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Un viaje de 2.280 kilómetros en vehículo eléctrico y con una familia numerosa de cinco personas
En contra de lo que muchos no-usuarios de vehículo eléctrico piensan, se pueden realizar viajes largos, tanto en vacaciones como en el día a día, a razón de tres horas de conducción (más de trescientos kilómetros) con una parada de descanso y recarga de entre 40 y 60 minutos, dependiendo del modelo de vehículo y del tipo de cargador. Después de diez años conduciendo un vehículo eléctrico, recorriendo más de 229.000 kilómetros en todo tipo de carreteras, te cuento el último viaje realizado visitando el sur de España con mi familia numerosa de cinco personas y el maletero hasta arriba. Los 2.280 kilómetros recorridos los hice con un Hyundai Kona de 64 kWh, y los detalles del viaje los describo a continuación.
Con esta filosofía he realizado viajes cruzando la península en un día. Así he realizado viajes desde Oyón-Oion, un pueblo de Rioja Alavesa cerca de Logroño, hasta Almería, o hasta Mazarrón (Murcia), a Barcelona, Tomelloso, Santander, Valencia, Tarragona, Ibiza, es decir a cualquier lugar, como lo haría con cualquier otro vehículo, pero con unas cuantas diferencias y no menores.
La primera es su mayor confort, por la ausencia de ruidos, vibraciones, embrague y un escaso uso del pedal de freno. Mayor seguridad, por su ayuda en la frenada regenerativa y mayor aceleración en las salidas y adelantamientos. Menor coste de mantenimiento y lo más importante para mí, la eliminación del tubo de escape. Razón por la cual las emisiones tóxicas que respiramos a pleno pulmón a un metro de distancia y que nos matan poco a poco, se eliminan totalmente. Las emisiones de CO2, el dañino gas de efecto invernadero, se reducen en un 80%. Esto es debido a una mayor eficiencia del motor eléctrico que permite que el consumo energético respecto a un vehículo de combustión se reduzca en un 75%, al eliminar el proceso de combustión que produce enormes pérdidas en forma de calor y por la capacidad de regeneración que el vehículo eléctrico tiene. Además la energía eléctrica que generamos en España está libre de emisiones de CO2 en un 75% , siendo pata negra española, es decir, renovable más del 50%, a la que hay que añadir la generada mediante la modalidad de autoconsumo. Será 100% 'made in Spain' cuando toda ella la generemos con energía renovable, objetivo de la Unión Europea para la neutralidad climática en 2050.
Esta significativa reducción del consumo de energía redunda en que el gasto en la factura energética de una familia se reduce considerablemente, de entre tres a cinco veces, e incluso más, respecto a uno de gasolina. De tal modo que nos permite amortizar la diferencia de precio de compra inicial en unos 3 a 5 años (depende de los kilómetros recorridos) y al final de la vida del vehículo nos daremos cuenta de la cantidad de dinero ahorrado al realizar está inversión. Con estas premisas, la predisposición para viajar en un vehículo eléctrico cambian, prevaleciendo el relax en la conducción y el empoderamiento personal al saber del valor añadido que aporta este tipo de movilidad sostenible y los beneficios para la salud, la economía y el medio ambiente que aportan.
Volviendo al viaje propuesto, podemos distinguir tres partes:
- La primera. Una jornada de bajada al sur recorriendo 850 kilómetros desde Oyon a Sevilla por autovía a 120 km/h.
- La segunda. Desplazamientos por carreteras nacionales y comarcales. A velocidades de 90 km/h, recorriendo 330 kilómetros conociendo en varios días los diferentes pueblos de la geografía andaluza. Sevilla-Arcos de la Frontera-Cádiz-Conil de la Frontera-Vejer de la Frontera-Conjunto Arqueológico Baelo Claudia-Tarifa-Algeciras-Ceuta-Gibraltar-Marbella.
- La tercera. Regreso a casa desde Marbella vía Valdepeñas recorriendo 920 kilómetros.
Los daños producidos por la quema de combustibles fósiles son irreparables, en nuestras manos está no empeorarlo aún más. Dejar de utilizarlos es hoy posible, no hay excusas, solo tienes que proponértelo
Primera parte: tres tramos con dos paradas intermedias para descanso y recarga
La primera parte del viaje la realizamos en tres tramos con dos paradas intermedias para descanso y recarga. Partimos de Oyón por la mañana con la batería al 100% al disponer de punto de carga instalado en la vivienda. La recarga se suele hacer aprovechando las horas nocturnas cuando el consumo en la vivienda es mínimo y el precio de la electricidad más barato.
