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Si tanto te gustan los matones de Desokupa, mételos en tu casa

Miembros de la empresa de ultras Desokupa frente a un cartel anunciando "sus servicios"
18 de mayo de 2023 21:57 h

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La crisis de vivienda produce monstruos, y estos ya campan por nuestros barrios. Si quieres pasar un poco de miedo, busca en Internet empresas de “desokupación”, ya verás. No solo la más famosa y pionera de ellas, Desokupa, pues han surgido más de una decena solo en Madrid y Barcelona: FueraOkupas, Desokupa Exprés, Desokupa 24h… No son muy imaginativos con sus nombres, no. Tampoco con sus métodos: acosar y amenazar a “inquilinos morosos y okupas”. Perdón, acosar y amenazar no: “intermediar”. Solo hay que echar un vistazo a sus webs para ver qué entienden por “intermediar”: algunos incluyen fotos de sus “desokupadores”, todos musculados y con ropas y tatuajes indisimuladamente ultraderechistas.

Los hay que dicen contar con vigilantes de seguridad y controladores de acceso (los porteros de discoteca de toda la vida), y entre sus servicios está precisamente el eufemístico “control de accesos”: “una vez que el okupa sale ya no vuelve a entrar”, promete una de ellas. Hay empresas que incluyen fotos de sus muchachos, tomadas directamente en el gimnasio o sobre un ring, y como currículum sus títulos de boxeo y artes marciales o sus récords de levantamiento de peso. No bromeo, asómate a ese sótano y verás.

Su negocio no deja de crecer, a lomos de bulos, campañas de miedo y propietarios que buscan una vía rápida para resolver conflictos. Ya ha habido algún caso en que fueron contratados por una inmobiliaria. Ofrecen resultados garantizados al 90% y en pocos días. Y hay más que sospechas de connivencia con agentes policiales en algunos dispositivos. La más conocida de estas empresas presume en su web: “Somos la única empresa del sector recomendada por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado”, que es el equivalente macarra del “ocho de cada diez dentistas lo recomiendan”.

No se esconden, está claro: alguno tiene hasta canal de YouTube y viraliza sus actuaciones, o usa las redes sociales para difundir la identidad del inquilino, su nombre, foto o teléfono, para que sus seguidores empiecen a “intermediar”. Acumulan denuncias por coacción violenta y prácticas ilegales que no voy a detallar para no hacerles encima publicidad gratis. Seguramente la mayoría de “desokupados” no denuncia por miedo, siendo en muchos casos población muy vulnerable. Como el desalojo de morosos se les queda ya corto, están empezando a calentar la calle en Barcelona, con cánticos neonazis e “intermediadores” de Vox. Ah, y cobran más de 3.000 euros por servicio, que esto en primer lugar es un negocio.

No te veo muy asustado con lo que te cuento. Ya, entiendo: qué tienes tú que temer, si no te dedicas a ocupar viviendas y estás al día con los pagos. Pues arrieritos somos. La última crisis inmobiliaria nos enseñó que, aunque los desahucios afectan sobre todo a la población en mayor riesgo de pobreza, pocos están a salvo de un revés laboral, económico o familiar que te deje sin casa. Y viendo al ritmo que suben las hipotecas y los alquileres, no digo nada.

Y si aun así la actuación de estos matones te deja indiferente, piensa en lo que puede venir después. Si no les paramos los pies, si hacemos la vista gorda y dejamos que sean ellos los que resuelvan la crisis de vivienda, ¿quién dice que no surjan nuevos emprendedores del músculo que ofrezcan otro tipo de servicios? Antipiquetes de huelga, por ejemplo. Lo mismo que hacen con los okupas, pues con esos sindicalistas que fastidian a quienes quieren trabajar. Les mandamos una docena de ex porteros y campeones de MMA, y verás qué pronto quitan la pancarta de la puerta. Como los pistoleros de la patronal en los viejos tiempos. O cazar inmigrantes sin papeles, si una administración decide perseguirlos. No quiero dar más ideas, que hay mucho emprendedor suelto. Pero piensen también en cómo las derechas llevan años con la matraca del “gobierno okupa” y “el okupa de la Moncloa”. Algún día pueden tener la tentación de recurrir a una banda de desokupadores si no se va por las buenas.

Podemos ha registrado una proposición de ley para perseguir penalmente a quienes hacen negocio acosando e intimidando a personas vulnerables. Pero tiene pinta de no salir, así que habrá que ir pensando algo. En Bilbao hace un par de años fueron los vecinos quienes pararon los pies a los matones, que tuvieron que retirarse sin “intermediar”. No es mal ejemplo. Igual que ha sido la gente la que ha parado cientos de desahucios en los portales durante años, serán los barrios quienes frenen el matonismo.

Mientras tanto, a los muchos entusiastas y propagandistas de Desokupa, les digo lo mismo que ellos dicen cuando hablan de okupas, menas o refugiados: si tanto te gustan, mételos en tu casa. Todos esos periodistas que les dan publicidad gratuita y legitiman sus acciones, incluidos minutos de televisión en directo. Todos esos tertulianos y columnistas que extienden el miedo al okupa, el bulo una y otra vez repetido de que si bajas a comprar del pan te encontrarás una sorpresa al volver a casa. Todos esos dirigentes políticos que difunden los mismos bulos y dicen que la Ley de Vivienda es la Ley Okupa. Todos esos candidatos municipales que estos días repiten la matraca de los okupas en mítines y entrevistas. A todos ellos: si tanto os gustan los matones de Desokupa, metedlos en vuestra casa. Y cerrad con llave.

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