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La francesa Annie Ernaux vuelca su memoria familiar en un diario audiovisual
Cannes (Francia), 23 may (EFE).- La escritora Annie Ernaux, cuyos relatos reposan sobre bases autobiográficas, vuelca ahora en un documental montado con imágenes de archivo su vida familiar en la década de los setenta, que forjó el inicio de una carrera por la que ha llegado a ser una de las grandes de la literatura francesa.
“Les années Super 8”, estrenada este lunes en la Quincena de Realizadores, sección paralela e independiente del Festival de Cannes, saca del armario los vídeos grabados con esa cámara analógica de 1972 a 1981 y ese espejo personal sirve a la vez de testimonio de su época.
Sus dos hijos tenían al principio de esa cinta siete y tres años y el matrimonio acababa de mudarse de Burdeos a Annecy. Ella trabajaba como profesora de literatura y escribía en secreto. Su primer libro, “Les armoires vides”, salió en 1974.
La idea de utilizar esas grabaciones para este debut como directora no partió de ella, sino de su hijo David, que lo codirige y cuyos hijos le pidieron ver esas imágenes. Al revisarlas, se dio cuenta de que tenían potencial.
“Le pedí a mi madre una voz con la que poder empezar a montarlas, pero esa voz estaba tan bien, era tan sensible, que la mantuvimos”, contó David Ernaux al público tras su proyección en Cannes, certamen que celebra del 17 al 28 de mayo su 75 edición.
La película superpone el relato sonoro de la escritora a esos vídeos caseros de vacaciones en familia que reflejan una aparente felicidad que se va descomponiendo según avanza el tiempo y que condujo a la separación de la pareja en 1981, último año del que hay imágenes.
La autora de “La Mujer Helada” (1981), “El Lugar” (1983, premio Renaudot) o “El Acontecimiento” (2000), que en su adaptación al cine ganó el León de Oro de Venecia en 2021, utiliza su propio diario como guión de referencia.
“Se convirtió en una especie de apoyo y de contrapunto, porque las imágenes pueden dar la impresión de alegría y yo sabía que en mi diario había pasajes que contradecían esas apariencias”, dijo Ernaux, de 81 años.
Su intención sobrepasa el mero recuerdo familiar: “Nuestra vida transcurre en el seno de una familia, de una pareja, pero también en en un entorno social y una época. Quería incluir todos esos hilos, me daba una imagen más completa de esa década que tiene como particularidad haber experimentado una transformación muy grande de la sociedad”.
El debate sobre la ecología todavía era incipiente, la muerte de Franco en 1975 le hizo disfrutar de sus viajes a España “sin mala conciencia”, aunque “con cierto temor por los atentados de ETA”, según dice ella en el documental, y nada les hacía presagiar al conocer Moscú que el fin de la Unión Soviética, en 1991, tardaría poco en llegar.
“Un historiador dijo que somos más hijos de nuestra época que de nuestros padres. Yo no iré tan lejos, pero creo que somos tan hijos de la época como de nuestros padres”, apuntó este lunes Ernaux, cuya obra ha sido traducida entre otras al inglés, el italiano y el español.
En su documental también está presente su recurrente sensación de ser una “tránsfuga” de clase. “Es algo que está en el corazón de todo mi trabajo”, señaló la escritora, que reconoce que la cultura le permitió “saltar” del entorno obrero al burgués.
Grabó los vídeos recopilados su exmarido, que solo aparece en tres planos. Cuando se separaron, él se llevó la cámara y ella se quedó con esas imágenes con las que en su opinión buscaban “darle futuro al presente”.
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