Las cosas claras y la defensa buena

El UCAM Murcia derrotó con claridad al Morabanc Andorra en un partido en el que Fotis Katsikaris cortocircuitó con su planteamiento al equipo visitante. En aplicación del pragmatismo hay que decir que esta victoria no supone la permanencia, del mismo modo que una derrota no habría sido la última púa sobre el ataúd del descenso. Ahora bien, el triunfo, de por sí muy importante, sumado a las sensaciones, a los números y a una nueva y buena tendencia del equipo, es un gran paso en el camino correcto. Un “así, sí”.

El pasado domingo vimos a un Club Baloncesto Murcia más aseado, más ordenado, más generoso, más paciente, más concentrado, más sencillo. La sencillez no es simplicidad, no es cosa fácil, pero es posible. Desde su llegada al equipo, seis jornadas atrás, Katsikaris empezó a hablar de la sencillez como uno de sus principales objetivos para recuperar la mejor versión del CB Murcia, para encontrar el carácter del que hizo gala el equipo durante la temporada pasada con él en el banquillo. La sencillez del baloncesto, un deporte de por sí complejo, es pura belleza.

El CB Murcia comienza a parecerse al CB Murcia que fue hasta hace unos meses, cuando conquistó unas señas de identidad reconocidas por propios y extraños y que habría que mantener como un tesoro más allá de esta temporada, se ganen o se pierdan los partidos: jugar como un equipo, de manera disciplinada y aportando cada uno lo mejor de sí mismo en beneficio del conjunto. “Defender” el carácter colectivo de la defensa, valga la redundancia; la responsabilidad que tienen todos de evitar canastas fáciles, de ayudar al compañero y de ayudar al que ayuda; de multiplicarse atrás, de ser “duros”. En el campo defensivo no importa lo inspirado que uno esté o lo grande o pequeño que vea el aro. Importa estar bien colocado, estar concentrado y sacrificarse. Más: concluir la defensa con el rebote, otra tarea colectiva. Y en ataque, tranquilidad: respirar y buscar la mejor opción y al compañero mejor situado. Ocupar bien los espacios, ser vertical (otra de las consignas de Katsikaris), no tener miedo a lanzar pero mejor no hacerlo después de un único pase; no tener miedo a dar un pase más.

Un poco de todo eso fue lo que vimos en el UCAM Murcia – Morabanc Andorra. Ahora sí, por fin, el equipo da la sensación de tener claro a quién se enfrenta, de conocer el explosivo que tiene delante y de saber qué cable hay que cortar. Contra el equipo de Peñarroya, Murcia cortó el cable de Shermadini con una gran defensa colectiva, con Delía y con sus compañeros alrededor, especialmente Campazzo. El ‘Facu defensa’ volvió con sus ayudas constantes como una ‘mosca cojonera’, amenazando el bote y las líneas de pase y pasando convenientemente los bloqueos por detrás. Hay que reconocer que el plan salió perfecto, y suponemos que regalando tanto espacio a Albicy, ni Katsikaris podía esperar que el base francés fallara tanto. Por un lado, todos sabemos que Albicy ‘no es tan malo’; y por otro sabemos que a la suerte hay que buscarla, pero es que no sólo encontramos a la suerte, encontramos una mina.

La concentración defensiva, insisto, fue la clave. Hace unos meses era desesperante ver la cantidad de canastas fáciles que regalaba Murcia. Casi eran contraataques en estático, bandejas y mates cortando la defensa murciana como mantequilla. Sin embargo, contra Andorra no hubo más de tres canastas de ese tipo, que yo recuerde. El dominio del rebote también fue sencillamente brutal: 47 a 26. Y si hablamos del rebote ofensivo, Murcia capturó nada menos que 15 frente a 3 de Andorra; 15 nuevas opciones de ataque que la mayoría de las veces acaban en canasta.

