Raquel López Teruel, abogada: “Mis clientes son los animales”

Raquel López Teruel (Murcia, 1975) se define como una abogada de los animales. Desde que en 2012 se decidiera a dedicarse en exclusiva al Derecho Animal ha rescatado a 600 animales con un “50% de profesionalidad y otro 50% de pasión”. Con dos perros y dos gatos en casa, su última hazaña ha sido mediar la cesión de animales del circo Francia el pasado 10 de enero al centro de rescate Primadomus, situado en Alicante, y al santuario Compasión Animal de Valencia.

¿Te consideras abogada o activista?

Me considero abogada de los animales, pero en sentido estricto. No llevo otros temas que no sean de Derecho Animal y mis clientes son los animales. En el caso reciente con un circo de Murcia, el Seprona me preguntaba si era la abogada del circo o de la protectora y le respondí que yo defendía a los animales. El circo Francia me pidió ayuda y si veo que están preocupados por sus animales y pueden ir al santuario sin ninguna sanción, hago de mediadora.

¿Cómo ha sido esa mediación en la reciente cesión de animales del circo Francia?

El circo había recibido una denuncia. No ha sido una tarea sencilla porque no hay centros suficientes para la fauna salvaje en España, sólo existe Primadomus en Alicante y no siempre tiene sitio en sus instalaciones. El circo pidió ceder sus animales en mayo y no se pudo hacer la cesión hasta el pasado 10 de enero. Ahora mismo hay exceso de animales de este tipo en los zoos, parques de animales y los circos ya que con el movimiento de protección animal ya no hay tanta demanda. La familia del circo tenía que trabajar al tiempo que sufría acoso como pintadas insultantes en sus furgonetas. Dejaron los animales en la finca de una persona que la cedió de forma desinteresada, pero los animales lo han pasado mal sin sus dueños, sobre todo los leones que se han llegado a autolesionar.

El circo es pequeño, sus integrantes viven en las caravanas y están viendo cómo se reinventan. Afortunadamente Primadomus dijo que estaba preparada para acoger a los dos leones y el tigre de fauna salvaje; mientras que el toro, el poni y la cabra se fueron al santuario Compasión Animal en Valencia; a la cerda se la llevó una particular y el burro se lo llevó el Refugio del Burrito. Los veterarinarios de la comunidad autónoma de Murcia se han portado fenomenal con todos los procesos de documentación y autorización con una diligencia máxima.

¿Qué ha sido lo más complicado del caso?

El momento de la cesión es muy tenso y delicado. En el caso del circo había que lidiar con el Seprona, los veterinarios de la administración y los privados –hay que tener mucho cuidado con la sedación porque si te pasas los animales pueden morir- y luego que no haya insultos por parte de los animalistas a la gente del circo. En esos momentos el abogado tiene que mediar entre la tensión emocional de ambas partes y estar serena y fría.

Hay que tener en cuenta que las familias del circo que entregan sus animales se han preocupado de que vayan a una protectora, en lugar de venderlos. Las pieles de los tigres se están comprando, por ejemplo, a 3 ó 4.000 euros. El ámbito del circo es muy cerrado, normalmente son núcleos familiares, y no entra cualquiera y menos del mundo animalista. Tiene que ser una persona que ayuda. Es digno de admiración que estas personas estén dispuestas a deshacerse de sus animales de la mejor manera posible para los animales.

¿Cuándo decidiste hacerte abogada de los animales?

Siempre he colaborado con protectoras, pero en 2012 me llamó un sábado por la noche mi pareja que vio cómo habían atropellado en la autovía un perro pastor alemán. Paró y me preguntó qué hacía con la perra. Cuando la vi con las almohadillas en carne viva, la cojera y la cara de pánico pensé que siendo abogada si hubiera pillado a la persona que había hecho eso, la habría empapelado.

A partir de ahí mi primer paso fue trabajar con una protectora que sabía de una yegua que estaba muy mal, cuyo dueño le pegaba unas palizas tremendas. Fue uno de los muchos casos solidarios que he llevado y conseguí la orden judicial. En el juzgado no siempre lo he pasado bien. Una vez en Málaga cuando llegó un testigo, el juez no me dejó entrar a la declaración. Me preguntaron: “¿Te vas a personar por un perro?” y respondí: “No, perdona. Me voy a personar por un delito de maltrato tipificado en el Código Penal.”

¿Cómo ha evolucionado el ambiente en los juzgados?

Ahora estoy viendo todo lo contrario. En el caso de Bullas, en Murcia, se consiguió una medida cautelar y pudimos rescatar 150 animales. Los dos denunciados que había –un padre y un hijo ganaderos- no pudieran tener más animales hasta que se celebre el juicio y esto sucedió en 2014. Tampoco pueden ejercer ninguna actividad ni comercio relacionada con animales y se les han retirado las armas para que no puedan cazar. También se acordó el cierre de las instalaciones. Cada vez los fiscales apoyan más mis argumentos.

¿Por qué está cambiando tan rápido la sensibilidad de la sociedad?

Por los medios de comunicación y las redes sociales, que se ven en todas partes. En materia de circos, ya son cinco comunidades que han prohibido circos con animales: Cataluña, Baleares, Galicia, Murcia y las islas Canarias que están con la ley a punto, y por otra parte, hay 450 municipios. Esto no tiene marcha atrás.

Las redes sociales nos permiten ver lo que está pasando en países más adelantados, como Holanda, y también permite seguir de cerca los casos de maltrato de otros lugares. Con la formación online de Deanimals lo que pretendo es acabar con el maltrato animal y llegar a personas también de otros países, no sólo a la hora de denunciar, sino también de mediar. Desde que existe el delito del maltrato animal, entiendo que el animal tiene derecho a no ser maltratado, tanto por acción como por omisión.

Al regular a los animales como seres sintientes en la reforma del Código Civil que se aprobó en el Congreso el 14 de febrero del año pasado, por ejemplo en un divorcio se podría ver qué es mejor para los intereses del perro, además del régimen de visitas, etc…

¿Habrá una custodia compartida de perros?

En un futuro veremos muchas. Pero el tema es que tenemos muchas leyes: las ordenanzas administrativas, el Código Penal y el Civil y el Estatuto Jurídico. También habrá que ver que no sean objeto de embargo, de modo que se está trabajando en la Ley Hipotecaria y el Código Civil. En los juzgados de familia va a ser una revolución cuando se apruebe.

¿Qué le dirías a las personas que dicen que no entienden la situación de ayudar a los animales cuando se podría estar ayudando a personas?

El 90% de quienes ayudamos a los animales, también ayudamos a la personas. Por ejemplo, ahora me voy a ayudar a una persona sin recursos que tiene doce gatos y perros y le voy a ayudar a esterilizar los animales. También ayudo a personas invidentes para que tengan a acceso a muchos lugares con sus perros-guía. Detrás de los animales hay otros problemas de los que la sociedad no es consciente.

¿Qué se podría mejorar todavía?

Que en los temarios educativos se incluyera en los textos la responsabilidad de tenencia de animales ya y se fomente el voluntariado entre las personas jóvenes, como por ejemplo llevar a los perros-guía al pipican.

También que hubiera una web de ayuda en los Ayuntamientos para que el ciudadano sepa qué hacer cuando tenga un problema con algún animal. Hay empresas, por ejemplo, que se encargan de cuidar a un animal cuando una persona mayor se pone enferma y hay que llevarla a un hospital o si viajas con tu mascota y tienes un accidente ya que nadie se para a pensar qué pasa con ella.