“La gente conoce mi historia porque juego en la NBA, pero hay muchas más silenciadas en Turquía”

Londres se convirtió este jueves en escenario de la todopoderosa NBA. Washington Wizards contra New York Knicks. El pivot de los Knicks Enes Kanter se había convertido días antes en el centro de atención porque se negó a viajar a Londres. Kanter, turco, tenía miedo de ser arrestado o incluso asesinado bajo órdenes de su presidente, Recep Tayyip Erdogan, a quien ha criticado abiertamente. “Justo cuando mi equipo estaba volando, Turquía presentó ante la Interpol una alerta roja de detención con mi nombre. Si hubiese ido a Londres, podrían haberme arrestado”, cuenta en la entrevista con eldiario.es.

Kanter ya fue detenido en el aeropuerto de Rumanía en 2017 cuando el Gobierno de Turquía decidió revocarle el pasaporte. “Por suerte el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU me ayudó a volver”, cuenta. Desde entonces no tiene pasaporte turco y tampoco la ciudadanía estadounidense –tiene un documento de viaje emitido por EEUU que le permite salir y entrar del país–. El pivot anunció su decisión de no viajar a Londres dedicándole unas palabras a Erdogan: “dictador”, “maníaco”, “lunático”. El presidente puso el punto de mira sobre Kanter por ser miembro del Movimiento Gulen, al que acusa de orquestar el intento de golpe de Estado en Turquía de 2016. “Intenta ir a por mí desde hace años porque juego en la NBA y tengo esa tribuna y porque hablo de estos temas en EEUU”, cuenta.

“Erdogan eligió a Fethullah Gulen como chivo expiatorio del golpe. Aquel viernes por la noche yo estaba con el señor Gulen en su casa en la misma habitación y cuando uno de sus asistentes nos trajo la noticia y nos dijo que estaba ocurriendo un intento de golpe de Estado en Turquía todos quedamos en shock. Gulen estaba en shock”, recuerda Kanter. “Vi con mis propios ojos lo que hizo. Todo lo que hizo fue sentarse en su silla y rezar por su país. Por eso soy muy franco con este tema y a la vez estoy triste”, añade.

Desde aquel día, Erdogan ha lanzado una campaña brutal e indiscriminada contra sus opositores, a quienes acusa de terroristas. “Lo único que aterrorizo es el aro”, bromeaba Kanter en Twitter la víspera del partido que vería desde el salón de su casa. Desde el 15 de julio de 2016, Erdogan ha detenido a unas 300.000 personas, 150.000 han sido despedidas de sus puestos de trabajo y ha cerrado 189 medios de comunicación, según los datos del grupo Turkey Purge. Turquía es el país con más periodistas encarcelados del mundo. Las críticas son señal de pertenencia a grupos terroristas.

¿Sabía que estaban preparando una orden de detención antes de que tomase la decisión de no viajar a Londres?

No, no lo sabía. El Gobierno de Turquía es muy conocido por capturar a sus opositores. Sus largos tentáculos están por todas partes, por eso temía por mi vida si viajaba a Londres a jugar. Además, hay muchos turcos en Europa y podría haber simpatizantes locos de Erdogan que intentasen hacer algo.

¿Qué piensa su familia de todo esto? ¿Están perseguidos en Turquía?

En 2017 la policía registró mi casa en Turquía y se llevaron todos los dispositivos electrónicos: teléfonos, ordenadores, etc. Querían ver si seguía en contacto con mi familia y si hubieran visto un solo mensaje de texto, estarían en la cárcel. Después de ese registro, detuvieron a mi padre y lo metieron en la cárcel durante siete días. Gracias a la presión que hicimos desde EEUU a Turquía, lo tuvieron que poner en libertad. Ahora tiene otro juicio a mediados de marzo y se enfrenta a 15 años de prisión.

¿Por qué? ¿De qué le acusan?

Bueno... por ser mi padre. Era profesor y le despidieron solo por ser mi padre. Ahora se enfrenta a otro juicio sin ninguna prueba, solo por ser el padre de Enes.

¿Tiene miedo a Erdogan? ¿Seguirá criticándolo tan abiertamente?

La gente no para de preguntarme por qué sigo hablando. Juego en la NBA y tengo una gran tribuna, por eso utilizo esa tribuna para intentar ayudar a gente inocente. La gente conoce mi historia porque juego en la NBA, pero hay miles y miles de historias ahí esperando a ser escuchadas. Así que no me importa lo que hagan, que seguiré denunciando estas cosas.

Estoy utilizando mi historia para contar la historia de otra gente. Creo que es muy importante que el mundo conozca lo que está pasando en Turquía porque ahora Erdogan está abusando de su poder para violar los derechos humanos y no hay libertad, libertad de prensa, democracia. Por eso quiero que todo el mundo sepa lo que está pasando.

¿Está afectando esto a tu carrera profesional?

Por supuesto ¿Qué equipo va a querer lidiar con este tema? Este verano seré agente libre y este asunto asusta a algunos equipos, pero creo que lo que estoy haciendo es mucho más grande que el baloncesto y mucho más grande que la NBA. Por eso seguiré hablando de ello.

No soy político, ni periodista, solo soy un jugador de baloncesto y estoy intentando concienciar a la gente de lo que está pasando. Intentaré hablar con la Administración Trump y ver qué puede hacer. Él es probablemente la persona más importante que puede ayudarme y sin duda intentaré reunirme con él para ver qué puede hacer.

¿Qué está intentando hacer Erdogan con esta persecución a opositores?

Quiere ser el rey del baile. O eliges su camino o no eliges nada. No se puede decir nada malo sobre el régimen. Si eres periodista, no puedes escribir nada contra él o te meterá en la cárcel. Utiliza sus medios de comunicación para mentir a todo el país, pero el mundo sabe lo que está pasando.

¿Cómo explicaría al mundo lo que es el Movimiento Gulen?

El Movimiento Gulen es un movimiento social global inspirado por el erudito islámico Fethullah Gulen, que sigue la tradición sufí del islam, y centrado en una educación no religiosa y la lucha contra la pobreza. Gulen ha inspirado a millones de personas a abrir escuelas modernas y no religiosas. Este movimiento tiene escuelas en 170 países del mundo y enseña a la gente a pensar. Educa a la gente. Gulen cree que todos nuestros problemas tienen su esencia en la educación y solo se pueden solucionar con educación. Irónicamente, yo le visito cada dos o tres semanas y de todo lo que habla es de cómo hacer de este mundo un lugar mejor.

¿Qué hace cuando va visitarle?

Como no puedo volver a mi país, voy ahí y me encuentro con amigos turcos y con Gulen, es como una familia. Estoy con ellos, comemos comida turca, hablamos y discutimos sobre cómo convertir el mundo en un lugar mejor. Cada vez que voy es para mí una bendición.