Garoña “contamina el Ebro”

El responsable de Greenpeace, Carlos Bravo, ha informado en rueda de prensa que la organización va a reclamar al Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino que “revoque y paralice” la autorización de vertido de aguars de refrigeración de la central “que no cumple criterios”.

De hecho, los informes del Ministerio advertían en 2009 de este problema de refrigeración, motivo por el que detuvo su actividad en ese año (la temperatura ascendió y obligó a la paralización de los trabajos, pues el umbral máximo es de tres grados centígrados).

En estas circunstancias, Greenpeace ha encargado que se realice un estudio de las muestras que se tomaron en el pasado mes de febrero entre la localidad de Frías y la presa de Sobrón. Y es que, en último término, el informe de la asociación ecologista ha informado de una notable contaminación térmica en el Ebro, tanto aguas abajo como aguas arriba.

Las conclusiones indican que “la temperatura del río Ebro el día del muestreo (soleado y sin precipitaciones) era de 6,5 grados centígrados y en ausencia de la actividad de la central lo esperable habría sido encontrar a lo largo del río temperaturas de ese orden y desde luego inferiores a los 10 grados centígrados”. Sin embargo, la temperatura en la zona mencionada del Sobrón se situó entre los 17 y los 21 grados, un incremento relevante, que supera “con creces los tres grados centígrados permitidos por la autorización del vertido”.

Greenpeace ha denunciado además que la Confederación Hidrográfica del Ebro “hace la vista gorda”, ya que según los ecologistas, estos recibieron un escrito en el que reconocían que no se realizaban los controles pertinentes.