El presidente de Enresa a su plantilla: “Todo lo que he cobrado estaba perfectamente validado”
“Todo lo que he cobrado estaba perfectamente validado por los servicios jurídicos de la casa mediante un informe con fecha 5 de diciembre de 2012. El criterio sobre la percepción de dichos gastos cambió en un nuevo informe de los servicios de la casa con fecha 15 de julio de 2014. Quiero que quede claro, que desde esa fecha, dejé de percibir los ya mencionados gastos de bolsillo, cumpliendo, como siempre, las indicaciones de los jurídicos de la casa”.
En estos términos se expresa el presidente de la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa), Francisco Gil-Ortega Rincón, con respecto a la polémica por los gastos de bolsillo que cargó con su tarjeta sin la debida justificación. En una nota remitida a la plantilla hace unas semanas, el directivo agradece su dedicación a sus empleados. En concreto, “vuestro entero compromiso con la empresa y la dedicación y entereza que estáis mostrando frente a los últimos acontecimientos provocados a raíz de la publicación en medios de supuestas irregularidades cometidas por mi persona”.
Respecto al informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que expresa serias dudas sobre la idoneidad de los terrenos elegidos para el basurero nuclear de Villar de Cañas, “desgraciadamente también filtrado a la prensa” y adelantado por el diario.es, “se trata de un informe enmarcado dentro de uno de los procedimientos habituales en los procesos de las instalaciones donde se solicita a Enresa información complementaria o adicional”, se limita a señalar. Cada vez parece más evidente que la elección del municipio conquense no fue la adecuada y el PSOE, que hasta hace poco apoyaba sin fisuras la construcción del almacén, ha pedido ya la paralización de las obras.
En la carta, Gil-Ortega dice que quiere trasladar “la realidad acerca de todo lo escrito estos días en prensa tras la filtración del Informe de Auditoría interna” sobre gastos de representación de la casa durante el ejercicio 2013 con fecha de junio de 2014“. ”El 1 de agosto de este mismo año, solicité a la Dirección Financiera la realización de un Informe de Alegaciones al Informe de Auditoría, alegaciones que no se tuvo ocasión de formular con anterioridad“ y que ”deberían haberse incluido en el Informe final de Auditoría, en caso de haberlas recibido el auditor“. El responsable de ese informe, el entonces secretario general de Enresa, Jesús Moreno, había publicado su informe el pasado 15 de julio y Gil-Ortega le despidió tres días después.
160.000 euros de sueldo anual
En su misiva, el exalcalde de Ciudad Real dice que ha observado un control “escrupuloso” de su contrato pese a que una auditoría interna advirtió en julio del posible “enriquecimiento injusto” del presidente de Enresa por el cobro de gastos sin justificar, como informó eldiario.es. “Todas las cantidades percibidas por mí, se encuentran dentro del más estricto marco de legalidad”, escribe Gil-Ortega, cuyo sueldo bruto fue en 2013 de 160.000 euros, según publicó hace dos semanas la empresa tras la entrada en vigor de la Ley de transparencia. La cifra, no obstante, no incluye los gastos de representación: esos 160.000 euros incluyen 80.000 euros de retribución básica, 32.000 de complemento de puesto y un complemento variable de 48.000 euros.
El directivo insiste en que “la totalidad de los gastos satisfechos con cargo a mi tarjeta como Presidente de Enresa, así como los gastos del resto de las direcciones de la casa, han sido perfectamente justificados y documentados. Dichos gastos corresponden a comidas institucionales, con alcaldes del entorno de nuestras instalaciones, con periodistas y correspondientes a viajes de trabajo al extranjero”. Tal y como informó eldiario.es a principios de noviembre, Gil-Ortega cargó en 2013 a la empresa pública 9.388,71 euros en 65 comidas de empresa, a una media de 144 euros por evento. Su director de Comunicación, Carlos Dávila, cargó otros 6.447,33 euros en otras 50 comidas, a una media de 128,9 euros por cada una de ellas.
“Siempre he cumplido con las normas”
“Quiero recalcar que el único interés que han perseguido esos gastos ha sido el de favorecer exclusivamente a Enresa y sus cometidos”, dice Gil-Ortega, que recalca que desde diciembre pasado “se prohíbe la inclusión de licores destilados y de tabaco” en esos gastos, “además de reducir por primera vez en la historia de la casa el límite de gasto por comida. Como es lógico, siempre he cumplido con las normas internas de la casa y, por supuesto, he sido coherente en todas y cada una de las que yo mismo he sido impulsor, cumpliéndolas al 100%”.
Gil-Ortega también presume de que ha decidido “restringir” el número de tarjetas visa de Enresa, desde las 49 que había en diciembre de 2012, “repartidas en todas las áreas de la casa”, a nueve: una para él, dos para el departamento de Relaciones Internacionales, otras dos para el de la Unidad Técnica de Protección Radiológica, tres para los transportistas que se encargan de la retirada de residuos y otra “no nominativa, custodiada por la Dirección Financiera y que solo puede utilizarse en casos puntuales debidamente justificados”.
Gil-Ortega también alude a la carta que remitió en septiembre a la secretaria de Estado de Hacienda, Marta Fernández Currás, “en la que solicito la rápida respuesta en cuanto a la contratación del personal necesario para el proyecto ATC” (27 personas). “De todos es de sobra conocido el problema de falta de personal que desde hace muchos meses arrastra esta casa. 17 de esos puestos de trabajo están directamente relacionados con el ATC” y los otros 11 “corresponden a las diferentes áreas de la casa”. “Huelga decir que carece de sentido pedir contrataciones a dedo en un documento oficial”, argumenta.
“Sé que la ilusión con la que trabajáis en los proyectos de Enresa se ha visto mermada debido a las dificultades que estamos viviendo en estos momentos, pero también sé que una empresa con profesionales de vuestra categoría siempre se mantendrá en pie gracias al trabajo diario de todos y cada uno de vosotros”, concluye Gil-Ortega, que se compromete a hacer todo lo que esté en su mano “para que todos los cometidos de Enresa salgan adelante. No os quepa duda”.