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La nueva Plaza España tendrá aceras más anchas y tres carriles bici

Detalle de las señales con las que contará uno de los carriles bici de Plaza España | SOMOS MALASAÑA

Diego Casado

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Las bicicletas contarán con casi cuatro kilómetros de vías ciclistas gracias al proyecto de la nueva Plaza España, que comenzará a construirse en noviembre. Tres itinerarios principales servirán para conectar todas las opciones ciclistas que cruzarán la zona de norte a sur y de este a oeste, haciendo posible -por ejemplo- subir a pedales desde Madrid Río hasta la plaza de Callao por un carril bici independiente de los coches.

“La propuesta pretende convertir la Plaza de España en un conector de redes ciclistas, capaz de unir los itinerarios que hoy se encuentran desconectados. Se ha incidido especialmente en que ningún movimiento quede desprovisto de la posibilidad de ser recorrido en bicicleta”, explica la memoria del proyecto, a la que ha tenido acceso Somos Malasaña. Son 3,72 kilómetros de vías y sendas ciclistas “en un espacio que hasta hoy ha sido pasto de los automóviles”, dicen textualmente los urbanistas responsables.

El primer carril bici en ser construido es el que conecta la calle Princesa con Ferraz junto a la Torre de Madrid. Como ya se anunció, este espacio pasará a ser semipeatonalizado y solo podrán acceder a él los vehículos que quieran entrar en los aparcamientos de la calle, cuyos accesos también se modifican. El proyecto prevé un carril bici de bajada compartido con estos coches y otro de subida (dirección Ferraz-Princesa) separado de los caminos peatonales por una alineación de árboles y un seto.

El carril bici más llamativo es el que trazará un arco para conectar la zona de la plaza de Oriente con el Templo de Debob. Discurrirá sobre la actual pasarela que distribuía el tráfico de coches desde Bailén y que pasa a ser peatonalizada (era una de las exigencias del concurso), para discurrir por la parte sur de Plaza España, conectar con la vía ciclista descrita anteriormente y acabar saliendo junto a la entrada del túnel de Ferraz.

Esta vía ciclista, que comienza casi en el cruce de Bailén con San Quintín, es de doble dirección y discurre primero por una vía de coexistencia con los coches de los residentes, luego por una zona peatonal junto a Plaza España hasta finalizar junto a la salida de Ventura Rodríguez. Por su trazado, podrá ser utilizado en trayectos que discurran desde Plaza de Oriente hasta la calle Princesa (combinando con el anterior carril) y para los ciclistas que bajen desde Ventura Rodríguez y quieran atravesar sin apenas pendiente todo este tramo hasta la zona del Palacio Real. Estos son los planos del carril, en azul (clic para ampliar):

El tercer carril -el más largo- es el que discurre por la Cuesta de San Vicente, principalmente de subida pero también de bajada en un tramo. “Por la pendiente existente, es aconsejable dotar al ciclista de autonomía espacial respecto a los automóviles motorizados, más aún cuando no existe posibilidad de giro a derechas, al no haber ninguna calle en ese costado”, apunta el proyecto constructivo que justifica esta vía ciclista segregada, similar a la que se construyó en bulevares. Queda la duda de qué sucederá con el tramo entre la zona de Príncipe Pío y el recodo de la Cuesta de San Vicente, que queda fuera de este proyecto y en la que -previsiblemente- el Ayuntamiento podría habilitar un carril bici segregado que dé continuidad al ya mencionado y que permita la conexión directa con Madrid Río y Virgen del Puerto.

El carril bici de bajada se sitúa en la parte alta de la Cuesta de San Vicente, la que discurre junto a Plaza de España. El proyecto plantea prohibir el giro a la derecha si se circula desde Princesa, salvo para bicicletas y carril bus taxi. Los ciclistas circularían hasta el subterráneo por un carril bici segregado, mientras que el resto de la bajada hasta Príncipe Pío la harían por ciclocarril.

El ciclocarril es una vía usada también para la movilidad ciclista en muchas vías del entorno de Plaza España, la mayoría de ellas en tramos llanos o de bajada salvo el de la calle Princesa en dirección a Moncloa, donde se plantea un ciclocarril de subida que queda compensado parcialmente con la existencia de dos carriles para el tráfico privado, además de un carril bus.

Coches: túnel Bailén-Ferraz y menos carriles

En cuanto a la movilidad para el tráfico motorizado, el proyecto plantea la desaparición de muchos de los trayectos que actualmente pasan por Plaza España y que serán sustituidos por un túnel que conectará en ambos sentidos las calles Bailén y Ferraz, a través de un pasadizo de 533 metros. Una de las entradas estará a la altura de la catedral de La Almudena y la otra cerca del cruce con Ventura Rodríguez. También habrá acceso al túnel desde el Senado y desde la calle San Quintín.

