Quizá no sea una buena idea cabrear a la España Vaciada en un año de elecciones
Las legislaturas duran cuatro años, no tres. Por tanto, el Congreso y el Senado deben seguir funcionando en este 2023 con independencia de que su actividad legislativa sea intensa o reducida. Incluso si es lo segundo lo que sucede, hay que seguir fichando y celebrando debates como el que se produjo el martes. Pedro Sánchez había tenido el capricho de comparecer para dar cuenta de las últimas cumbres europeas en un mes en que el Congreso está cerrado. Podría haber esperado a febrero, pero tenía prisa. Lo cierto es que el lunes los partidos del Gobierno habían votado en contra de la comparecencia de varios ministros en la Diputación Permanente. A la oposición siempre le interesa que haya vidilla en el Parlamento.
Para la próxima semana, Sánchez ha reservado otra cita en el Senado en la que podrá enfrentarse directamente a Alberto Núñez Feijóo. Él cree que le tiene tomada la medida y necesita pasarle por la cara la polémica sobre el aborto en Castilla y León. Todo el mundo dice que la campaña electoral ya ha empezado y que durará todo este año. En las campañas se repiten los mismos temas una y otra vez para fijarlos en el córtex cerebral de los votantes.
El Gobierno no va a archivar rápidamente el asunto de la torpeza de Mañueco y su matrimonio con Vox. No es el único. El Partido Popular también cuenta con bazas que no se cansa de usar.
Sánchez quería subir a la tribuna para dar al final un discurso en el que no aportó ninguna novedad ni hizo ningún anuncio de futuras medidas gubernamentales. El debate permitió al PP denunciar en el legislativo las consecuencias jurídicas de la ley del sólo sí es sí. “Quiero expresar mi solidaridad y apoyo a las víctimas que están viendo cómo sus agresores sexuales, sus violadores e incluso un asesino se benefician de una reducción de pena e incluso están saliendo de las cárceles. Y ya son 261”, dijo Cuca Gamarra.
El número de reducciones de penas es real, no así la altura retórica que alcanzó Gamarra. Se refirió a los beneficios conseguidos por “los peores depredadores sexuales”. La nueva ley no altera las penas máximas por violación que son las que suelen recibir los culpables de los delitos sexuales más graves.
En los pasillos del Congreso, la ministra Irene Montero dijo que el Gobierno está trabajando para garantizar “la correcta aplicación de la ley”. Parte de la base de que algunos jueces se están equivocando. El Tribunal Supremo no piensa igual. Ha establecido que si los jueces impusieron una condena mínima a un delincuente sexual, habrá que adaptarla a la nueva condena mínima de la ley actual si esta es más baja.
En el hemiciclo, Patxi López optó por ir a lo seguro, a utilizar toda su energía en responder al ataque al derecho al aborto intentado por Vox en Castilla y León. “No hay ni Gobierno, ni Estado, ni Dios que pueda decidir sobre el cuerpo de las mujeres”, dijo López levantando a los escaños socialistas.
Todo eso de las cumbres europeas y Davos está muy bien, pero si estás en campaña, qué mejor que un tío de Portugalete se ponga como una moto y agite las banderas que van a funcionar mejor en los próximos meses.
El grupo de Unidas Podemos también tiene que pensar en las urnas. Esta vez en el debate que Sánchez eligió sin estar obligado a ello, sus portavoces elevaron el nivel de las críticas por la ayuda militar europea a Ucrania. Pablo Echenique denunció que el Gobierno ha cruzado ya “muchas líneas” con el envío de armamento a Ucrania cuando lo que debería haber hecho es apostar por las negociaciones diplomáticas.
En el día en que se supo que Alemania ya no bloqueará el envío de tanques Leopard a Ucrania por los países europeos que los compraron, entre los que está España, el portavoz de Podemos incidió en ello para dejar clara su total discrepancia con la donación. “Esta es la vía del diálogo (por la que se debe apostar) y no pedir más tanques”, dijo.
Izquierda Unida también quiso tener presencia en el debate con la intención de plasmar en la tribuna sus diferencias con Sánchez. Enrique Santiago dijo que “estamos en un escenario de alto riesgo de catástrofe atómica”, mientras en Europa se habla mucho de tanques, pero nadie lidera ninguna iniciativa “para alcanzar un armisticio, un alto el fuego o un acuerdo de finalización del conflicto”.
La aprobación de una ley de vivienda y la reforma de la 'ley mordaza' son los dos asuntos pendientes en que el PSOE y sus aliados no terminan de llegar a un acuerdo. Todos lo necesitan de cara a las futuras elecciones, quizá menos los socialistas.
Lo que desde luego no le viene nada bien al PSOE es que cale la idea de que está dispuesto a vender a la España rural a cambio de obtener grandes titulares en la emergencia climática.
El último decreto anticrisis salió adelante el martes con facilidad. Ni el PP ni Vox se atrevieron a votar en contra. Ese megadecreto contiene una medida “excepcional y transitoria” por la que se elimina la obligación de la declaración de impacto ambiental en las instalaciones de energías renovables. Eso agilizará los trámites al precio de arrebatar a las comunidades la herramienta administrativa más importante con la que dificultar esa inversión si tiene consecuencias invasivas en su entorno.
La energía eólica es imprescindible, pero los sacrificios acaban centrándose en las comunidades rurales para que las grandes y pequeñas ciudades tengan la energía limpia que requieren. No es tan limpia en opinión de los que viven en esos lugares.
En el Congreso, Tomás Guitarte aportó el caso del proyecto de situar veinte parques eólicos con 122 autogeneradores en ocho municipios del Maestrazgo. El diputado de Teruel Existe afirmó que se están rebajando los controles medioambientales para crear una “burbuja eólica”. “La España Vaciada no puede ser sacrificada por la autonomía energética”, finalizó diciendo.
Abrir la España rural a los grandes fondos de inversiones que pretenden invertir en energía eólica tiene unas cuantas ventajas en relación al suministro de energía. Hay una gran diferencia: los fondos no se presentan a las elecciones en esas provincias, y el PSOE sí.
Alguien podría pensar que conceder esta bandera a los partidos provinciales y a la oposición en decenas de provincias que conceden un número relevante de diputados no es la estrategia más inteligente que puedes elegir en un año electoral. Y a partir de ahora, todo, absolutamente todo, está condicionado por las urnas en las dos rondas pendientes, la de mayo por las autonómicas y municipales y la de noviembre por las generales. Los autogeneradores eólicos tienen un tamaño gigantesco y ofrecen un futuro energético diferente, pero los que votan son los que viven en sus cercanías.
Corrección: una versión anterior del artículo decía que Patxi López es de Barakaldo. El diputado socialista nació en Portugalete.
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