Después de alabar el carácter colectivo de este CB Murcia, no quisiera citar nombres concretos, pero ya que he hablado de Campazzo y de Delía, también debo nombrar a Antelo, que parece estar de vuelta. Y a Baron, y a Rojas (enorme en defensa y rebote), y a Radovic, y a Tumba, y a un Llompart mejor aprovechado, y a Pocius… Incluso a Benite, que sin estar en su mejor momento, anotó un triple en los últimos minutos del tercer cuarto que, creo, fue esencial para borrar de la mente de Andorra la posibilidad siquiera de entorpecer la victoria. Por lo demás, debutó Clark, que sea o no sea lo que necesita el equipo, seguro que ayudará, y para rematar la faena, la mayoría de resultados en otras canchas favorecieron a Murcia y se le ganó el ‘basketaverage’ a Andorra. Si esto es importante o no, ya lo veremos dentro de unas semanas.

Unos números

Además de lo dicho anteriormente, y como muestra, unos números: Fotis Katsikaris lleva 6 partidos en ACB esta temporada con el CB Murcia, que se traducen en 3 victorias (Manresa, Sevilla y Andorra) y 3 derrotas (Real Madrid, Joventut y Barça); hasta su llegada, el equipo llevaba un balance de 5-12. Ha pasado del puesto 14º, con una victoria por encima del descenso y 5 por debajo de la zona de Play Off, al puesto 12º, con dos victorias sobre el descenso y 3 por debajo del Play Off, pero todo eso no es concluyente; lo más importante es que con Katsikaris en el banquillo (y sin un referente anotador como Faverani en la pintura), Murcia ha anotado una media 76’1 puntos por encuentro frente a los 80 que anotaba antes; sin embargo, ha encajado 74 puntos de media frente a los 83’3 que recibía anteriormente. Es decir, su media anotadora ha bajado algo menos de 4 puntos pero su defensa ha mejorado en más de 9 puntos. Esto no es el fin, pero es el camino a seguir.

Lo que viene

Andorra y Bilbao fueron, junto a Tenerife, las grandes sensaciones de la primera vuelta en la ACB. Los dos del norte siguen de momento en la pelea por entrar en Play Off mientras que los de la isla se han destapado como de otro planeta. Ahora el CB Murcia, tras derrotar a Andorra, viaja a Miribilla para seguir su progresión. Un tópico verdadero: no será fácil ganar; una lectura más benévola: se puede ganar; una aspiración: seguir mejorando, se gane o se pierda.

Bilbao arrancó la liga con un 4-0, ganando en casa al Estudiantes y al Barça, y derrotando lejos de su cancha a Fuenlabrada y Zaragoza. Esas cuatro victorias le han permitido habitar en zona de Play Off casi toda la primera vuelta, y a pesar de su irregularidad, lleva toda la temporada viviendo entre el 8º y el 9º puesto de la tabla. A simple vista, no se trata de un equipo imbatible como local: su parcial en Bilbao es de 6 victorias y 5 derrotas (allí ha ganado Sevilla, por ejemplo), mientras que fuera es de 5-6 (una de ellas contra el CB Murcia en el Palacio). Vienen de descansar la última jornada, y en la anterior cayeron en su casa frente a Unicaja después de igualar su mejor marca de victorias seguidas este año: 4.

Con la lesión de su base titular, Jonathan Tabu, Carles Durán dispone de Borg y de Salgado (peligro para Murcia) en el puesto de base, y cuenta con Bamforth, Mumbrú y Buva como sus hombres más productivos (un escolta, un alero y un cinco). El veterano Hervelle y Nikolic en el cuatro, junto al cinco Eric, completan la pintura, mientras que fuera tienen a Todorovic y Lapornik para dar respiro a Bamforth y Mumbrú. Sobre el papel, creo que este año el CB Murcia tenía mejor plantilla, pero como ya sabemos, y de eso precisamente es de lo que he estado hablando en este extenso artículo, una plantilla no es un equipo si no tiene las cosas claras y la defensa buena.