El Gobierno premia en sus presupuestos la cultura del espectáculo del cine y los museos, los sectores más maltratados con el PP
El cine y los museos son las dos joyas de la corona de los Presupuestos Generales del Estado perpetrados por el Ministerio de Hacienda para la cartera de Cultura y las comunidades en 2019. De los 953 millones presupuestados -un 9,7% más que en 2018 y la cifra más alta en los últimos siete años- 632 los gestionará directamente Cultura. 100,3 millones irán para la cinematografía, lo que supone un 13% más, y 180 millones para los museos nacionales y estatales, es decir, un 12,5% más que en el ejercicio del año pasado.
Los datos no son baladíes ya que ambos sectores habían sido dos de los más maltratados durante los Gobiernos del PP. Tampoco se esconde que el cine y los museos son dos apuestas vistosas por la cantidad de espectadores y visitantes –y ahí hay un guiño al turismo- que reciben, respectivamente.
Para el año 2009, cuando los presupuestos en Cultura se dispararon hasta los 1.284 millones de euros durante el Gobierno del PSOE y con César Antonio Molina como ministro de Cultura, la partida para el cine fue de 137 millones de euros. Desde entonces su presupuesto fue en caída llegando a los 50 millones en 2014 con el popular José Ignacio Wert de ministro. A partir de 2017 comenzó a arañar más euros, aunque sin superar nunca el centenar de millones.
En este 2019, de esos 100,3 millones presupuestados, 85 millones de euros irán para el Fondo de la Cinematografía, que es la entidad que se encarga de repartir las ayudas a la producción. Esta entidad ha recibido un aumento de más del 20%.
Desde hacía años el sector se había quejado de la disminución de esta partida, que llegó a quedarse en unos mínimos 37 millones de euros en los ejercicios de 2016 y 2017. De hecho, a finales del año pasado el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) tuvo que insuflar con siete millones de euros este Fondo, ya que no hacerlo pondría en riesgo las posibilidades producción de varias películas “y la consiguiente paralización del sector de la producción cinematográfica que más riqueza y empleos, directos e indirectos, genera”, según matizaron entonces desde el ICAA. Otra cuestión es el consiguiente control que debe haber de la distribución de este presupuesto, aunque es probable la ovación para José Guirao en la gala de los próximos premios Goya.