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La Fiscalía explica que el pacto parcial en el 'caso De Miguel' supondrá el reconocimiento de una trama de cobro de comisiones

El fiscal, Josu Izaguirre, con los medios de comunicación

Iker Rioja Andueza

Nada ha cambiado desde el jueves, último día laborable, hasta las 18.00 horas del domingo, aunque las partes han estado operativas en este puente. A expensas de una sorpresa de última de hora que lo vuelva a cambiar todo, el juicio del 'caso De Miguel' se retoma este lunes sin que el principal acusado, el ex 'número dos' del PNV de Álava Alfredo de Miguel, haya alcanzado un acuerdo con la Fiscalía, como publicó este periódico. Gonzalo Susaeta, el letrado de quien todos conocen como Txitxo, acusado de hasta 21 delitos de corrupción, trasmitió la pasada semana a sus interlocutores en el ministerio fiscal su 'no' a la última oferta que tenía sobre la mesa y que le hubiese supuesto una importante rebaja en la condena máxima que solicita la acusación (54 años de cárcel -15 de cumplimiento efectivo- y una importante sanción económica). 

Nada impedía que a primera hora del lunes -la sesión está convocada para las 9.30 horas- se pudiera reconducir una situación en la que ambas partes llevaban trabajando desde hace aproximadamente un mes. En septiembre, De Miguel dio un giro de 180 grados en su estrategia de negarlo todo -que incluía la acusación de que se manipularon pruebas para incriminarle- y se avino a reconocer su culpabilidad a cambio de que la Fiscalía suavizara su petición de penas e incluso valorara un tratamiento más favorable para su esposa, Ainhoa Bilbao, también procesada en su condición administradora solidaria de Kataia Consulting, la mercantil que aparentemente se empleó como pantalla para el cobro de comisiones y el blanqueo de capitales. En ningún momento, eso sí, se le garantizó que pudiera evitar la entrada en prisión, como se había rumoreado.

Las conversaciones entre su abogado Susaeta y la Fiscalía se fueron repitiendo y se acercaron posturas. Ambas partes acudieron de la mano a la Audiencia Provincial de Álava los días 17 de septiembre1 de octubre para lograr aplazamientos de la reanudación del juicio tras el parón estival. Incluso estaba claro que el primer punto del acuerdo sería la asunción por parte de De Miguel de que la denuncia formulada en 2009 y ratificada en el juicio de la empresaria Ainhoa Alberdi era cierta, que se le exigió una comisión de 100.000 euros a cambio de contrato 'a dedo' en el parque tecnológico de Miñano.

Sin embargo, desde hace unos días los puentes están rotos y nada ha cambiado a última hora. En este escenario, el fiscal Josu Izaguirre ya advirtió de que el tono del interrogatorio será diferente. Con acuerdo, iba a ser un trámite para que De Miguel reconociera públicamente los hechos en los términos pactados. Sin él, se abre un nuevo escenario incierto en el que Izaguirre, asistido por su compañero Manuel Pedreira, podría interrogar al acusado durante horas, ya que son 12 las subtramas en que se divide el 'caso De Miguel'. En la fase de instrucción, el político compareció durante más de ocho horas en 2011. Sin embargo, lo más probable es que el acusado se acoja a su derecho constitucional a no colaborar con la acusación y se limite a escenificar con su letrado la negativa de todas las acusaciones, según fuentes judiciales.

Hasta julio, la dupla De Miguel-Susaeta había insistido en que no había “pruebas”. Ahora, en octubre y después de haber estado a punto de declararse culpable, se verán obligados a retomar esa estrategia. En las dos sesiones celebradas después del verano y que acabaron suspendidas, Txitxo se mostró muy serio y en la segunda, incluso, se sintió indispuesto y tuvo que abandonar el palacio de justicia.

Si se confirma que no hay acuerdo con De Miguel, las circunstancias echarán por la borda también la posibilidad de una conformidad con los otros dos exdirigentes del PNV imputados, Koldo Ochandiano y Aitor Tellería, copropietarios de Kataia Consulting a través de sus mujeres. Sin embargo, la Fiscalía sí tiene atado un acuerdo con parte de los acusados relacionados con la fallida operación urbanística de Zambrana, que movilizó millones de euros. Parte de ese dinero acabó precisamente en Kataia Consulting y otras sociedades y negocios del entorno de De Miguel, por lo que el ministerio fiscal podría lograr que quienes han accedido a colaborar, una media docena de acusados del total de 26, señalen la responsabilidad del principal acusado.

Está por ver si la ruptura de las otras negociaciones afecta a estos acuerdos. Por lo demás, los acusados vinculados a la operación de Miñano que dio origen al pacto no han estado dispuestos a negociar, como tampoco los excargos del Gobierno vasco acusados de beneficiar a las empresas de la órbita de De Miguel con contratos 'a dedo' salidos del área de Juventud.

El fiscal-jefe, Josu Izaguirre, a preguntas de los periodistas en la entrada del Palacio de Justicia, ha confirmado que no ha sido posible alcanzar un acuerdo con el grueso de los imputados, aunque ha agradecido su disposición al entendimiento. No obstante, sí ha explicado que varios de ellos aceptarán colaborar bajo la premisa de reconocer la existencia de una “trama organizada y criminal” destinada al cobro “comisiones ilícitas”. Ha indicado que esos acuerdos afectan a partes “esenciales” del caso y confirman las tesis defendidas por la Fiscalía desde el arranque del caso allá por 2009.

