Los CDR ya cortaron la AP-7 durante horas y levantaron peajes mientras Rajoy controlaba los Mossos
- La Fiscalía tampoco abrió diligencias contra los Mossos por los cortes de carreteras, al contrario de lo que ha hecho este martes
Las afectaciones a la circulación provocadas por los CDR este pasado puente de la Constitución en algunos puntos de Catalunya, principalmente en la AP-7 a la altura de L'Ampolla en Tarragona, han hecho reaccionar a diferentes partidos y al Gobierno central, que ha acusado de “inacción” y “dejadez de funciones” al Govern y los Mossos d'Esquadra. El PP y Ciudadanos han reclamado un 155 y quitar a Catalunya las competencias en seguridad, algo a lo que el Ejecutivo no se cierra.
Pero las imágenes vistas el pasado fin de semana no son ni nuevas, ni más graves que las ocurridas durante la última Semana Santa, cuando los Mossos estaban controlados directamente por el Gobierno de Mariano Rajoy gracias a la aplicación del artículo 155. Pese al control de la policía autonómica a través del secretario general técnico del Ministerio del Interior, Juan Antonio Puigserver, los Mossos no pudieron evitar cortes en diversas vías, retenciones durante horas y levantamiento de peajes entre los días 27 de marzo y el 2 de abril.
Los CDR convocaron entonces acciones de protesta masivas por la detención de Carles Puigdemont en Alemania. En la primera jornada de acciones, decenas de manifestantes cortaron la misma AP-7 en varios puntos: al norte en la frontera con Francia y al sur cerca del paso a la Comunidad Valenciana. Desde primera hora de la mañana y hasta la noche, la autopista que atraviesa Catalunya verticalmente estuvo cerrada en algún punto. También la A-2 y diversas carreteras como la N-340, paralela al mar.
En anteriores acciones de los CDR como cortes en las vías del AVE y autopistas, los Mossos d'Esquadra habían enviado directamente los atestados sobre las protestas a los juzgados, que a su vez han archivado la mayoría de causas al no poder identificar a los autores concretos de las protestas. Ningún juzgado ni tampoco la Fiscalía había apreciado hasta ahora pasividad en los Mossos para disolver las protestas de la pasada Semana Santa o de las huelgas del 3 de octubre y 8 de noviembre del año pasado, a diferencia del 1-O.
Durante aquella jornada los Mossos llevaron a cabo diferentes actuaciones, con eficacia diversa. Durante la mañana se puso énfasis en desviar la circulación, aunque los antidisturbios también desalojaron a grupos de manifestantes en algunos cortes de la AP-7 en la frontera francesa. En ese caso los CDR bloquearon el tráfico desde primera hora de la mañana hasta el mediodía, unas seis horas, y hasta la tarde no se dio por reabierta. Pese a la intervención policial, la red de carreteras estuvo colapsada prácticamente toda la jornada, por cortes en carreteras y marchas lentas.
En la A-2 a la altura de Soses (Lleida), por ejemplo, los manifestantes permanecieron durante seis horas hasta que se personó la policía para desalojarlos. En muchas otras vías, la policía ni siquiera hizo acto de presencia y fueron los CDR los que dieron por finalizadas las protestas. En pasos fronterizos con Francia como la N-154 o la N-152, en la provincia de Girona, los cortes llegaron hasta entrada la noche.
Por lo que respecta a bloqueos, el día 27 de marzo fue uno de los más duros. Pero los sabotajes a las vías rodadas continuaron, sobre todo durante la 'operación retorno' del puente, cuando los CDR abrieron peajes en diferentes puntos. Durante los días 1 y 2 de abril varios grupos levantaron las barreras de la AP-7 en La Roca, L'Hospitalet de l'Infant o El Vendrell. Durante aquellas acciones, los Mossos decidieron no actuar ni practicar detenciones, y limitarse a garantizar la seguridad del tráfico.
Aquellas jornadas supusieron duras críticas de partidos y organizaciones contrarias a la independencia y llevó a partidos como Ciudadanos a comenzar a hablar de la existencia de “comandos separatistas violentos”. Pero, a diferencia de lo ocurrido en este pasado puente de la Constitución, el Gobierno central no observó “dejadez de funciones” en los Mossos ni consideró la posibilidad de desplazar efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Al contrario, el mensaje del entonces presidente del Gobierno fue de apoyo total al cuerpo autonómico: “No tiene ningún sentido crear una polémica sobre la actuación de los Mossos en este momento”, aseguró Rajoy en declaraciones a los medios. “Lo que procede es criticar a estos comités de personas violentas y dejar que las fuerzas y cuerpos de seguridad cumplan con su función, que lo intentan y lo hacen en una situación de extrema dificultad”.