Josep Oliu (Banc Sabadell): “No recibí ninguna presión de la Corona ni del Gobierno para cambiar la sede del banco”

Ni el Gobierno ni la Corona tuvieron nada que ver en el cambio de las sedes sociales de Banc Sabadell y CaixaBank durante los primeros días de octubre de 2017. Al menos así lo aseguran sus dirigentes. Los responsables de ambas entidades han comparecido este martes en la comisión del Parlament sobre los efectos del artículo 155 para insistir en que no recibieron presiones de ningún tipo. “La decisión fue puramente técnica y no política”, ha asegurado Josep Oliu, presidente del Banc Sabadell. “La situación era excepcional”, ha remachado Jordi Gual, presidente de CaixaBank.

Durante la primera semana de octubre de 2017, las retiradas de depósitos del Banc Sabadell alcanzaron los 4.600 millones de euros. En el caso de CaixaBank, eran “exponenciales” y ascendieron a 7.000 millones. “Todos los indicadores estaban en rojo”, ha señalado Oliu. “Había inquietud por una posible salida de Catalunya de la Unión Europea”.

Oliu y Gual han comparecido en la cámara catalana junto a Isidre Fainé, histórico presidente de CaixaBank y actualmente presidente de la Fundación de la misma entidad. A pesar de que Fainé ha empezado su comparecencia asegurando que él no tiene poder de decisión sobre la entidad porque está en la fundación y ambas están separadas, ha estado continuamente matizando o añadiendo información a las respuestas de Gual.

Tanto Gual como Oliu han insistido en que las retiradas de depósitos que les empujaron a cambiar la sede venían de clientes particulares. Ambos han negado que la administración o empresas públicas participaran en esa retirada de depósitos y el líder del Sabadell ha afirmado que durante ese octubre los fondos provenientes del sector público incluso aumentaron en 1.000 millones. También ha concretado que el 57% de las retiradas de fondos pertenecían a clientes catalanes.

Oliu ha explicado que el 5 de octubre de 2017, tras decidir cambiar la sede del banco a Alicante, se reunió en primer lugar con Oriol Junqueras, en ese momento vicepresidente y conseller de Economía. Posteriormente se vio con Carles Puigdemont y llamó por teléfono a la presidenta del Parlament, Carme Forcadell y al ministro de Economía, Luis de Guindos. Tras contactar a los representantes públicos, comunicó la decisión al Banco de España y al Banco Central Europeo.

“Fue una decisión extraordinariamente difícil”, ha proseguido el máximo dirigente del Sabadell. “Fue muy frustrante para mí y nadie lo lamentó más que yo: soy catalán de toda la vida”. Gual ha hablado en los mismos términos y ha señalado que la prioridad de CaixaBank era proteger los ahorros de sus clientes y los puestos de trabajo. “Eso fue lo que guió nuestro comportamiento”, ha insistido. “No formamos parte de ningún contubernio ni estratagema”.

Fainé, por su parte, ha recordado que lleva trabajando en la banca desde los 19 años. “Los temas de confianza o se matan rápido o el problema se hace cada vez mayor”, ha espetado para justificar la decisión de su banco de trasladar la sede a Valencia. “Para mi los ahorros son sagrados y no se puede jugar con ellos”.

Ambas entidades rechazan volver a Catalunya

Tanto Oliu como Fainé y Gual han descartado, por el momento, devolver las sedes sociales de sus entidades a Catalunya. “Estamos muy bien en la sede de Valencia”, ha respondido Gual.

Oliu ha señalado en la misma dirección y ha descartado que el Sabadell vuelva a radicar su sede social en Catalunya. “Cuando uno cambia la sede social es porque suceden cosas graves, para volverla a cambiar probablemente debe haber motivaciones importantes”, ha asegurado. “Ahora mismo no se dan las circunstancias ni está sobre la mesa un posible retorno”.

Con todo, Oliu ha matizado que “el futuro siempre da muchas vueltas” y ha recordado que el principal centro corporativo de su entidad sigue estando en Sant Cugat (Barcelona). “La sede histórica es y seguirá siendo Sabadell”, ha añadido.