Gris y sin jardín vertical: proyecto frente a realidad en un centro cultural del Ayuntamiento de Madrid en Vicálvaro
A finales de 2023 se inauguraba en el barrio de Valderrivas, en el distrito de Vicálvaro, el centro cultural Fuente de San Pedro-Valderrivas. El espacio cuenta con una sala de exposiciones, otra de lectura y estudio, un auditorio para 250 personas, diez aulas y una zona wi-fi. Su aspecto exterior tampoco resulta especialmente llamativo: una estructura cuadriculada y gris. El problema es que no hay rastro del aspecto más llamativo del proyecto original: un jardín vertical.
¿Cómo desaparece de la ejecución definitiva uno de los aspectos más característicos del planteamiento? La clave está en el proceso burocrático y de gestión de las obras, al menos así lo explica y critica en declaraciones a Somos Madrid Jesús San Vicente, arquitecto y presidente de la agrupación del Colegio de Arquitectos de Madrid NexoCoam: “Como en el caso de las obras en el Mercado de la Cebada, no se hace un concurso de arquitectura. En lugar de ello, se encarga fuera un anteproyecto que hace un render por un contrato menor. Después, un arquitecto municipal lleva a cabo una vulgaridad apoyado en una ingeniería de las que el Ayuntamiento tiene repartidas por los distritos de Madrid”.
“A continuación, llega una iguala [un tipo de contrato por el que una empresa o profesional se compromete a prestar sus servicios un número determinado de horas en exclusiva por un periodo determinado de tiempo, a cambio del pago de un precio acordado]. La empresa hace el proyecto de ejecución, pero no la dirección de obras que la lidera un señor funcionario al que no le importa el valor arquitectónico. No tienen sensibilidad para un edificio innovador de nueva planta. Por eso tenemos un render en campaña municipal, y luego unos resultados que no se corresponden”, expone San Vicente.
Así, aunque el proyecto haya sido desarrollado por Bajardí Arquitectos, es realmente un técnico del Consistorio que lidera José Luis Martínez-Almeida quien dirige la ejecución de los trabajos. De ahí, según San Vicente, que las diferencias entre la concepción de estas infraestructuras y sus resultados no hagan más que acrecentarse.
Según la memoria a la que ha tenido acceso este periódico, este es exactamente el procedimiento que se ha seguido con el centro cultural de Valderrivas. Una arquitecta municipal es la autora de la redacción del proyecto definitivo, con una ingeniería y el estudio Bajardí Arquitectos como apoyos, encargados del “desarrollo del proyecto en materia de arquitectura”.
Es otro ejemplo de no hacer concursos de arquitectura públicos, que coloca a Madrid como líder en desarrollar una arquitectura banal y perder oportunidades de estar a la vanguardia como antaño
La fachada vegetal fue eliminada pese a que se aprobó un aumento del presupuesto en un millón de euros hasta los 7,2 millones (sin contar el IVA). “Es otro ejemplo de no hacer concursos de arquitectura públicos, que coloca a Madrid como líder en desarrollar una arquitectura banal y perder oportunidades de estar a la vanguardia como antaño”, sentencia Jesús San Vicente.
Desde el área de Obras del Ayuntamiento de Madrid justifican unas modificaciones que consideran “frecuentes en este tipo de proyectos”. Argumentan que “se primó le ejecución de un edificio funcional que permitiera respetar el presupuesto”. Matizan que “el edificio dispone de los voladizos necesarios por si a futuro se contemplara la posibilidad de instalar el jardín vertical”.
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