes que no cuentan con la fuerza suficiente para resiatir todo el verano.
Así pues, el colectivo de subsaharianos que vivía hasta ahora en las naves ha plantado batalla al consistorio. Un pulso que se juega también en el plano de las cifras. El Ayuntamiento ha asegurado hoy que desde enero se ha dado alojamiento a 137 personas, pero desde las entidades lo niegan rotundamente. Ellos sostienen que el número es muy inferior, y ponen como ejemplo el último mes, cuando las peticiones de alojamiento se incrementaron a raiz del desalojo. Desde el 19 de enero, las entidades cuentan 15 realojados temporales.
Otras cuestiones también reivindicadas son la tramitación de papeles para todos los que estan en situación irregular y soluciones laborales, ya que la mayoría de ellos vive de la compraventa de chatarra, un trabajo que dependía de la ocupación de las naves, donde guardaban el material.