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CLAVES

Cómo de peligrosa es la situación en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia

Imagen de archivo de la central nuclear de Zaporiyia (Ucrania).

Peter Beaumont

8 de agosto de 2022 22:32 h

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La ONU ha pedido que inspectores internacionales tengan acceso a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia tras el bombardeo sufrido este fin de semana. ¿Hasta qué punto es peligrosa la situación? ¿Qué puede ocurrir a partir de ahora?

¿Por qué es importante la central nuclear de Zaporiyia?

Construida en la época soviética, la central nuclear de Zaporiyia es la mayor de Europa. Sus seis reactores de agua a presión (de los que funcionan actualmente dos) son cruciales para Kiev por su capacidad de generar energía para hasta cuatro millones de hogares.

Situada en Enerhodar, en la orilla sur del río Dniéper y al suroeste de la ciudad de Zaporiyia, la central ocupa una posición estratégica clave para las fuerzas invasoras rusas y para las ucranianas, que se han disputado su control desde que empezó la guerra.

Rusia, que controla la planta, ha utilizado el extenso emplazamiento como lugar de tiro “protegido” desde el que disparar contra las posiciones ucranianas. Creen que la presencia en la zona de los reactores refrigerados por agua, así como de instalaciones para almacenar combustible usado, evita que Ucrania devuelva el fuego arriesgándose a un accidente nuclear.

El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, ha acusado a los rusos de utilizar la planta como un escudo nuclear. “Por supuesto que los ucranianos no pueden devolver el fuego, no vaya a ser que se produzca un terrible accidente en la planta nuclear”. La jugada ha permitido a Rusia cargar contra zonas como la ciudad de Nikopol, al otro lado del río, que en las últimas semanas sufrió intensos bombardeos.

¿Por qué aumenta ahora la preocupación?

Hay dos razones detrás de la preocupación creciente por la central, que permanece bajo control ruso que se mantiene operada por personal ucraniano. Debido a la interrupción impuesta por el conflicto, a las autoridades internacionales de seguridad nuclear les preocupa la falta de piezas de repuesto, el acceso para el mantenimiento rutinario de los reactores y la falta de contacto con el personal.

Un segundo problema es el uso de misiles Grad en los alrededores de la central este fin de semana, algo de lo que rusos y ucranianos se acusan mutuamente. Según la autoridad nuclear ucraniana Energoatom, hubo impactos de estos misiles cerca de la zona de almacenamiento de combustible usado. Energoatom también denunció que las tropas rusas habían “apuntado específicamente” contra los contenedores a pesar de la presencia de soldados rusos en el lugar.

Pero cabe destacar que en ocasiones las autoridades ucranianas han exagerado los riesgos nucleares que el conflicto plantea en Chernóbil y en Zaporiyia, por lo que sigue sin estar claro el nivel de peligrosidad del incidente del fin de semana.

El objetivo de Ucrania, que la planta sea considerada como una zona desmilitarizada, es una llamada a la prudencia, pero también una forma de negar a las fuerzas rusas un lugar desde el que pueden bombardear con relativa impunidad.

Otro aspecto es la afirmación de los servicios ucranianos de espionaje (difundida por los medios de comunicación del país) de que Rusia ha minado las instalaciones. Según esa información, el general de división ruso a cargo de la guarnición de Zaporiyia y jefe de las tropas de defensa contra la radiación, los productos químicos y los productos biológicos, Valery Vasiliev, dijo: “La tierra será rusa o un desierto quemado”.

Pero una detonación importante y deliberada en Zaporiyia es un peligro tanto para el sur de Rusia como para Ucrania, debido a la contaminación nuclear. De ahí la relevancia de distinguir entre “chantaje nuclear” y una amenaza de verdad que también tendría repercusiones en Rusia.

¿Qué peligro tienen los bombardeos en torno a la central?

Protegidos con acero, hormigón armado y sistemas contra los incendios, los reactores están diseñados para resistir impactos importantes, como el de un avión civil que se estrellase contra ellos (aunque un ataque con un misil de gran tamaño podría ser más problemático).

Pero las construcciones que albergan el combustible usado no tienen los mismos niveles de protección. Eso hace que sea más probable un escape de combustible como consecuencia de la guerra que la catástrofe de un accidente nuclear con un reactor.

Probablemente el problema actual más grave de la central son las operaciones de seguridad: el deterioro del sistema causado por el conflicto se ha visto agravado por el riesgo de un bombardeo.

Según el director del Organismo Internacional de la Energía Atómica, Rafael Mariano Grossi, la crisis actual en los sistemas de supervisión de seguridad es un grave riesgo para la salud pública y el medioambiente dentro y fuera de Ucrania, una situación que, en su opinión, está “completamente fuera de control”.

“Hay una serie de cosas que nunca deberían ocurrir en ninguna instalación nuclear”, dijo. Grossi ha sugerido el envío de una misión a la planta, pero paradójicamente Ucrania ha bloqueado hasta ahora la iniciativa. El argumento que Energoatom presentó en junio fue que cualquier visita legitimaría la presencia de Rusia en el lugar. Sin embargo, el embajador ucraniano ante la OIEA, Yevhenii Tsymbaliuk, ha solicitado este lunes el envío de una misión con expertos de la ONU y otros países porque “su mera presencia ya mejorará el nivel de seguridad de la central”.

Traducido por Francisco de Zárate

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