El túnel, uno de los elementos más caros del proyecto (24 millones de euros sobre un total de 97) intentará sustituir el tráfico de calles que quedan vetadas a los coches, como la que discurría junto a la Torre de Madrid, donde se instala el anteriormente señalado carril bici de conexión Princesa-Ferraz. También servirá para compensar la disminución del número de carriles para el tráfico motorizado en zonas como la continuación de Gran Vía, frente al Edificio España.

Allí desaparecen cuatro de los nueve carriles actualmente existentes y también la rampa de acceso al aparcamiento de Plaza España. La nueva distribución se puede apreciar en el plano bajo estas líneas, con tres carriles (uno de ellos bus taxi) en sentido Moncloa y dos (uno bus taxi) en dirección Gran Vía. Todo acompañado de una mediana ajardinada, un nuevo paso de cebra y un aparcamiento para autobuses y taxis frente al futuro hotel RIU:

Una imagen del estado actual de este tramo de la calle Princesa permite hacerse una idea del importante cambio que se va a producir y que, según el Ayuntamiento, tendrá lugar durante la primera fase de las obras, la que termina el 14 de mayo de 2019:

Pero hay un lugar en el que el coche ganará terreno en la calzada: será para permitir el giro hacia Ventura Rodríguez desde Princesa. Todo el entorno cercano a la parada de Metro en ese punto se modifica para eliminar una de las carreteras y crear otra nueva junto a una escalera peatonal. La solución propuesta habilitará el giro a izquierda para cambiar de sentido o circular hacia la calle Ferraz.

La nueva configuración de la zona acarreará además el cambio de sentido de la calle Duque de Liria, que pasa a ser de dirección única de bajada y no de doble dirección como hasta ahora, en el tramo que va de Princesa hasta el cruce con la calle de las Negras.

Más espacios peatonales

El proyecto para Plaza España planea ampliar los espacios disponibles para los peatones en la propia plaza pero también en muchas de sus calles aledañas. El objetivo es ofrecer un mejor paso a las más de 60.000 personas que cruzan este punto haciendo el trayecto Princesa-Gran Vía, según un estudio municipal de 2016. “El área es claramente percibida como un lugar incómodo y mal articulado tanto para el tránsito peatonal como para la permanencia estancial que no cuenta con itinerarios accesibles según los estándares contemporáneos”, explica la memoria del proyecto de Plaza España.

Para solucionar estas carencias, el proyecto multiplica los pasos de cebra, rebaja bordillos, amplía aceras y crea nuevas conexiones: “La plaza de España, junto a la Gran Vía, se abre en círculo para acoger todos los flujos es esa gran arteria comercial. A partir de allí un camino principal conecta con la plaza que da acceso a los jardines de Sabatini”, explica la memoria del proyecto constructivo. El camino principal se extiende hasta la amplia zona peatonal existente al este del Palacio Real.

“Otra senda peatonal recorre la banda sur de la plaza, conectando el parque del Templo de Debod y a calle Ferraz con la calle Bailén. Sobre estas dos trayectorias vertebradoras se despliegan caminos de segundo orden que alcanzan los cuatro puntos cardinales del ámbito”, continúa. Los urbanistas resaltan especialmente la conexión con los Jardines de Sabatini, a los que se podrá subir mediante dos ascensores y varias rampas, además de una pasarela que los conectará con Bailén.

Con los itinerarios propuestos, para un peatón será más fácil caminar desde Gran Vía hasta, por ejemplo, el Templo de Debob, atravesando la Plaza España en diagonal, sin cruzar carreteras. También ir de Princesa hacia la zona monumental que rodea al Palacio Real sin esperar frente a ningún semáforo.

Entre otras actuaciones, se ampliarán también la acera derecha en la bajada de la Cuesta de San Vicente, donde se plantará una doble alineación vegetal. Y se mejorará la conexión con la plaza de Cristino Martos, donde se dará cabida a una rampa para hacerla 100% accesible, como el resto de trayectos peatonales que traza este proyecto elaborado por los arquitectos Lorenzo Fernández Ordóñez, Arantxa La Casta y Fernando Porras-Isla-Fernández.

Además de la citada preinauguración de la primera parte de la obra en el mes de mayo, también está prevista una segunda fecha de acabado de algunos trabajos justo un año después de su inicio, el 15 de noviembre de 2019. La obra final estaría completada de forma definitiva en verano de 2020.

Esta información ha sido elaborada por el periódico Somos Malasaña con la ayuda del colectivo de expertos en movilidad de Nación Rotonda

Más información:

edgar37eos@gmail.com

Hola no es plaza España es plaza Catalunya

Francisco

Me gustaría veras para peatones y no venta ambulante.
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