Euskadi notifica otros 172 fallecidos con COVID-19 y alcanzó el 10 de enero el día con más decesos desde el confinamiento
Los datos de la pandemia en Euskadi arrojan dos indicadores con evolución negativa en contraste con la caída de la incidencia del pico de 7.000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días del 11 de enero a los actuales 4.289,56. Por un lado, las hospitalizaciones vuelven a crecer y se sitúan en 842 pacientes ingresados con COVID-19 frente a los 840 del pasado jueves, el último día con referencias. Por otro lado, y sobre todo, los fallecimientos siguen subiendo. Han sido 136 decesos con coronavirus del 14 al 20 de enero, a los que se suman 36 más del 7 al 19 de enero notificados ahora. Son 172 en total. En ambos casos, son los registros más altos desde el confinamiento.
Respecto a los fallecimientos, Osakidetza ha comunicado este lunes un error respecto a los datos que ofreció la pasada semana. Son 36 decesos no comunicado que afloran ahora, por lo que saltan los datos de 108 muertos a 144, la peor semana desde abril de 2020 y con el peor día desde entonces, el 10 de enero con 28 fallecimientos en 24 horas. Además, añade que del 14 al 20 de enero murieron otras 136 personas, aunque se estima que 42 de ellas no murieron por el Sars-Cov-2 como causa principal. A falta de mayores ajustes, son 5.392 las muertes totales de personas con COVID-19 en la pandemia. En los últimos días ha muerto un treintañero y el resto son personas mayores de 50 años.
En cuanto a la situación hospitalaria, a pesar de la ligera subida, del 17 al 23 de enero ingresaron 600 personas en la red de Osakidetza, un 19% menos. En los últimos siete días el tope de ingresos diarios ha sido de 101 y la anterior semana llegó a 150. La media es de unos 85 cada 24 horas. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, ha defendido que “la tendencia ha cambiado” por la fuerte caída de la incidencia y apoyada también en la “estabilización” de la presión hospitalaria. De hecho, ha insistido en un “descenso en el número de nuevos ingresos en torno a un 25% respecto a datos de hace una semana”. Eso sí, ha pedido “prudencia” porque la situación actual sigue impidiendo “afrontar con normalidad otro tipo de actividades como las cirugías programadas” desde el 7 de diciembre si bien, en los últimos días, “se ha recuperado parte” de esa programación. 22 menores de 18 años ingresaron la pasada semana mientras que el 70,6% son mayores de 60 años. La evolución en la UCI sí es más favorable, ya que hay 122 pacientes críticos por 143 de hace una semana, el pico de la ola. No se precisa qué proporción de la bajada corresponde a altas y cuál a 'exitus letalis' o muertes.
En cuanto a la incidencia, este lunes los casos nuevos notificados han caído a 3.223 pero tras la realización de 7.695 pruebas PCR o de antígenos. Desde el 28 de noviembre no se hacían tan pocas. Ese día el 10,38% confirmó la presencia del virus en la muestra y ahora la positividad ha subido al 41,88%. La consejera Sagardui, en respuesta a preguntas de la oposición, ha insistido en que la caída de la incidencia no es un efecto de la reducción de pruebas. “Todas las que son necesarias se realizan. ¿Entre 14.000 y 20.000 pruebas diarias le parece poco?”, se ha preguntado en una jornada con casi la mitad de la horquilla más baja de las que ha ofrecido como ejemplo.
De lo que sí ha avisado es esta ola cae de manera “lenta” y no de manera repentina como algunas “predicciones” sobre Dinamarca o Sudáfrica que se habían publicitado para incidir en la supuesta levedad de esta fase actual de la pandemia. De hecho, se ha cuidado de expresar qué puede ocurrir a corto plazo con las restricciones vigentes. El 28 de enero expira el paquete de medidas en vigor en lo tocante a horarios y aforos introducidas antes de Nochevieja y el 31 de enero se acaba el plazo para el uso generalizado del denominado pasaporte COVID en la hostelería, en gimnasios, en eventos o en visitas a hospitales, residencias o cárceles.
Del 17 al 23 de enero -la semana número 100 de la pandemia- se confirmaron 35.407 frente a los 63.519 del período anterior y los 79.309 de tope de la pandemia. La tasa de positividad, en cambio, se mantiene en parámetros muy similares, ya que pasa del 39% al 37% y no muestra una bajada tan acusada. Asimismo, las tasas continúan presentando un comportamiento peor entre los más mayores, con más riesgo de hospitalización y letalidad. Un dato: entre los nonagenarios la mortalidad es del 20% y la tasa de incidencia marca 4.161,90 puntos. Por territorios, Álava se ha convertido en el que más casos tiene (4.636 de tasa) frente a los 4.461 de Gipuzkoa y los 4.003 de Bizkaia.
0