Evitar el ‘pisito’ del duque en el Palacio del Infantado con ¿un proyecto museográfico?
La Consejería de Educación, Cultura y Deporte está ultimando un proyecto museográfico para el Palacio del Infantado, en Guadalajara, que incluiría en su desarrollo parte de las dependencias en las que el Ministerio del ramo planea realizar obras para acondicionar una vivienda de casi 300 m2 para el actual duque del Infantado, Íñigo de Arteaga, cumpliendo así una sentencia judicial que le reconoce el derecho a disponer de “habitación” pero “sin perjudicar el uso público” del propio palacio. El proyecto museográfico supondría 'de facto' que la vivienda del duque no pudiese acondicionarse tal y como ahora está previsto.
Así lo ha comunicado el viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa a Javier López Roberts, Jorge Riendas y Paloma García, miembros de la plataforma ciudadana ‘Abraza el Infantado’ en una reunión mantenida este martes. Un extremo que no ha sido confirmado por el departamento regional de Cultura que ha declinado ofrecer declaraciones al respecto.
‘Abraza el Infantado’ aprovechaba para trasladar el malestar del colectivo al proyecto inmobiliario privado que supondrá intervenir en un edificio considerado como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1914. Un encuentro que se produce después de otra reunión, en términos similares, ya mantenida con el Ministerio en la que también se puso de manifiesto que el Plan de Ordenación Urbana de Guadalajara (POM) “prohíbe el uso residencial privado en este edificio que se catalogó en la ordenanza como equipamiento de carácter social y cultural”.
La plataforma cree que las intenciones de la Junta de desarrollar el proyecto museográfico podrían frenar las aspiraciones del duque. “Si hay un proyecto museográfico que dice que no se puede prescindir de ningún centímetro cuadrado del palacio para el fin cultural recogido en el acuerdo de cesión de 1960 y la propia sentencia, si además no cumple la normativa urbanística de Guadalajara y si es mejor no tocar un BIC, a los abogados del duque se les debe plantear otra opción”, señala Jorge Riendas.
‘Abraza el Infantado’ cree que cabe “negociación” con los abogados del duque
Riendas apunta a alternativas como la indemnización, una permuta o incluso facilitarle al duque otras dependencias. “Cabría la posibilidad de negociar, como así lo dijo el juez” para evitar el “destrozo”. El colectivo cree que, incluso, se le podría haber ofertado como residencia la antigua vivienda de la directora de la Biblioteca. “La sentencia dice bien claro que tiene derecho al uso pero no que todos los españoles le tengamos que pagar el acondicionamiento de la vivienda al duque. Podría disponer de hasta 100 m2 pero no de 500. Sería decirle aquí tiene usted su llave, ya puede acondicionarla”.
Estas alternativas se han puesto no solo sobre la mesa de la Junta sino también sobre la mesa del Ministerio. “Hay que recordar que el duque no tiene la vivienda en propiedad, es una especie de servidumbre. Eso permitiría indemnizarle y más cuando se trata de un BIC y cuando la obra va a afectar al edificio y al actual museo que acoge porque ve reducido su espacio de almacén” y, en todo caso, añade Riendas, “es absurdo permitirlo si lo que queremos es tener un gran Museo de Guadalajara”.
En la reunión, también se trasladó al Gobierno regional la “preocupación” ciudadana por que el proyecto no haya pasado por la Comisión Provincial de Patrimonio que tiene funciones consultivas en relación a los BIC’s. “Nos aseguraron que sí pasará por la comisión y que se emitirá el correspondiente informe”, explica Riendas, quien no oculta la decepción de ‘Abraza el Infantado’ con la postura adoptada por la Junta. “Ellos se escudan en lo poco que tienen que decir pero nosotros no opinamos lo mismo”. Y es que la plataforma sostiene que ha de intervenir en su doble faceta como gestor del Museo Provincial de Guadalajara “que se verá afectado por las obras” y como institución que vela por la conservación del Patrimonio regional.
¿Qué supondrá el acondicionamiento del Infantado para la vivienda del duque?
Las obras supondrán la modificación del torreón ubicado en la esquina sureste del Palacio del Infantado para ubicar la vivienda del duque en su última planta con una inversión que le costará a las arcas del Estado casi medio millón de euros según consta en el presupuesto de ejecución. Actualmente, parte del torreón está vacante debido al traslado del Archivo Histórico Provincial a otras dependencias.
La superficie de intervención es de 580,16 m2, mientras que el espacio útil destinado a la vivienda es de 292 m2. El acceso a la vivienda la realizaría el duque o sus familiares por una puerta histórica, ahora cegada, en la galería de los Jardines del propio palacio. Se tendría que habilitar así un acceso privado en un espacio. Así lo recoge el propio proyecto arquitectónico: “La vivienda cuenta con acceso peatonal e independiente del museo a través de los jardines del palacio. El cual se realiza desde la galería de los jardines por un hueco vertical macizado y se reabre”.
Esta parte del proyecto también le suscita dudas a la plataforma. No solo porque se trata de intervenir sobre uno de los elementos “protegidos” del palacio sino porque un convenio suscrito entre Ministerio, Junta y Ayuntamiento de Guadalajara cuando era alcalde el socialista Javier de Irizar estipula la “utilización pública de los jardines” y que estos tengan además “las debidas garantías de conservación y sostenimiento”, bajo la responsabilidad del Ayuntamiento.
Además de la apertura de esta puerta privada de acceso, habrá que habilitar una escalera y un ascensor. Algo que obliga a trasladar los baños de la planta baja y también a realizar una excavación arqueológica en el inmueble y será necesario desplazar toda la maquinaria de aire acondicionado en la primera planta, entre otras cosas.
La Junta ya autorizó en junio el proyecto básico
El departamento de Cultura de la Junta en Guadalajara autorizó el pasado mes de junio el llamado ‘proyecto básico de acondicionamiento de la última planta del Palacio del Infantado para la vivienda del duque’ y así se lo hizo saber tanto al Ministerio como a la Viceconsejería de Cultura y al Ayuntamiento. La Dirección Provincial puso, no obstante, algunos “condicionantes” al proyecto.
Entre ellos se pide un “control arqueológico” de la retirada de los elementos de relleno bajo los actuales baños de la planta baja y de los movimientos de tierra que hay que realizar para colocar una escalera interior y un ascensor que permitirá acceder a la vivienda privada. Los técnicos han advertido de la posible presencia de restos arqueológicos del propio palacio por lo que Cultura exige que “si durante la ejecución de los trabajos se hallaran restos u objetos con valor cultural”, deberán comunicarse a la Dirección Provincial. Además, se advierte sobre la colocación de determinados elementos en la fachada del Palacio de forma que se respeten las partes “históricas”.
Poco más y así lo considera la plataforma ‘Abraza el Infantado’ que lamenta que el proyecto “vaya a destrozar todo el forjado para crear una nueva estructura en el torreón e incluso proceder excavar al menos tres metros hacia abajo”. Pero durante la reunión en Toledo, explican que la Junta restó importancia a una autorización que consideran previa a la que sería la definitiva, una vez que el Ministerio presente no solo el proyecto básico sino el proyecto de ejecución, mucho más detallado.
Tras la reunión mantenida con la Junta y con el Ministerio “tenemos la sensación de que nadie se lee los papeles. Nadie se ha ocupado de estudiar y analizar la información” e insisten que “en el futuro se pueda coartar el uso público del edificio”. Un temor que también quieren plantear al alcalde de Guadalajara, Antonio Román, a quien ya han solicitado una reunión, de momento, sin fecha.