PNV y EH Bildu elevan a máximos su enfrentamiento en puertas del arranque del nuevo curso político
Cuando empezaron a producirse incumplimientos de las restricciones sanitarias y a sucederse botellones e incidentes, el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, acuñó un nuevo concepto, “mozkorra borroka”. Literalmente, significa “lucha de borrachera” y es un juego de palabras con la “kale borroka”. Añadió que la izquierda abertzale tenía que pedir a sus jóvenes que cesaran en esas prácticas. Hace unas semanas, con el rebrote estival de estos incumplimientos, el vicelehendakari y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, pareció rebajar el componente político de la polémica pero este martes el lehendakari, Iñigo Urkullu, lamentó que Arnaldo Otegi no haya sido nítido en la crítica de unas prácticas que se han extendido por Plentzia, Górliz, Astigarraga, Elgoibar, Donostia y otras localidades, aunque también en muchos puntos fuera de Euskadi. El líder de EH Bildu, entrevistado en Euskadi Irratia, ha calificado directamente de “miserables” esas acusaciones en un nuevo capítulo del enfrentamiento entre las dos principales fuerzas vascas.
“Lo de Plentzia de esta noche será mi culpa... Seamos serios. Ocurren en toda Europa”, ha insistido Otegi sobre las detenciones en la localidad vizcaína en la que aparentemente no hay fiestas pero en la que se están sucediendo no solamente aglomeraciones sino también altercados cuando interviene la Policía. El líder abertzale –que ha dicho no ser miembro de la “clase política” sino un “militante político”– ha criticado también que “el único tuit en todo el verano” de Urkullu haya sido “para insultar” a EH Bildu, a quien acusa de no posicionarse en contra de los recibimientos a presos de ETA tras su excarcelación. “Buscan un debate de un nivel muy bajo”, ha abundado Otegi.
Significativamente, Otegi ha dicho de Urkullu que “hay otros lehendakaris”, en referencia a la presidenta de Navarra, María Chivite, y a las autoridades de Iparralde y que su influencia no pasa de “tres provincias”. También que es más sencillo y “natural” alcanzar acuerdos con Pedro Sánchez en España y con Chivite en la comunidad foral, un mensaje de gran calado político pero que empieza a no ser nuevo en la política vasca. Cinco años después de su salida de la cárcel –ha remarcado– apenas ha tenido “dos o tres” encuentros con Urkullu, del que dice que “no tiene autoridad” y se limita a “dar sermones” a la sociedad vasca. Consultados por este periódico, tanto Ajuria Enea como Sabin Etxea –el cuartel general del PNV– han optado por no contestar a Otegi. No obstante, los mismos micrófonos de Euskadi Irratia por los que ha pasado el dirigente de EH Bildu se abrirán este jueves para Aitor Esteban.
En realidad, Otegi ha deslizado en la entrevista cuál fue el punto de origen de la gran ruptura entre ambas formaciones. Era 2018 y el mismo día en que el PNV apoyaba los presupuestos de Mariano Rajoy cerró con EH Bildu un acuerdo en el Parlamento Vasco para superar el Estatuto de 1979 con una propuesta soberanista. Sin embargo, con el proceso de Catalunya activo –en el que PNV y el propio Urkullu ejercieron de mediadores–, con Pedro Sánchez ya en La Moncloa con una promesa de completar el texto de Gernika y cogobernando con los socialistas, aquel documento quedó en nada unos meses después. También en 2018 saltó por los aires la única gran negociación presupuestaria a nivel autonómico que han afrontado.
Los dardos vuelan a todos los niveles y desde hace tiempo. No han sido infrecuentes incluso las escenificaciones en Madrid para mostrar quién ejercía de mejor conseguidor ante el Gobierno de España. En 2020, por ejemplo, si la izquierda abertzale pedía la derogación de la reforma laboral, el PNV arrancaba el compromiso de que Euskadi y Navarra pudiesen gestionar el PNV. El alcalde de Donostia, el “jeltzale” Eneko Goia, ha dicho recientemente que eran “tonterías” algunas reflexiones de Otegi sobre los botellones y hasta en un foro más técnico, como es la comisión de Salud del Parlamento Vasco, la consejera Gotzone Sagardui y la portavoz de EH Bildu, Rebeka Ubera, se han enfrentado abiertamente por la estrategia de restricciones para la actual fase de la pandemia. Y el batzoki de Madrid del PNV, con algunos “me gusta” entre dirigentes y cargos públicos, ha publicado un mensaje de Twitter del propio Otegi con una cerveza.
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