En los diez años de uso de vehículo eléctrico no he tenido que modificar la potencia contratada que tenía anteriormente de 4,6 kW, obviamente he aumentado el consumo de energía eléctrica (los kWh) pero ello no precisa de un aumento de la potencia contratada (los kW). Lo que ocurre es que la curva de consumo se ha aplanado. Algo que es muy positivo para el sistema eléctrico en general. A diferencia de lo que algunos agoreros opinan, la introducción del vehículo eléctrico en el sistema eléctrico es muy positiva, más si cabe cuando se permita el uso de la tecnología V2G (vehículo conectado a red) ya disponible, para el intercambio bidireccional de energía entre el vehículo y la red desde cualquier punto de recarga.
En cuanto al coste de la energía consumida por el coche eléctrico, que mayoritariamente se realiza en la propia vivienda o aparcamiento comunitario, es muy variable, dependiendo de la tarifa contratada. Se puede establecer una horquilla que va desde los 3 a los 20 céntimos/kWh. Es decir, que estimando un consumo medio de 14 a 15 kWh/100 km, el coste de la electricidad a los 100 kilómetros, cargando en una vivienda o garaje en propiedad, oscila entre los 45 céntimos y los tres euros. La casuística es muy amplia, desde aquellos afortunados que disponen de cargadores públicos en la calle o en centros comerciales a coste cero (afortunadamente hay entidades que entienden que facilitar y subvencionar este tipo de movilidad beneficia, social, ambiental y económicamente a todos), a los que tienen bono social y obtienen el precio del kWh a menor precio, a los que disponen de una tarifa a precio regulado o de último recurso con variaciones en el precio de la energía en cada hora del día y de la semana, hasta los que tienen tarifas en el mercado libre a precio fijo todo el año, o a los que tienen que cargar el vehículo fuera de su vivienda en puestos de recarga públicos.
Retomando el viaje, el primer trayecto camino Al-Ándalus lo realizamos por parte de la ruta Vía de la Plata, con salida en Oyón (Álava) hasta el restaurante Ruta 62 en Tordesillas, después de recorrer 266 kilómetros en 2 horas y 35 minutos. Todavía disponíamos del 25% de carga para poder alargar la parada, pero para aprovechar una promoción de la empresa de puntos de recarga Zunder, realizamos una parada para descansar y recargar 46,64 kWh en menos de una hora con un coste de 5,52 euros en un cargador cuya potencia es de 50 kW. Este sería el trayecto con el navegador abetterrouteplanner, navegador recomendado para vehículos eléctricos que es uno de los mejores planificadores de ruta.
Basta con disponer de la aplicación gratuita de Zunder y estar registrado para poder cargar. Cada vez se va generalizando el uso del cargador CCS combo para las cargas rápidas y el de tipo 2 o Menekes para las cargas semirrápidas. Afortunadamente cada vez hay más estaciones de recarga en puntos cercanos, alternativas para el caso de que el punto previsto de recarga este ocupado. En la aplicación puedes comprobar la disponibilidad de los puntos de carga y en algunos casos poder reservarlos.
El segundo tramo inicialmente pensábamos realizarlo hasta la ciudad de Cáceres, pero tuvimos que modificar el plan al comprobar en la aplicación que la estación de recarga que teníamos pensado utilizar estaba ocupada, como hemos dicho, afortunadamente las alternativas eran muchas y optamos por realizar la parada pasando Cáceres, justamente en el Restaurante Las Vegas en Aldea del Cano. Un recorrido de 332 kilómetros en tres horas y pico.
