La ponencia de autogobierno vuelve al 'stand by': sin plazos para acometer la reforma del Estatuto
Hace dos semanas, la presentación del documento del PNV para la reforma del Estatuto de Gernika sacó del letargo a la ponencia de autogobierno, constituida hace ya casi un lustro. Fue un fogonazo que incluso motivó una pregunta de Ciudadanos al Gobierno de España en las Cortes Generales por la inquietud suscitada por un posible referéndum independentista vasco que hasta el momento nunca ha estado sobre la mesa. Ahora las aguas han vuelto a su cauce. En la reunión de este miércoles, de apenas una hora de duración, los partidos han regresado a un debate técnico, sin entrar en el fondo de la cuestión. Simplemente se han analizado las diferentes fórmulas para incorporar un “proceso participativo” al proceso de actualización estatutaria.
Fuentes parlamentarias han explicado que la ponencia se valdrá del sistema de participación Adi, ya empleado por la Cámara en otros debates legislativos, para que la ciudadanía realice incorporaciones a la “síntesis” que en estos momentos prepara la coordinadora del grupo de trabajo, Jone Berriozabal (PNV), con las propuestas de todas las formaciones, ya presentadas a lo largo de las últimas semanas. Adi se creó en 2011 para recabar alegaciones sobre la Ley de Cambio Climático y fueron 118 ciudadanos quienes participaron. Desde entonces han sido siete las normas sacadas a consultas, la última en 2015 y que apenas concitó el interés de 11 personas. La más exitosa, con 385 aportaciones, fue la relativa al debate sobre el 'fracking'.
En paralelo, la sociedad de estudios vascos Eusko Ikaskuntza se ha reunido con varios partidos y con la propia Berriozabal para poner al servicio del Parlamento el trabajo y debates de las mesas creadas para la elaboración del 'Libro blanco de los territorios de Vasconia', en el que la institución analiza el futuro del País Vasco en el marco de su centenario. La ponencia no ha adoptado una decisión definitiva, pero algunas fuentes no ven con malos ojos simultanear la participación oficial vía Adi con esta fórmula siempre que se garantice la pluralidad y la participación de todas las sensibilidades en los grupos de trabajo de Eusko Ikaskuntza. Asimismo, Berriozabal enviará su documento a los expertos y políticos que han comparecido en estos años en la ponencia para que puedan igualmente realizar alguna apostilla.
Con todo, la reunión no ha fijado más plazos que el de volver a celebrar otra ponencia dentro de medio mes. No hay plazo para que Berriozabal entregue el documento de síntesis y, por lo tanto, tampoco para que se active el cronometro de ocho meses prometido para la elaboración del texto articulado que debería ser sometido a la consideración primero del Parlamento Vasco, después elevado a las Cortes Generales y finalmente refrendado en urna por la sociedad vasca, que es el procedimiento de reforma marcado en el Estatuto.