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“La Xunta miente, la situación en las Urgencias en Santiago es terrible, angustiosa”

Fátima Nercellas, delegada de personal en las Urgencias del Clínico de Santiago

Miguel Pardo

Fátima Nercellas fue la doctora que este pasado viernes trasladó a la Fiscalía el caso de la muerte de dos pacientes en las Urgencias del Hospital Clínico de Santiago tras esperar a ser atendidos en los pasillos de un servicio colapsado y masificado en aquel día y del que denuncia defectos constantes y falta de medios desde hace tiempo. La delegada de personal, e integrante del sindicato médico O'Mega, relata una situación “angustiosa” por parte de los profesionales sanitarios y denuncia la dejadez de la gerencia y de la Administración ante las denuncias suyas y de muchos otros compañeros. Además, responde a las palabras del conselleiro de Sanidad, Jesús Almuiña, o del propio Feijóo, que niegan negligencia alguna.

“La gerencia de la Xestión Integrada de Santiago sabe de sobra que falta personal, que necesitamos más espacio; llevamos nueve semanas de huelga y no dan solución”, explica Nercellas, que insiste en que aquel 2 de enero, especialmente masificado en las Urgencias, tanto el conselleiro como los gerentes, recibieron “tres avisos”. “Advertimos de una situación desesperada, con esas mismas palabras, y les pedimos que habían abierto la sala de rehabilitación antigua pero no hicieron nada”, cuenta.

En aquella jornada, en plena Navidad y con la gripe batiendo fuerte, la demanda fue “muy alta”. “Tanto que llegaron a entrar 50 personas, enfermos graves y menos graves, en una sola hora. Llegaron a acumularse 29 pacientes graves en los pasillos, identificados con los colores amarillo y naranja”, aclara a este diario una profesional que relata la “horrible” situación por la que pasa el personal.

“El estrés es altísimo y la situación es terrible; es angustioso tener todos los días gente grave por los pàsillos, teniendo que andar de los boxes a observación y a los pasillos para ver si todo ve bien”, añade quien cifra en un 20% el número de bajas en enfermería y en un 15% entre los auxiliares.

La situación se agrava al tener que atender, en su mayoría, gente de muy avanzada edad, que tiene dificultades para detallar los síntomas y explicar su situación, lo que aumenta la necesidad de disponer de más medios, espacio y tiempo para atenderlos. “Llevamos nueve semanas en huelga y seguimos sin solución, parece que les da igual”, dice respecto de la gerencia, tras recordar que desde el día 3 de este mes sabía que su sindicato analizaba ya la posibilidad de denunciar ante la Fiscalía las muertes de los dos pacientes. “Ni tan siquiera llamaron”, dice.

“El más triste es que no ven la realidad; niegan que haya gente en los pasillos a pesar de los correos que les enviamos y las imágenes. Dicen siempre que es puntual y poco tiempo”, añade Nercellas sobre los responsables de la gerencia y del propio Sergas, que niegan la situación de colapso y a los que acusa de “vivir en un universo paralelo o mentir”. “Sinceramente, creo que mienten porque están negando la evidencia”, asegura.

Además, Nercellas asegura que los problemas vienen de lejos, al incrementarse el número de urgencias en los últimos años, y aclara que hay fórmulas para calcular el número de personal necesario habida cuenta los enfermos que acuden. “Esos cálculos han quedado estancados en 2013; si somos estrictos, y siguiendo esas fórmulas establecidas, deberíamos contar ya con 20 médicos más, pero con 7 nos arreglaríamos para cubrir por lo menos los días de semana”, añade sobre una de las demandas por las que los médicos secundaron la huelga.

“Si hemos hecho huelga ha sido también para llamar la atención sobre el problema y evitar más muertes o presencia de personas deterioradas en los pasillos; nuestra idea es que no pasase nada, que se abrieran los espacios cerrados... Pero pasó”, concluye quien alude a la “desesperación” de los profesionales ante la falta de respuestas por parte de la Xunta a sus peticiones y quejas. “Y pasa en muchos ámbitos de la sanidad, no sólo en las Urgencias”, remata.

Por otra parte, la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública ha emitido un comunicado en el que considera los casos trasladados a la Fiscalía de una “extrema gravedad” y advierte de que, en caso de que se confirmasen, “supondría la corroboración” de las denuncias que llevan “realizando desde hace años de que los recortes y privatizaciones del sistema sanitario público en Galicia tienen serias repercusiones sobre la salud de la población”.

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