En las últimas oposiciones a técnico auxiliares opción seguridad y control de accesos en la Región de Murcia, de los 450 opositores presentados para 16 plazas, sólo 1 de los aprobados ha conseguido consolidar su plaza. Y eso que se trataba de un modelo de proceso selectivo para consolidar los puestos de trabajo de los trabajadores interinos de larga duración en este cuerpo. Algo tendrán que decir los sindicatos sobre el proceso selectivo que pactaron y cuyas consecuencias ha sido suspender a trabajadores que llevan años ejerciendo una profesión para un sistema público, que acaba de declararles no aptos; y algo tendrá que decir también la justicia sobre la sospecha de relaciones de parentesco entre aprobados y empleados de la administración pública relacionados con la gestión de estas oposiciones.
Es lo que pasa en una Región tan pequeña en la que las leyes de parentesco -aquí nos conocemos todos- se imponen a los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad de todos los ciudadanos/as. Y esto de que es más importante darle estabilidad a los familiares de los compañeros con los que te tomas las cervezas, o a las hijas de un cargo de confianza al que le debes un favor, esto, digo, empieza a oler tan mal como la peste en aquella Tebas de Sófocles que terminó con el poder del corrupto Edipo arrancándose los ojos. Así que esto huele a corrupción y no es un hecho aislado. Aquí en el pueblo-región no hay casos aislados, todos están relacionados con el ecosistema de favores y parentescos, de lo que se trata, más bien, es de un caso reincidente. En las anteriores oposiciones al cuerpo de auxiliares administrativos y al cuerpo de gestión, también firmadas con los sindicatos como oposiciones de consolidación para interinos y servicios prestados de larga duración, se denunció la misma situación: la dureza del examen, la poca transparencia y la poca imparcialidad.
El caso es que el relato de estas oposiciones empeora bastante, casi tanto como la tragedia de Sófocles, cuando se investiga un poco y se comprueba que las mejores notas -según noticias aparecidas en prensa elDiario.es Región de Murcia, La Opinión, Europa Press y en redes sociales- son de opositores libres que tienen alguna relación con miembros del tribunal y con cargos de la administración pública. Irregularidades, parentescos, dificultad extrema del examen, sólo un caso aislado consolida su puesto de trabajo…
Tebas apestaba en la tragedia de Sófocles tanto como estas oposiciones. Edipo, hace el paripé de viajar a preguntarle al Oráculo de Delfos qué está pasando en Tebas, ¿por qué ha caído la ciudad en desgracia? y el final lo conocemos todos. Pero aquí voy a hacer spoiler y adelantar que, en esta versión provinciana de la tragedia clásica, nadie en el poder administrativo se va a arrancar los ojos al descubrir las relaciones de parentesco que corroen el acceso en condiciones de igualdad al empleo público. Nos queda por saber si los sindicatos harán algo más que el paripé de ir a preguntarle al Oráculo de Delfos, cuál es el problema de la maldición que asola estas oposiciones, ¿o no? …
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