El cargador elegido es uno de la empresa Wenea, de una potencia de nada menos que 200 kW. El modelo de mi coche es del 2019 y tiene limitada la potencia de carga máxima a 70 kW; aun así, cargamos 47,5 kWh en 40 minutos, tiempo inferior al que necesitamos para comer en el restaurante. El precio al ser una carga rápida fue de 28 euros. Los nuevos modelos de vehículos eléctricos en el mercado, hubieran necesitado menos de la mitad de ese tiempo. La evolución de la tecnología de vehículos eléctricos mejora de forma imparable. En cuanto al precio de la energía en estos puntos de recarga rápida son más elevados que los de carga semirrápida y pueden oscilar entre los 0,39 a 0,7 euros/kWh. Desde mi modesta opinión son precios elevados desde el punto de vista del coste de la energía eléctrica en el mercado diario, pero acordes con los precios actuales de los dispositivos novedosos de los puntos de recarga que tenderán a la baja cuando la economía de escala se implante y sean más los puntos de recarga disponibles. Afortunadamente estas recargas son excepcionales y normalmente se realizan en desplazamientos ocasionales de larga distancia.
El tercer tramo nos llevó hasta Sevilla, después de recorrer 243 kilómetros en dos horas y pico. Podíamos haber continuado la ruta con una recarga de 20 minutos para llegar a Cádiz, pero habíamos previsto una visita a la ciudad de Sevilla y alojarnos en un hotel que nos permitía cargar gratuitamente en su aparcamiento. Mientras dormíamos, el cargador que Tesla tiene en el hotel a 7,2 kW de potencia, cargaba nuestro coche en unas 8 horas y media, en total 57 kWh a coste cero.
Segunda parte: turisteando por las diferentes ciudades de Andalucía
La segunda parte del viaje fue más relajada y distendida en cuanto a conducción, estaba planificada para disfrutar de las visitas a algunos de los rincones de las tierras de Andalucía, visitando los encantos de la ciudad de Sevilla, los atardeceres de Arcos de la Frontera, la playa de la caleta de Cádiz y sus calles, el mas en la playa de Conil de la Frontera, los acantilados y la gastronomía de Vejer de la frontera, el Conjunto Arqueológico Baelo Claudia, Tarifa. Algeciras, pasar a la visitar la ciudad de Ceuta en el continente africano y subir al Peñón de Gibraltar. Todo el recorrido fueron unos 330 kilómetros en los cuales no tuvimos que hacer ninguna parada para recargar. Cuando los recorridos son por carreteras nacionales o comarcales y en ciudades la autonomía del vehículo eléctrico se amplia. En un coche eléctrico como el mío podemos tener una horquilla de autonomía en el día a día de 330 a 500 kilómetros, dependiendo del tipo de conducción, del recorrido y de las condiciones climatológicas. Pero transcurridos varios miles de kilómetros el consumo medio se mantiene entre los 14 y 15 kWh/100km.
Aprovechando la visita al Peñón de Gibraltar y a la deferencia que ofrece el Midtown car parking, 8 Reclamation Rd, de aparcar gratis a todos los vehículos eléctricos, recargamos en un cargador de la empresa PlugNgo de 7,2 kW de potencia, 45,52 kWh en unas 6 horas y pico que estuvimos visitando el Peñon, el coste fue de 20 euros. Se agradece encontrar facilidades que permitan la incorporación de una movilidad con emisiones cero en las ciudades. Este tipo de facilidades y otras siguen siendo necesarias si queremos transitar a un nuevo modelo energético sin combustibles fósiles, donde disponer de entornos saludables con cero emisiones contaminantes en nuestras ciudades. La única manera de hacerlo, además de fomentar los desplazamientos a pie y bicicleta en lugares adecuados, es mediante la electrificación del transporte público y privado acompañado de aparcamientos disuasorios cerca de las ciudades que permitan descongestionar los centros urbanos de tráfico rodado. Tenemos que ser conscientes de que el transporte por carretera es el causante del 93% de las emisiones de GEI de todo el sector transporte y los turismos y furgonetas, en particular, son los causantes del 72% de las emisiones del transporte por carretera. Es por lo tanto este sector el que debe ser electrificado sin demora por tener la tecnología disponible y ser de fácil aplicación.
La ruta turística relajada continuó con el desplazamiento hasta la ciudad de Marbella, unos 160 kilómetros, donde volvimos a aprovechar el tiempo de aparcamiento en las proximidades de la playa para recargar en menos de tres horas, unos 16 kWh en un cargador semirrápido de 7,2 kWh de la empresa Spot2charge. El coste de la recarga fueron 7,22 euros y dejamos la batería cargada al 77%.
