Euskadi confía en lograr más cuota que su peso poblacional en el reparto de fondos europeos en España y se fija 6.400 millones como objetivo
El Gobierno de Iñigo Urkullu ha presentado este martes la versión 2.0 de su plan 'Euskadi Next', su propuesta para captar fondos del programa europeo 'Next Generation EU'. El documento, de 128 páginas, es a la vez más y menos ambicioso que la formulación original, hecha pública por el propio lehendakari y por el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, el 29 de diciembre de 2020. Es más ambiciosa porque suma 88 nuevos proyectos a un listado inicial de 188 -singularmente se incide ahora en el sector aeronáutico, por ejemplo- y la cuantificación económica de esas iniciativas pasa de 13.135 millones a 18.286,6 millones, un 39,22% más. Pero es más realista al entender que solamente un 35% de ese presupuesto global -y como máximo- podría recabar ayudas comunitarias, es decir, 6.400 millones de euros. En diciembre ascendía hasta el 43%. Esa cuantía, en todo caso, es el equivalente al 51,43% del presupuesto total anual de la comunidad autónoma.
Euskadi encara el histórico plan para la reactivación económica tras la pandemia en un mar de incertidumbres, según confiesan en público y en privado los artífices de 'Euskadi Next'. Hay dudas sobre el alcance global final del plan, aunque se trabaja con la hipótesis de que España opte a 70.000 millones de euros. Y hay dudas sobre cómo será la “gobernanza” de esos fondos, en palabras del consejero Azpiazu. ¿Qué parte del dinero será gestionado por el Estado y qué parte por las autonomías? Y, sobre todo, ¿cómo se territorializará en España? Si el modelo es el de los fondos de cohesión comunitarios, entonces la distribución se suele ceñir a criterios poblacionales. Euskadi tiene el 4,69% de los habitantes de España y eso llevado a millones de euros respecto a los 70.000 es justo la mitad de lo aventurado, unos 3.200 millones. Sin embargo, fuentes del Gobierno vasco confían en la “mayor capacidad de absorción” que se ha logrado en otros programas interterritoriales, con una proporción en el reparto “muy superior” al peso poblacional.
Si hay convocatorias abiertas en las que compitan proyectos, Euskadi se aferra a la calidad de sus propuestas, en las que pone el acento en la capacidad de “transformación” de la economía frente a planes más de contingencia o estímulo para afrontar una crisis. Cita el Gobierno vasco en el plan que no se trata de devolver el PIB a los niveles previos a la COVID-19 -que también- sino de “sentar las bases del progreso y la prosperidad para las siguientes generaciones” en toda Europa. Se trata de que contribuyan también a los retos de la transformación digital y de la transformación ecológica.
El plan se vuelve a estructurar en ocho componentes estratégicos. Por áreas, el componente que menos crece respecto a la versión inicial es el de “hábitat natural y prevención de desastres naturales”, apenas un 1,40% más. Las áreas de aprendizaje y economía circular, por el contrario, casi tienen un 60% de dotación. El 28% de los proyectos se imbrican en los denominados PERTE, un neologismo que define a los proyectos marcados como estratégicos por España, como el vehículo eléctrico, la aeronáutica o la modernización del Sistema Nacional de Salud, muy tocado tras la pandemia. Además, Euskadi ha 'inventado' los PERTE regionales, con otro 35% de presupuesto. Y a los 18.286,6 de iniciativas públicas o público-privadas se le añade otro listado de proyectos estrictamente privados que aspiran también a ser financiados desde la Unión Europea.
Y hay otro elemento de análisis, el de la territorialización del gasto dentro de Euskadi. Se considera que el 59% del presupuesto tiene un enfoque global. Del resto, un 18% va a parar a Bizkaia, un 12% a Gipuzkoa y un 11% a Álava. En todos los casos hay caídas en relación al plan inicial, que dotaba con un 22%, un 12,6% y un 13%, respectivamente, a los territorios. El Gobierno entiende que se ha incidido más en programas de alcance autonómico con los de Salud y Educación y, además, con el crecimiento del 39% en el montante global, las tres provincias recibirían más en términos absolutos de cumplirse las previsiones.
