¿Baja la persiana UPyD?
Hasta ayer, UPyD estaba sumergida en la precampaña electoral vasca como uno más. Enviaba sus comunicados y participaba de debates como el de la inhabilitación de Arnaldo Otegi buscando su espacio. Este miércoles, sin embargo, el parlamentario de la formación en Euskadi y líder nacional, Gorka Maneiro, ha alentado la duda sobre si este partido se presentará o no a las autonómicas para la misión imposible de revalidar su escaño, el último cargo de relevancia de UPyD en toda España (aún conserva eurodiputados). ¿Bajará la persiana?
Maneiro, en la Cadena Ser, ha sido preguntado por si repetirá como candidato a lehendakari, como ya lo fue en 2009 y 2012, convocatorias en las que dio a UPyD un escaño por Álava que ha exprimido con numerosas iniciativas. Su respuesta, sin embargo, no sólo no ha aclarado la duda, sino que ha abierto otro debate. “Primero tenemos que decidir si nos presentamos a las elecciones”, ha respondido.
La irrupción de Ciudadanos en su espacio ideológico barrió a UPyD en las sucesivas convocatorias electorales tanto autonómicas como generales. Además de unas decenas de concejales en municipios pequeños, sólo sobrevive Maneiro como representante institucional, junto con los europarlamentarios. Hoy Maneiro, que siempre había defendido a capa y espada la validez de UPyD como proyecto de futuro, ha reconocido que “el partido ha sufrido bastante en los últimos tiempos” y que “los resultados obtenidos en las últimas generales fueron malos”. La estocada definitiva fue la salida del proyecto antes de esa repetición electoral de la fundadora, Rosa Díez, y de su delfín, Andrés Herzog, a los que sustituyó el propio Maneiro.
A pesar del trabajo de los últimos años, calificado de “histórico” por Maneiro, de cara al futuro Parlamento Vasco las posibilidades de retener el escaño son casi nulas. En las últimas generales UPyD apenas retuvo 1.496 votos en toda Euskadi. Los animalistas del PACMA o Recortes Cero, ambas fuerzas extraparlamentarias, tuvieron bastantes más apoyos que los magentas. Ciudadanos quedó muy lejos, ya que consiguió 40.000 apoyos (su tope está en 50.000). Algunas fuentes sostienen que cerrar ahora el ciclo sería un final “más digno” para estas siglas, aunque está programado un congreso a medio plazo.