La aplicación del salario mínimo en el convenio de 65.000 trabajadores del campo sigue sin acuerdo

La aplicación del salario mínimo de 900 euros para los 65.000 trabajadores del campo de la región sigue sin cerrarse después de que los sindicatos y las OPAS hayan concluido la sexta reunión sin acuerdo.

Ha sido un encuentro presidido por mediadores de la Junta, en el que las organizaciones agrarias han aceptado la propuesta sobre el salario de los trabajadores fijos, pero no de los eventuales. Algo que ha provocado que se estanque el acuerdo de nuevo.

El punto de la discordia

Ambas partes coinciden en aplicar los 900 euros mensuales a los trabajadores fijos del campo en 14 pagas, aunque la patronal quiere incluir en esta cantidad la antigüedad. Mientras que los sindicatos consideran que el aumento debe aplicarse sobre el salario base.

En el caso de los eventuales las diferencias están entre los 42,62 euros de sueldo al día más vacaciones que defienden las organizaciones agrarias y los 46,38 de los sindicatos, vacaciones incluidas.

“No puede haber diferencias entre fijos y eventuales”

Las organizaciones sindicales defienden que el cálculo de los eventuales debe hacerse igual que el de los fijos, que tienen una jornada de 1.760 horas. “Lo que hacemos es dividir los 12.600 euros entre las 1.760 horas de jornada, y da un salario día de 46.38 euros”, ha explicado a este diario Saturnino Lagar, de CCOO. Advierte que no se puede medir de modo diferente a la clase trabajadora y critica que la patronal patronal del campo se haya negado a aplicar las tablas salariales. 

Subraya que la propuesta de los mediadores viene a ratificar su planteamiento, aunque las organizaciones agrarias han pedido un receso para estudiar la propuesta y retomar las negociaciones el día 11.

El sindicato denuncia que miles de trabajadores dependen de un convenio que aún no ha sido firmado por “la actitud intransigente e irresponsable de la patronal”, compuesta por las organizaciones agrarias APAG-ASAJA de Badajoz y Cáceres, COAG y UPA-UCE. 

Versión de las organizaciones agrarias

El presidente de Asaja Extremadura, Ángel García Blanco, ha criticado a los sindicatos en un comunicado, en especial a CCOO, por seguir enviando durante estos días “tablas salariales sin estar aprobadas por nadie con el fin de crear confusión”. 

“Son unos trileros que intentan confundir y engañar a los trabajadores y a la opinión pública”, ha subrayado García Blanco, que ha insistido que la voluntad de su organización es aplicar la normativa. “Pero siempre que sea clara, legal y ajustada a criterios profesionales”, informa la Agencia Efe.

Señala que por encima de estas cuestiones está el fondo del asunto, que es la aprobación de un real decreto “chapuza” a toda prisa. A su juicio tiene “mucho más contenido político que técnico y profesional debido la inmediatez de las elecciones”. 

Mientras, el presidente de APAG Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha alertado en otro un comunicado del futuro incierto para 35.000 trabajadores del campo si se aplica un 22,5 % de subida salarial. 

Un incremento así, en su opinión, haría “insostenibles” muchas explotaciones agroganaderas.

“El problema no puede ser la clase trabajadora”

En respuesta a estas declaraciones Comisiones Obreras advierte apunta a que meses atrás también había voces que aseguraban que la subida del SMI generaría “despidos masivos” y que el impacto negativo se percibiría en el primer trimestre del año. Sin embargo desde la entrada en vigor de la medida hay 101.835 personas más con contratos indefinidos y 45.022 menos con contratos temporales.

A ello añade que los problemas del campo no puede recaer en las espaldas de la clase trabajadora. “Hasta ahora los empresarios competían a la baja a base de los salarios de las personas que tenían a su cargo”. Lo que se está haciendo, advierte, es equiparar la balanza con los salarios que ya se pagaban en otras comunidades.