Tres de cada cuatro músicos profesionales carecen de trabajo debido al coronavirus
Tres de cada cuatro músicos que estaban en activo en 2019 han experimentado una reducción de más del 90% de su actividad. Además uno de cada tres no tienen ningún concierto contratado para lo que queda de año, según un estudio publicado por la Unión de Músicos Profesionales —UMP en adelante— acerca de la situación por la pandemia.
La situación tampoco mejora de cara al comienzo de 2021, pues la gran mayoría de los encuestados (un 75%), tampoco tiene actualmente ningún concierto en previsión para el primer semestre del próximo año.
El estudio apunta asimismo que ni siquiera 2 de cada 10 músicos han podido acogerse a las medidas especiales aprobadas por el Gobierno, como el paro extraordinario para artistas o al cese de actividad para autónomos, algo que achacan a la “falta de ordenación y regulación normativa de la profesión en las últimas décadas” y las existencias de empresas pantalla para la contratación.
Para llegar a estos resultados, la UMP ha preguntado a casi mil músicos del país, de los cuales en torno a un 70% ha sufrido una oleada de cancelaciones en la que suele ser la época más fuerte de actividad, el período comprendido entre marzo y septiembre.
Una vez levantadas las restricciones de confinamiento y siendo legal la celebración de eventos culturales, bajo el cumplimiento de las medidas de seguridad pertinentes, una cuarta parte siguió sin realizar ningún concierto y casi dos tercios solo de 1 a 10 conciertos que tenía previstos antes de la pandemia. Esto supone que un tercio de los encuestados apenas trabajó durante el verano y que la mitad de ellos vio cómo su actividad se reducía al 50 por ciento o más.
Por todo ello, la UMP ha presentado al Gobierno un Plan de Reconstrucción con tres objetivos: preservar, fomentar y favorecer el trabajo de los músicos, ofrecer la debida protección social y mejorar la situación económica y laboral de los músicos estableciendo un nuevo marco legislativo adecuado a la profesión actual, y reconocer el valor esencial y fundamental de la cultura.
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