Tercera parte del viaje: regreso a casa
Esta tercera parte la realizamos en dos días, debido a la hora de salida de Marbella. Podríamos haber hecho la vuelta en una sola etapa, recorriendo los 900 kilómetros de distancia en tres tramos de tres horas de carretera y dos paradas de una hora cada una para descansar y recargar. Pero para ello, deberíamos haber salido de Marbella, por la mañana, en lugar de salir a las cinco de la tarde, que fue la hora que iniciamos la vuelta a casa.
Hicimos un primer recorrido hasta Granada, recorriendo los 180 kilómetros de distancia en menos de dos horas para llegar a un cargador donde poder aprovechar las bonificaciones que me ofrece la empresa Repsol luz y gas por contratación de suministros. Realizamos una carga rápida a una potencia de 50 kW en una hora a coste cero. Cargamos la batería del 17% al 93% y aprovechamos la parada para cumplir la promesa pendiente y aplazada en el viaje, de hacer unas carreras en un karting cercano, lástima que no fueran todavía eléctricos como el Elèctric Karting Salou, todo se andará… El segundo recorrido nos llevó de Granada a Valdepeñas después de recorrer otros 215 kilómetros, en poco más dos horas. Llegamos con el 26% de carga. Eran las diez de la noche, hora para cenar y descansar.
Al día siguiente por la mañana mientras la familia dormía, recargué el coche en un cargador de 50 kW de potencia de la empresa Wenea, que en menos de una hora recargó 42,3 kWh a un precio de 17,76 euros, dejando la batería al 90%.
Una vez descansados y después de un buen desayuno iniciamos la segunda etapa de regreso a casa. Salimos a las 11:30h con destino Alcalá de Henares, recorriendo 230 kilómetros en dos hora y cuarto. Parada para comer y a la vez recargar a coste cero en otra estación de recarga de Repsol a 50 kW de potencia, tardó menos el coche en cargar que nosotros en comer. Recargamos 56,37 kWh.
El siguiente y último recorrido del día de regreso a casa nos llevó desde Alcalá de Henares, de donde salimos a las 16:00, hasta la llegada a nuestro destino (Oyón) en 3 horas de viaje recorriendo 308 kilómetros. Todavía teníamos en la batería un 17% de carga.
Por fin en casa
Ya en casa, una recarga lenta a 3,6 kWh, aprovechando las horas valle para dejar el coche cargado al 100% tal como empezamos el viaje (en condiciones normales lo hubiera cargado al 80%). Total: 56 kWh con un coste de 6 euros.
¿Todavía tienes dudas para dejar atrás los vehículos que queman combustibles fósiles y pasarte a la movilidad eléctrica, contribuir con tu grano de arena a un mundo que consuma menos recursos energéticos y que sea más eficiente y menos contaminante?
En el total del viaje se recorrieron 2.280 kilómetros, con un consumo de 372 kWh y un coste de 84,1 euros. Las emisiones de CO2 fueron de 50 kg, dando por bueno el dato de la media nacional del sistema de generación del sistema eléctrico español indicado en la última factura de electricidad, correspondiente al consumo del mes de mayo de 2023, que es de 136 gr C02/ kWh. Aunque puede variar cada año, la tendencia es a disminuir debido a la incorporación creciente de energía renovable al sistema, en lo que vamos de 2023 el valor registrado por REE es de 120 gr C02/kWh.
De haberlo realizado con un coche de gasolina de similares características, con un consumo medio al cabo de unos miles de kilómetros de 7 l/100km, hubiera necesitado 160 litros a un coste de 1,6€/l serían 255 euros, tres veces más que con el eléctrico.
Dando por bueno que para la combustión interna de un litro de gasolina un motor emite 2.392 gramos de CO2, tendríamos unas emisiones de 382 kg de C02, 7,6 veces más que con el eléctrico. En cuanto a la energía utilizada por un coche de gasolina, considerando que la gasolina al arder proporciona 9,7 kWh, nos daría en este viaje un consumo energético de 1.552 kWh, 4,2 veces más que el eléctrico.
Visto lo visto, ¿todavía tienes dudas para dejar atrás los vehículos que queman combustibles fósiles y pasarte a la movilidad eléctrica, contribuir con tu grano de arena a un mundo que consuma menos recursos energéticos y que sea más eficiente y menos contaminante? Los daños producidos por la quema de combustibles fósiles son irreparables, en nuestras manos está no empeorarlo aún más. Dejar de utilizarlos es hoy posible, no hay excusas, solo tienes que proponértelo.
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