Catalunya realiza 22.000 pruebas PCR de las 170.000 previstas y cancela la segunda fase del programa Orfeu
El Govern aprobó el pasado 7 de abril el programa Orfeu, que preveía realizar en seis semanas 170.000 pruebas PCR para detectar casos de coronavirus. El plazo se cumple este viernes y se han realizado solo 22.000 pruebas. El motivo es que el Govern anunció la puesta en marcha del plan de pruebas masivas sin tener toda la infraestructura necesaria, que tardó casi un mes en armarse.
Además del retraso que acumula la primera fase, el programa Orfeu, la gran apuesta de la Generalitat para la detección del virus, no se llegará a completar. El Ejecutivo catalán ha cancelado la segunda fase del plan, que contemplaba usar los laboratorios de las universidades para hacer 139.000 PCR. Según ha indicado la consellera de Salud, Alba Vergés, los hospitales y centro de investigación ya tienen la “suficiente capacidad diagnóstica”.
En la primera fase del programa Orfeu las pruebas, en su mayoría provenientes de las residencias de toda Catalunya, se procesan en el Centre de Regulació Genòmica (CRG) y en el Parc Científic de Barcelona (PCB), donde están ubicados el Institut de Recerca Biomèdica (IRB) y el Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC). El CRG ha realizado 17.547 pruebas PCR por 5.248 el PCB.
“El problema fue que se anunció que se ponía en marcha cuando todavía se tenía que montar todo”, explica el director del Centre de Regulació Genòmica (CRG), Luís Serrano. No solo los materiales necesarios para poder llevar a cabo las pruebas, sino también reclutar a los investigadores voluntarios que las realizan y enseñarles los protocolos para procesar las muestras.
En este sentido, Serrano expone que se tuvieron que buscar reactivos en el mercado en una época de mucha demanda y que hasta pasados unos 10 días no llegaron los reactivos, los tubos y los 'kits' para hacer las pruebas. Luego hubo que calibrar todo el procedimiento y que los centros de investigación recibieran las pruebas positivas y negativas que ya se hacían en los laboratorios de los hospitales para validar el proceso.
Además, se tuvo que crear un sistema informático y crear el circuito de toma y envío de las pruebas por todas las residencias de Catalunya. “Todo se montó en cuatro semanas, que no está mal por lo logística que implica, y ahora el sistema ya funciona a velocidad de crucero”, asegura Serrano, que añade que posiblemente no se completarán los 170.000 tests.
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