Un informe del Gobierno vasco sobre las elecciones en plena crisis del coronavirus plantea “franjas horarias” de votación para evitar aglomeraciones

¿Cómo serían unas elecciones en un contexto de restricciones por el coronavirus? Un informe del Departamento de Seguridad dibuja ya una propuesta “orientativa” para celebrar una cita autonómica en los próximos meses en plena salida escalonada de las restricciones del estado de alarma. Y sí. No sería lo mismo. Los miembros de las mesas, apoderados e interventores tendrían que llevar equipos de protección individual (EPI), habría una desinfección constante de los colegios y, sobre todo, se plantea establecer turnos para acudir a las urnas para evitar aglomeraciones.

En este punto, Seguridad -competente en materia electoral- se plantea la posibilidad de que el Instituto Nacional de Estadística envíe una “franja horaria” en la tarjeta censal de modo que cada elector sepa a qué horas puede asistir a su colegio. Este punto se plantea como “recomendación”, aunque vendría acompañado de otros “procedimientos y medios de control de acceso” a los centros de votación y “señalética” para ordenar el tránsito. Asimismo, se alude a un “análisis detallado” de las actuales mesas electorales para un “posible redimensionamiento y reordenación”, “principalmente en aquellos colegios electorales que concentren más de diez mesas, con un promedio de 500 votantes por mesa”. 

El Gobierno vasco, además, desea incrementar el voto por correo para evitar la presencia física en los colegios. En 2016 fue del 3%. Insta a Correos a que refuerce el servicio y a que agilice su tramitación sin necesidad de acudir a una oficina para solicitarlo. Se plantea una “campaña institucional” para fomentar esta fórmula, anuncios que explicarían también el resto de medidas de prevención de contagios. 

En general, el informe alude a ofrecer a la ciudadanía “información veraz para que sepa a qué atenerse a la hora de ejercer el voto en las circunstancias sanitarias que se den y con las medidas que se requieran”. Asimismo, habría que facilitar también la participación política de quienes “pudieran tener algún impedimento específico por el COVID-19”.

Euskadi, de momento, deja aparcado este debate electoral hasta el 14 de mayo. Ese día el lehendakari, Iñigo Urkullu, y los partidos políticos volverán a reunirse para analizar si es posible celebrar las votaciones en julio. El Gobierno considera que sí lo es pero la oposición lo ve con recelo.