Debate electoral a seis: cuando la veteranía es un grado
La veteranía es un grado y eso quedó claro la tarde del lunes durante la confrontación entre los candidatos que se disputan la presidencia de la Comunidad en el debate electoral organizado por el periódico La Opinión en el Paraninfo de la Universidad al que acudieron los líderes de los principales partidos políticos de la Región – Diego Conesa (PSOE), Óscar Urralburu (Podemos-Equo), Isabel Franco (Ciudadanos), Pascual Salvador (Vox), José Luis Álvarez-Castellanos (Cambiar la Región de Murcia) y Alberto Garre (Somos Región), a excepción del presidente popular de la Región, Fernando López Miras. A falta de su presencia física, su espíritu fue convocado por uno de los moderadores del debate, el jefe de Opinión del periódico, Ángel Montiel, al comienzo del mismo, aunque reconoció “no entender de psicofonías” y de nuevo al final, cuando comprobó que el candidato del PP había sido el que más tiempo había consumido según el contador que manejaban Montiel y la segunda moderador y jefa de Economía del diario, María José Gil. Pero volviendo a la experiencia: Garre, expresidente de la comunidad, por su `auctoritas´ y capacidad expresiva y Urralburu, diputado regional durante la última legislatura, con su conocimiento pormenorizado de la situación de la Región combinado con una gran capacidad de análisis y una oratoria firme fueron quienes vencieron por KO en esa confrontación de ideas y propuestas que es un debate.
No había preguntas ni bloques pactados y los representantes políticos tenían libertad para intervenir cuando quisieran. Aún así durante el debate hubo bastante orden y equilibrio y las tensiones estuvieron muy delimitadas: tanto Conesa como Urralburu le pidieron cuentas a Franco por las actuaciones del Gobierno del PP durante la última legislatura ya que el apoyo de Cs fue imprescindible para alcanzar la mayoría. También a última hora Garre se enganchó con Salvador a cuenta de la contradicción en la que, según Garre, había incidido el partido de extrema derecha cuando los presidentes de las cinco provincias de Castilla-La Mancha se manifestaron frente al líder nacional, Santiago Abascal, en contra del trasvase Tajo-Segura. “No me llame usted mentiroso”, le increpó Garre al líder regional de Vox, quien optó por callarse. Otra de las `perlas´de Garre fue que “entre un nini y Don Pelayo no hay diferencia”, en referencia a la juventud de López Miras y al líder de Vox.
Mientras Conesa emuló la estrategia sanchista de atacar con la tranquilidad que le caracteriza y de la que ha hecho lema de campaña a Ciudadanos y Vox. “No quiero ser presidente a cualquier precio y me alivio no contar con el apoyo de Salvador”, le espetó el exdelegado del Gobierno a Franco y al líder de Vox.
Franco se escaqueó con mucha contundencia de la necesidad de todos de que explique quién será su compañero de baile. Ante la pregunta de hacia dónde girará la llave de gobierno respondió que “tenemos muy difícil pactar con ninguno [PP o PSOE]. Es muy difícil avalar una prórroga después de 24 años del PP, que muestra agotamiento y también es complicado avalar la corrupción. Pero cuando escucho a Conesa hablar de subir los tramos de impuestos autonómicos, me echo a temblar”.
Mientras que Urralburu fue quien más criticó las políticas del PP y desmenuzó los males de la comunidad, Álvarez-Castellanos hizo una muy buena defensa de la educación pública y recordó a “las más de 40.000 personas que han tenido que salir de la Región”.
Ante la visión de la Región que planteó el líder del Vox la mayor parte del público se rió, mientras que sus acólitos situados al fondo de la sala aplaudieron con fuerza. Salvador criticó duramente la recientemente aprobada reforma del Estatuto de la Región, que en sus palabras tenía impreso el “marxismo cultural” y era “regresivo” y “sectario” porque “enfrenta a colectivos”.
En todo caso, se echó de menos que algunas intervenciones no se alargaran más del minuto propuesto por los periodistas y que los moderadores hubieran sido menos ambiciosos con la amplitud de temas que sacaron a relucir durante las dos horas del debate, teniendo incluso que dejar de lado el tema del trasvase. Por otra parte, se agradeció la frescura de los temas que los periodistas de La Opinión pusieron sobre la mesa: la situación de la Murcia `vaciada´ con Benizar como punto más caliente del debate, los 288 millones de euros que invierte la Comunidad en profesores de Religión elegidos por el Obispado, la próxima renovación de la licencia de La 7TV, que Montiel llamó “la televisión de propaganda del PP”, las propuestas culturales para la Región o el hecho de que los colegios estén cerrados por la tarde “y los niños salten la verja para jugar al fútbol”, como dijo Gil.