“No sabemos cuándo va a fluir el dinero”, ha admitido ante los medios de comunicación, en todo caso, el consejero Azpiazu, que en la anterior presentación sí que fijó como plazo el segundo semestre de 2021. Tampoco se sabe el cuánto. El 35% es simplemente una referencia, porque en función del tipo de convocatoria europea se cubre con ayudas un porcentaje muy variable, desde el 10% hasta el 70%. En el caso de los privados, no pasará nunca del 20%. Ante tantas incertidumbres, Azpiazu se ha conjurado para trabajar y tratar de defender“ las posiciones vascas en Madrid.
Por otro lado, el consejero ha informado de que en los próximos días cerrará con la ministra María Jesús Montero un acuerdo para la transferencia de 218 millones de euros del Estado para derivarlos en ayudas a sectores afectados por la pandemia. En este caso el 3,11% de la dotación total del plan estatal, 7.000 millones, aunque en realidad la cuantía efectiva era de 5.000 millones descontados los 2.000 asignados a las autonomías insulares, Baleares y Canarias. La firma será “telemática”. La convocatoria se lanzará “en junio” y el Gobierno autonómico ya prepara un dispositivo con “43 técnicos” de nueva contratación para que todo el papeleo sea ágil y la “concesión” esté resuelta “antes del 31 de diciembre”. Azpiazu ha adelantado que se ampliarán los CNAE beneficiarios -código que identifica a una actividad- para abarcar a más sectores, pero no ha concretado en qué está pensando. Una de las polémicas que se suscitó en un inicio fue la exclusión del sector bodeguero.
64 millones más para un proyecto de Querejeta y 127 para 'el Guggenheim 2': todos los proyectos
Una de las 88 novedades del listado de 276 proyectos que buscaran financiación europea es el plan 'Araba Sport Capital'. Según se describe, es un “hub en Álava de formación avanzada, investigación y emprendimiento en materias relacionadas con el deporte de elite, la salud y las nuevas tecnologías”. Se especifica que es “público-privado con participación del Alavés y del Baskonia”. Está valorado en 64 millones, sin que se concrete cuánto ponen las entidades que dirige Josean Querejeta y cuánto la Administración. Se da la circunstancia de que Querejeta ya ha encontrado la complicidad institucional para lanzar su propia Universidad privada, denominada Euneiz y que ahora busca el reconocimiento definitivo en el Parlamento Vasco con la mira puesta en arrancar en el curso 2022-2023. Este plan, también vinculado a la salud, el deporte y la tecnología, ha sido muy cuestionado en algunos informes de la Universidad pública (UPV-EHU) y de la agencia Unibasq. Igualmente, el empresario deportivo ha querido embarcar a las instituciones en que financien una ampliación del estadio de Mendizorroza, que es un recinto municipal.
En el listado aparece también el Guggenheim de Gernika, la “ampliación verde” de la sede de Bilbao y pensado en “clave armónica” entre la cultura y la recuperación de suelos degradados desde un punto de vista “absolutamente vanguardista”. Está presupuestado en 127 millones de euros. La denominada Basquevolt Gigafactory, con 882 millones, sigue siendo uno de los planes estrella. Se trata de la fabricación de baterías motoras para vehículos eléctricos y cuya sede se quiere instalar en el parque tecnológico de Miñano. Otros planes multimillonarios son el corredor vasco del hidrógeno (1.300 millones para un 'cluster' para impulsar una nueva energía), Vitoria-Gasteiz Mobility Lab (327,5 millones para estudiar coches autónomos y aparcamientos inteligente), Basque Digital Water (modelos hidráulicos precisos, 543 millones), transformación digital de las redes eléctricas (489 millones para modernizar la red y adaptarla al autoconsumo y las renovables), regeneración de suelos (885 millones), transformación de acerías (350 millones), Aixeindar (270 millones en parques eólicos), la línea 5 del metro de Bilbao (350 millones para la ampliación al hospital de Usansolo, en Galdakao), Mass Transit Excellence Center (650 millones para electromovilidad) o el de eficiencia energética (435 millones), colaboración público-privada en materia de cambio climático (497,8 millones).
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