El delegado del Gobierno en Euskadi insiste en que “la radicalización de la izquierda abertzale puede dar lugar al uso de la violencia”
El delegado del Gobierno en el País Vasco, el veterano socialista Jesús Loza, muestra su preocupación en una tribuna publicada por este periódico titulada Holocausto, los homenajes y la no repetición por los “rescoldos de odio” que perduran en el País Vasco a pesar de “la derrota de ETA” de 2011 certificada con su disolución “hace poco más de un año”. Cita como ejemplos los recibimientos como “héroes” a expresos terroristas al salir de la cárcel este verano o la ausencia de autocrítica y deslegitimación del pasado de violencia por parte de Sortu, el partido de la izquierda abertzale, en referencia a una entrevista en Venezuela de Arkaitz Rodríguez en que alude al cese de la “lucha armada” como algo meramente táctico y no ético.
Entiende Loza que “hoy” no se aprecia una “ventolera” que pueda avivar la llama de esos “rescoldos” pero añade que mientras no se apaguen del todo “siempre es posible” que “pueda producirse un nuevo incendio”, es decir, una “radicalización” en el entorno de la izquierda abertzale que podría dar lugar “al uso de la violencia para conseguir objetivos que no logran alcanzarse por vías pacíficas”.
Según Loza, los 'ongi etorri' tienen “una escenografía muy similar a la que sucede cuando un campeón manomanista llega a su pueblo”. “[Hay] Mucha gente en la calle, vítores, aplausos, bengalas… celebrando la gesta del campeón. En ambas ocasiones se homenajea al héroe, al campeón, por lo realizado: la obtención de la txapela en un caso y el asesinato o el secuestro en el otro. Nos encontramos así ante el homenaje a un vecino al que se vitorea por lo que ha hecho. Asesinar y secuestrar. Nos encontramos ante el homenaje al terrorista y, por ende, a la legitimación de sus acciones, al uso de la violencia para conseguir objetivos políticos. Hechos como los descritos ponen de manifiesto que el odio cultivado en un sector minoritario pero significativo de la sociedad vasca persiste. Y bien sabemos que el odio es el germen de la radicalización, y que la radicalización puede dar lugar al uso de la violencia para conseguir objetivos que no logran alcanzarse por vías pacíficas y democráticas”, argumenta el máximo representante del Gobierno de Pedro Sánchez en Euskadi, que el pasado fin de semana alertó en una entrevista con 'El Correo' de un posible “rebrote” de la violencia.
Loza sostiene que el objetivo prioritario en esta fase de gestión del final de ETA es “hacer realidad el principio de no repetición”, como ocurrió tras el régimen nazi. “Memoria de los horrores y deslegitimación, condena de los perpretadores”, reclama Loza, que advierte del riesgo de “tergiversación” de la historia y “riesgo de olvido”.
Jesús Loza (Vitoria, 1952) es médico de profesión y ha ocupado cargos públicos con el PSE-EE en Vitoria, Álava y Euskadi. Una de sus áreas de especialización ha sido precisamente la atención a las víctimas y la lucha contra ETA. Es uno de los mayores muñidores de la 'vía Nanclares' y defiende cambios en la política penitenciaria. Fue alto comisionado para la Convivencia en el Gobierno de Patxi López. Retirado de la política en 2012, fue rescatado como delegado del Gobierno en 2018 por Pedro Sánchez.