Las mejores heladerías de España que rompen el mito de los helados italianos
La mitificación de los helados italianos nos ha perseguido en España desde hace décadas, hasta el punto de que muchas heladerías se llamaban “Los Italianos”, como si eso fuera garantía de sabor, cremosidad, originalidad y autenticidad conforme a la receta que inventó Bernardo Buontalenti allá por 1559.
Lo cierto es que, cuando empezamos a viajar a Italia y comparamos, muchos nos llevamos una decepción porque los que hacían aquí eran una vulgar imitación. Y, a la larga, eso llevó a muchos reposteros españoles a investigar, formarse y ponerse retos.
Hasta el punto de que algunos ya han competido en el Gelato Festival World Master, el concurso internacional que desde 2010 recorre el mundo a la caza de los mejores sabores de helado. Para la final de 2021, España estará representada por Carlo Guerriero y Fernando Alberdi.
Los helados de autor más afamados
La Cremería Gelato Italiano pertenece al mencionado Carlo Guerriero, que representará a España desde Cádiz con su helado cremoso al Oloroso. Tentadores son los de vainilla de Madagascar, cacao de Sudamérica, té Matcha de Japón, queso Payoyo de la Sierra de Cádiz o el imprescindible pistacho de Bronte.
Heladería Dona Doni es la heladería de Fernando Alberdi, en Getaria, premiado con el tercer puesto al mejor sabor en el concurso nacional de helado artesanal por su 'Mango Ezpeleta', helado de mango y pimiento de Ezpeleta. Tienes que probar su helado de café, de chocolate sin leche, de queso, tarta de queso y el Mundubira, que lleva nuez moscada, clavo, canela y piña.
Dellasera surge del obrador Grate de Fernando Saenz, en Logroño, Premio Memorial Nacional de Gastronomía al Mejor Repostero de España. Entre sus elaboraciones de la temporada 2021, nos sorprende con los sabores Mandarina Shikwasa, crema de limón al aceite de Alfaro, frambuesas al vinagre balsámico de Haro, piña asada, sombra de Higuera, mazapán riojano, café Colombia orgánico de especialidad, queso de cabra de Ortigosa con Arándanos, lías de Vino blanco Abel Mendoza 5V fermentado en barrica o cítricos con jengibre.
La Gela es la heladería que abrió el premiadísimo Jordi Roig en Canet de Mar en 2005, aunque elabora sus aclamados helados desde hace 28 años usando y mimando productos de máxima calidad y proximidad que le piden sus clientes fijos, con sabores originales como horchata-vainilla-coco, coca de San Juan, panettone o cassis-violeta y tocino de cielo entre otros.
Rocambolesc es la heladería de los hermanos Roca en Girona, donde hacen locuras como el helado láctico de yogur con dulce de leche, confitura de guayaba y algodón de azúcar, así como sorbetes de cereza y saúco o de mango y fruta de la pasión. Por no hablar del panet, un brioche relleno de helado y toppings tostado y sellado por fuera. Si te gusta más el hielo, Rocanas Polo es la nariz de Jordi Roca elaborada con fresas y agua de rosas.
Candela Gelateria, en Redován (Alicante), abrió sus puertas en 2018 tras proclamarse José Manuel Marcos Candela Subcampeón mundial de heladería, que enamora con sus helados de Chocolate de Orígenes únicos, de Campeonato y de Culto; las versiones heladas de las tartas más famosas del mundo como la Tarta Tatín, Carrot Cake, Red Velvet, New York Cheesecake y Tiramisú; o del auténtico Pionono® de Casa Isla de Granada. Los Sorbetes Plein Fruit también son muy deseados.
Cal Sisquet, sita en Roda de Berà, Tarragona, es obra del chef heladero Marc Piqué Casas, subcampeón mundial de heladería por sabores en sus helados, copas y sorbetes como los de plátano, yogur, salsa toffee y piñón tostado; o el de chocolate blanco y maracuyá o el de chocolate guanaja 70% y su crujiente grue de cacao. Pregunta por las degustaciones de minions supremos o sushi dulce y por sus helados de agua de mar.
DelaCrem es la rompedora heladería de Massimo Pignata, originario del Piamonte, la cuna del “Slow food”, que introdujo los “pozzetti” en Barcelona y creó la rueda de sabores a través de su propuestas clásicas y de temporada cargadas de imaginación. No te pierdas el affogato, su helado ahogado en café.
Angelato es la heladería en Vitoria de Ángel Vicente, que está empeñado en hacer helados de X, no con sabor a X. Es decir, si pone helado de Panettone con chips de chocolate y dados de naranja de Sicilia, es exactamente eso, como el de té matcha, Kinder, tarta al whisky, regaliz de Calabria (Italia), mascarpone con milhojas, apple strudel, etc. Y además, tienen cucuruchos premium artesanales bañados en chocolate.
Las más familiares
Entre nuestras pesquisas, nos han recomendado heladerías como Tutto frutto Da Remoaldo, que abrió en 1986 en Gandía;
Regma, un imperio que levantó Marcelino Castanedo Miera cuando compró su primera heladería en Santander 1933 y se ha extendido por toda España hasta Palencia.
Donde también están La Gustosa, que hace sus 60 sabores con leche del Monasterio de La Trapa, de Dueñas; y Helados Cuesta artesanales sin gluten.
En Zaragoza destacan Heladería Tortosa desde 1935 y Elarte, un obrador artesanal de helados naturales de Guara.
La Heladería Escoda pertenece a una familia de heladeros jijonencos desde 1917 en Córdoba.
Nonna, en Rincón de la Victoria (Málaga), es una empresa familiar que empezó Enrique en 2013, y elabora los helados con leche fresca del día de la vega de Antequera.
De ahí la cremosidad de los más top: los cítricos de Oriente, mango, arroz con leche, tarta de la Nonna, Buenissimo, natillas con galletas, Pantera Rosa, pistacho, Pío X, torta de Algarrobo con café, Torta Loca o cacahuete a la sal vegano.
La Valenciana, en Marbella, está en funcionamiento desde 1970, cuando llegó el fundador a Marbella procedente de Mungia, donde ya tenía su primera heladería, cuyas recetas se siguen haciendo paso por paso. Sorprenden sabores como el cremino de avellanas, de M&m’s, Strudel, Nestle Jungly, yogurt con miel y nueces, chocolate blanco con frambuesa crujiente, Kinder, Philadelphia con Arándanos, Happy Hippo, Ferrero Roché.
La Freska, en Tarifa, tiene al frente a Ana Isabel del Río desde hace seis años, triunfando con sabores como el de queso con membrillo y nueces, la miel de Tarifa con piñones o el de Peppa Pig (stracciatella de fresa natural con chocolate blanco), así como el helado sin lactosa y sus sorbetes con las mejores frutas naturales.
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