Hablan los médicos de Txagorritxu, foco de coronavirus en Euskadi: “Cumplimos estrictamente los protocolos”
El principal foco de coronavirus en Euskadi es la sede de Txagorritxu del Hospital Universitario de Álava, con 11 positivos y 200 personas monitorizadas, un centenar de ellas sanitarias. La 'paciente cero' es una doctora del servicio de medicina interna que trabajó cinco días en contacto con colegas y pacientes y que luego estuvo varios días más de baja antes de confirmarse su positivo, sin que se activara el protocolo para evitar contagios. Otra compañera de su mismo servicio también trabajó algunas jornadas. En una “carta abierta a la opinión pública”, los internistas del Hospital Universitario de Álava quieren enviar un “mensaje de tranquilidad a la población” porque la gestión de esta “emergencia sanitaria” ha sido “adecuada”: “Cumplimos estrictamente los protocolos dictados por Osakidetza”.
“Desde el primer momento en que se conoció que había una alerta sanitaria iniciada en China se establecieron recomendaciones que procedían de instancias superiores como el eCDC [Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades] y el Ministerio de Sanidad, que se adaptaron para Osakidetza y se difundieron al personal del centro, con actualizaciones casi diarias. En dichas recomendaciones, incluso a día de hoy, no se incluye la realización de pruebas diagnósticas para COVID-19 a personas que no hayan viajado a una zona con transmisión comunitaria (nuestro país se sigue considerando a día de hoy zona sin transmisión comunitaria) o tuvieran neumonía. Nuestra compañera sufrió un cuadro febril con clínica respiratoria, y en todo momento se pensó que era de origen vírico producido por los virus circulantes en la época invernal. Solo tras la prolongación del cuadro, la negatividad de las pruebas de gripe y una radiografía que descartaba neumonía, se le realizó la prueba, a instancias del propio servicio, a pesar de no estar indicada por las recomendaciones internacionales, al conocerse que un caso ingresado en Sevilla podía haber contraído el virus en un viaje a Málaga”, indican en su carta los internistas, remarcando que en ningún momento se produjo negligencia. “Las informaciones inculpatorias tanto al servicio como a la profesional son por tanto infundadas y basadas en una mala interpretación de los datos”, insisten señalando directamente a “sindicatos y medios”.
Abundan que los profesionales sanitarios “son personas con una elevada cualificación y que realizan su trabajo con rigor y siempre pensando en el beneficio de las y los pacientes y la institución”. “De forma habitual y desde hace muchos años se realiza la prevención de la transmisión de enfermedades infecciosas dentro del centro (transmisión nosocomial) mediante el seguimiento de guías hospitalarias para lavado de manos, medidas de aislamiento cuando están indicadas, uso de mascarillas, etc.”, subrayan estos facultativos de Txagorritxu. Y añaden: “El personal de nuestro servicio será posiblemente uno de los más concienciados en este problema, al que nos enfrentamos a diario, y cumplimos estrictamente los protocolos dictados por Osakidetza”.
Indican también que “la primera línea en atender estos pacientes es la más expuesta y, a pesar de extremar las medidas habituales de protección, en muchos casos se dan casos de transmisión de la infección dentro de los centros sanitarios”. Como dato, subrayan que “solo en China, a pesar de haber realizado todas las medidas posibles, se han infectado 1716 profesionales sanitarios, casi el 15% con cuadros severos y se han registrado 5 muertes”.
Según los datos oficiales conocidos hasta el martes a las 18.00 horas, el foco de contagio de Txagorritxu ha supuesto 11 positivos del neovirus, 9 confirmados por Osakidetza y 2 más en La Rioja. El protocolo se activó el pasado viernes a las 22.00 horas, el positivo inicial se conoció esa misma tarde a las 19.00 horas y las sospechas existían desde aquella mañana. Desde entonces, un centenar de sanitarios están en cuarentena por haber mantenido contacto con las internistas, lo que -en palabras de la consejera de Salud, Nekane Murga- es una “merma” para la Sanidad vasca pero sin que esté en riesgo la calidad asistencial. “Seguimos haciendo nuestro trabajo desde el domicilio apoyando con nuestros conocimientos a las y los compañeros que desarrollan la labor asistencial presencial”, indican los analistas.
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