EH Bildu se abre ya a pactar la reforma educativa con el Gobierno de Urkullu
La reforma educativa en Euskadi, un 'debe' en las promesas de Iñigo Urkullu desde su primera legislatura, ha cogido velocidad repentina e incluso es público ya que EH Bildu se ofrece a pactar la nueva ley con el Gobierno, una coalición de PNV y PSE-EE. A las 9.30 horas, el presidente de la ponencia que desde hace meses ha reunido a expertos y agentes sociales en el Parlamento Vasco, Gorka Álvarez (PNV), ha presentado en papel un documento con unas bases para el pacto educativo. En cuestión de horas, antes de las 13.00 horas en todo caso y a pesar de admitir que no habían leído y analizado en profundidad las propuestas, los partidos de la oposición se han posicionado ya claramente en este debate. PP+Cs y Vox han considerado que ahonda en un modelo nacionalista y parecen descartados, Elkarrekin Podemos-IU ha lamentado que “iguale” a la escuela pública con la privada y se aleja también mientras EH Bildu entiende que se trata de un punto de partida “adecuado” para “llegar a un consenso amplio”.
Entre otros puntos, el documento plantea un modelo educativo plurilingüe con el euskera como lengua vehicular, con una garantía de competencias mínimas en castellano y con al menos una lengua extranjera. Además, enfatiza que la educación sostenida con dinero público (también la concertada, por lo tanto) ha de ser gratuita de modo que no haya cuotas sucedáneas que aboquen a un modelo segregador para las personas de rentas más bajas. No menciona, eso sí, que Euskadi tiene únicamente un 50% de su alumnado en la red pública, el dato más bajo de España.
La portavoz educativa del PNV, Leixuri Arrizabalaga, ha considerado que “es un buen punto de partida” y que, con estas bases, toca ahora “tejer acuerdos” para sacar adelante la ley educativa “con el mayor número de grupos políticos”. “Hay más cosas que nos unen de las que nos separan”, ha confiado. Desde el PSE-EE, socio de Gobierno, José Antonio Pastor también ha apelado al “más amplio acuerdo posible” en el camino hacia un modelo “igualitario” y “que tenga a la escuela pública como referente”.
Precisamente echando en falta esta preferencia por la enseñanza pública Elkarrekin Podemos-IU ya se ha desmarcado del borrador. La coalición ya entregó hace unas semanas su propia propuesta para ir reduciendo conciertos educativos con entidades privadas y ahora lamenta que no haya una “apuesta clara” por hacer de la pública el “eje vertebrador” de la nueva ley. “Posiblemente es el debate central de la legislatura”, ha asegurado Íñigo Martínez. Desde EH Bildu, Ikoitz Arrese sí ha recogido con satisfacción la radiografía que se hace del sistema, una postura no exenta de cuestionamiento interno por el debate sobre la escuela pública frente a las ikastolas, que son privadas. “EH Bildu va a poner todo lo que tiene para lograr un acuerdo nuestra educación se merece”, ha solemnizado Arrese después de glosar algunos aspectos positivos de la propuesta del presidente del PNV.
La reforma, en todo caso, contará con el rechazo frontal de la derecha. PP+Cs ve “un acuerdo por debajo de la mesa” entre PNV y EH Bildu para caminar hacia un modelo nacionalista en la enseñanza y ha pedido expresamente que la reforma “refleje la pluralidad de la sociedad vasca”. Vox ha ido más allá todavía y ha asegurado que se relega al castellano en la apuesta por la “euskaldunización”.
La actual Ley de Educación autonómica fue aprobada hace 28 años. En ese período, la normativa básica estatal ha cambiado en numerosas ocasiones. La última de ellas fue a propuesta de la ministra socialista Isabel Celaá, que fue consejera vasca de 2009 a 2012 y que impulsó precisamente el final de los modelos A, B y D y el trilingüismo. En realidad, el Gobierno de Urkullu tiene prometida esta reforma desde 2015 (en su primera legislatura) e incluso estaba prevista para el tercer cuatrimestre de 2019, según el programa legislativo de 2016 (en su segunda legislatura). Ahora, la intención es presentar el proyecto de ley en 2022, aunque antes se diseñó una ponencia parlamentaria para recoger voces de expertos. Han sido un centenar los que han pasado. También se ha hecho una visita oficial a Catalunya para conocer su modelo lingüístico.
Ahora se abre un período de dos semanas para que los grupos hagan aportaciones al dictamen del presidente Álvarez, aunque también se abrirá una ventana para que los expertos que han pasado por este foro hagan sus puntualizaciones. Formaciones como Elkarrekin Podemos-IU, en cambio, han denunciado la “prisa” por resolver en pocos días un debate de calado.
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