La Asociación Cultural Octubre reproduce el drama de los refugiados en Torrelavega
Caminamos por Torrelavega y al doblar la calle Julián Ceballos, en el cruce con la Consolación, seis militares cubiertos con pasamontañas y armados con fusiles nos dan el alto. Es un control fronterizo. No nos permiten seguir adelante. No sabemos la causa; no hay explicaciones ni respuestas a nuestras preguntas. Simplemente, nos detienen. No tenemos derechos.
Esta escena forma parte de la extraordinaria performance que la Asociación Cultural Octubre ha llevado a cabo este sábado en la capital del Besaya con el objetivo de hacer visible y concienciar a la sociedad sobre el drama humanitario que están viviendo las personas que huyen de las guerras y persecuciones políticas y que proceden en su mayoría de Siria, aunque también de Irak, Afganistán y Eritrea.
Bajo el título “A la deriva. ¿Y si te pasara a ti?”, esta asociación ha representando en varias calles del centro de la ciudad distintas situaciones a las que tienen que enfrentarse diariamente los refugiados. Además de ese control fronterizo, frente a la puerta de la parroquia de San José Obrero han encallado en la arena un bote cargado de salvavidas, con el que, con suerte, varias decenas de personas habrán logrado atravesar el Mediterráneo y pisar suelo europeo -casi 3.000 personas se han ahogado tan solo en los seis primeros meses del año, doscientos más de las que han encontrado asilo en la Unión Europea en este mismo tiempo-.
En las calles Serafín Escalante y Martíres descubrimos una hilera de zapatos y maletas perdidos en la huida “hacia una vida digna”, y en la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento, encontramos un coche destrozado, sin puertas ni ruedas ni ventanas por la explosión de una bomba, que también ha dejado una montaña de escombro, seguramente de parte de un edificio derruido.
Y en este drama, no podía faltar un campo de refugiados. Una docena de tiendas de campaña se agolpan en una pequeña plaza, cuyos extremos sirven de improvisados tendales. Estos habítaculos, expuestos a la intemperie y de apenas dos metros de largo por cuatro de ancho, son desde hace meses el hogar de miles de familias -el 56% de los refugiados son mujeres y niños-. En la actualidad, 52.000 personas se encuentran retenidas en Grecia tras el cierre de la ruta de los Balcanes.
Las cajas negras
“Siempre es bueno ponerse en el lugar de los demás y sentir lo que otros sienten”, señalan los integrantes de la Asociación Cultural Octubre, que además de estos montajes, basados en hechos reales, también han instalado un mural y unas cajas negas que cuentan “lo que ocurre en el mundo”.
Según explican, con esta iniciativa han tratado de sacar a la calle las imágenes que vemos a través de los medios de comunicación y convetirlas en “acontecimientos”. “Nos invitan a explorar y a querer saber más. Imágenes para recordar. Imágenes para no olvidar”, subrayan.
