Así es una OPE en medio de la pandemia: 5.000 personas llenan el BEC entre medidas de seguridad para buscar una plaza en la Ertzaintza

Son las 7.37 de la mañana del sábado y en el metro dirección a Ansio -la parada del Bilbao Exibition Centre (BEC) de Barakaldo- una treintena de jóvenes se apila mientras lee sus apuntes. Gorka, de los nervios, no puede sentarse y hace un repaso de última hora. Es la primera vez que se presenta a la oposición para ser ertzaina. “Vale, hago el examen y listo. Tampoco será para tanto”, se repite una y otra vez. Las medidas de seguridad por el coronavirus le preocupan menos que su resultado en la prueba. “Sí que me han dicho que seremos 6.000, pero si lo hacen será porque estará controlado”, confía.

Un total de 6.421 personas están convocadas a participar en en las pruebas selectivas teóricas de la convocatoria conjunta de Ertzaintza y Policía Local de Euskadi este sábado 27 de marzo. Los convocados optarán a 700 plazas de ertzaina y 51 de Policía Local en los ayuntamientos de Azkoitia, Basauri, Bermeo, Bilbao, Donostia, Durango, Etxebarri, Getxo, Hondarribia, Irun, Llodio, Lekeitio, Pasaia, Portugalete, Tolosa, Vitoria, Zarautz y Zumaia.

Sobre las 8.00 han abierto las puertas del BEC, recinto en el que tiene lugar el examen. En sus inmediaciones se ha amontonado un pelotón de personas y han pasando uno a uno en largas filas. La mayoría de ellos chicos que rondan los 20, pero también se han visto mujeres entre la multitud. Miren es una de ellas. “El teórico no es difícil, las pruebas físicas ya cuestan un poco más, pero cada vez somos más chicas las que nos presentamos”, asegura. 

Según las cifras aportadas por el departamento de Seguridad, 1.890 mujeres se han apuntado a la oposición. Uno de los retos del Gobierno vasco, es lograr que ese número aumente cada año para “corregir la infrarrepresentación de las mujeres en las plantillas”. “Es un compromiso para avanzar en la igualdad de mujeres y hombres, pero, también, para mejorar el servicio público cuando, por ejemplo, se atiende a víctimas de delitos machistas”, han explicado. El problema no es nuevo. Son ya décadas en las que se probó hasta un sistema de cuotas anulado por los tribunales.

“Las mujeres van presentándose de manera plausible. Hemos adoptado medidas primero para impulsar su participación y después para incrementar el acceso a la función pública policial al final del proceso selectivo con unas medidas que están recogidas en la ley que privilegian su acceso”, ha detallado el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, una vez han entrado todos los examinados a las salas.

Una vez dentro, los convocados se han dividido en diez filas a ambos lados de los pasillos del recinto y a un metro de distancia unos de otros. Hombres y mujeres vestidos con chalecos naranjas, rosas, amarillos y azules y en los que en la espalda se lee la palabra “Arkaute” -nombre de la academia vasca de policía- han ido guiando unos y a otros. “Tened a mano los códigos QR para entrar en la sala”. Una estrategia para facilitar el acceso sin necesidad de que el personal ayudante tenga que tocar a los examinados. Para el examen, el Gobierno vasco en colaboración con el BEC han llevado a cabo un plan de contingencia COVID-19 en el que se han contratado cuatro pabellones en los que se han examinado 1.286 personas, una ocupación del 50% de cada pabellón.

“El protocolo COVID-19 ha sido escrupulosamente diseñado y establecido y el cumplimento ha sido escrupuloso. Las imágenes acreditan que el cumplimiento se ha producido en todos sus términos con extremo rigor. Las personas que acceden al proceso selectivo están acreditando ya desde el primer momento en el que se les está dando opción de enseñar una disciplina y un rigor en el cumplimiento de las reglas que es elocuente y plausible”, ha afirmado Erkoreka.

De los 6.421 convocados han acudido cerca del 80%, es decir, más de 5.000, según los datos aportados por Andrés Zearreta, el director general de la Academia Vasca de Policía de Arkaute. En cuanto a la edad de los convocados, 217, un 4% tenían entre 18 y 20 años; 3.698 entre 20 y 29, un 58% del total y 2.437 entre 30 y 39 años, el 38% del total. La media de edad del cuerpo de la Ertzaintza, ronda los 50 años, según han aclarado, de ahí la necesidad de garantizar el relevo generacional y el rejuvenecimiento de las plantillas.