Las tres declaraciones de Txitxo

1 - 17/03/2010: Ante el juez tras ser detenido

Alfredo de Miguel fue detenido a las 7.00 horas cuando se disponía a ir a hacer deporte antes de acudir a su despacho en la Diputación de Álava, donde era responsable de Administración Local y Equilibrio Territorial (Urbanismo). Unas horas después, a las 11.45 horas, se iniciaba el interrogatorio en el Palacio de Justicia. En la sala estaba únicamente el juez Roberto Ramos, el fiscal Josu Izaguirre y su primer letrado, José María Acedo. Fue una declaración 'in albis' para todas las partes.

La causa, iniciada tras la denuncia de Ainhoa Alberdi ante la Fiscalía el mes de diciembre anterior, estaba bajo secreto de sumario y los acusados -ocho incluyendo a De Miguel- nada sabían de la investigación. El juez y el fiscal, por su parte, no conocían aún el resultado de los registros domiciliarios de Txitxo y el resto de imputados. Es más, el cuaderno manuscrito con anotaciones sobre comisiones y dinero negro, localizado en casa del también 'jeltzale' Koldo Ochandiano, no apareció hasta casi la noche en un camarote de su casa. La Ertzaintza entregó el informe sobre todo ese material en julio del año siguiente.

Sobre De Miguel pesaba la presunta comisión de tres delitos: cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales. Todo giraba en torno a Miñano y la denuncia de Alberdi, mientras que ahora se le juzga por hasta doce operaciones. Manifestó que nunca había tenido una reunión en la Diputación con la empresaria y, desde luego, que tampoco le había reclamado 100.000 euros. También aseguró que no se reunió por este tema con el padre de Alberdi, como desveló la hija. 

Muchas preguntas guardaban relación con Kataia Consulting, empresa señalada como posible pantalla para el cobro de comisiones. De Miguel manifestó que “no era el administrador de hecho” de esta empresa y también que no había recibido contratos de la Administración. La investigación probó que ambos extremos eran inciertos. Tras la declaración, De Miguel realizó una prueba de escritura para cotejar su letra con la de los documentos que iban apareciendo en los registros. Aquella misma noche quedó en libertad con cargos. 24 horas después se vio forzado a abandonar su cargo en la Diputación.

2 - 18/04/2011: El abrazo de Egibar

Por su importancia y contenido, es la menos relevante para la investigación. Pero la presencia de Alfredo de Miguel en la comisión de investigación creada en 2011 en el Parlamento Vasco dejó una de las imágenes de estos años. El acusado por corrupción fue recibido por el portavoz del PNV entonces y hoy, Joseba Egibar, quien le saludó con un efusivo abrazo delante de los periodistas.

De Miguel, siempre rodeado de cargos de su partido, avanzó hasta la sala de comisiones de la última planta del edificio para hacer constar a sus señorías que no iba a responder a sus preguntas. Con la misma, bajó a la sala de prensa y leyó una nota. Es una absoluta excepción que se utilice una sala de prensa de la Cámara para una comparecencia sin posibilidad de preguntas, mucho menos en un asunto de este calado. Txitxo repitió que era inocente, denunció que estaban siendo utilizados para dañar la imagen del PNV y puntualizó que a Ainhoa Alberdi sólo le reclamaba una “deuda”, nunca “comisiones”. A la salida del Parlamento, decenas de compañeros del partido le esperaban para agasajarle con aplausos y más abrazos.

Su mujer, Ainhoa Bilbao, también pasó por esta comisión. Varios policías intentaron ocultarla para evitar la toma de imágenes. En el caso de Aitor Tellería, otro de los cargos del PNV imputados, echó a correr para huir de la prensa. Otros acusados boicotearon el foro parlamentario y no acudieron a sus citaciones.

3 - 18/10/2011: Ocho horas de interrogatorio

A la lista de delitos del 17 de marzo de 2010 se le sumaron, a la luz del informe de la Ertzainza, los de prevaricación, malversación, alteración de precios o falsedad documental. La declaración se inició a las 9.30 horas y duró más de ocho horas. El 18 de octubre de 2011 Alfredo de Miguel asistió ya con Gonzalo Susaeta como abogado y estuvieron presentes, además de Roberto Ramos y Josu Izaguirre, los letrados de todas las partes. El sumario ya no estaba secreto y todo el mundo conocía el alcance de la investigación.

El primer mensaje de De Miguel fue el siguiente: no se ratificaba en su primera declaración e iba a cambiar de versión. ¿Por qué?  “No estaba ni en condiciones físicas ni psíquicas para prestar declaración ya que cuando fui detenido creí que querían atentar contra mi vida. Al ser detenido y ser un cargo público se terminaba mi vida profesional que tenía hasta ese momento independientemente de cómo terminara esto”, espetó para sorpresa de los presentes. No fue el único golpe de efecto de la jornada. De manera coordinada con su mujer, Ainhoa Bilbao, expuso que algunos de sus movimientos económicos opacos o con dinero en efectivo -hasta 60 billetes de 500 euros- s e debían a su condición de amenazado por ETA. Un informe de la Policía Nacional lo desmintió a las pocas semanas

En efecto, en esta segunda declaración Txitxo modificó algunas de sus afirmaciones de 2010. En Kataia Consulting, por ejemplo, las decisiones ya pasaban por él. Incluso utilizó la primera persona en algún momento para referirse a la mercantil. Aunque hubiera movimientos a nombre de su mujer, que era administradora junto a las esposas de los dirigentes del PNV alavés Aitor Tellería y Koldo Ochandiano, los había hecho él en primera persona, manifestó. 

En relación al Gobierno vasco, ahora sí recordaba haber facturado a la Administración. Tan es así que aportó un informe que justificaba, supuestamente, una de las tres contrataciones bajo sospecha. Este periódico publicó que ese documento, sin fecha de realización, autoría o sellos oficiales, presentaba indicios de haber sido plagiado. Incluso presentaba contenido publicado después de su supuesta fecha de realización.

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