Greenpeace denuncia “mala gestión agua” con pancarta gigante en embalse vacío

Escaladores de Greenpeace han desplegado hoy una pancarta de más de 1.500 metros cuadrados en el puente del embalse de Barrios de Luna (León), al 4,2% de su capacidad, para denunciar que “la mala gestión del agua y el despilfarro también son culpables de la sequía”, y pedir medidas urgentes contra esta.

La pancarta con el lema “Sequía = mala gestión” es la más grande que la organización ecologista ha desplegado hasta la fecha en España, por lo que han sido necesarios 1.500 metros de cuerda y 50 anclajes para sujetar sus más de 120 kilos de peso, ha explicado la organización ecologista en un comunicado.

“A pesar de no estar oficialmente en sequía, las reservas de agua embalsada en España no superan el 37% y esto es un claro reflejo de la mala gestión que se ha hecho de nuestros recursos hídricos previamente”, ha señalado el responsable de la campaña de agua de Greenpeace, Julio Barea, quien ha vinculado también esa “mala gestión” con el riesgo existente para el abastecimiento humano.

Greenpeace ha advertido de que las precipitaciones durante el otoño están siendo casi nulas y las previsiones indican que las lluvias serán escasas.

La pasada primavera fue la más seca desde 1965, un 23% por debajo de la media y, dado que la primavera y el otoño son húmedos en la península ibérica, todo apunta un más que probable periodo de sequía para 2018.

El embalse de Barrios de Luna está situado en la demarcación hidrográfica del Duero, que es, junto a la del Júcar y la del Segura, las únicas declaradas oficialmente en sequía.

La organización ecologista ha reseñado que, a pesar de contar con 81 grandes embalses, la reserva de agua en el Duero apenas alcanza el 18%,lo que ven como “un ejemplo de la poca previsión con la que se ha gestionado esta situación y que es extrapolable al resto de cuencas y demarcaciones hidrográficas españolas”.

“España es el país de Europa con más embalses, cerca de 1.300, y a pesar de ello, el volumen de agua embalsada actualmente apenas alcanza un 37%, por lo que parece evidente que la apuesta por una política basada en grandes obras hidráulicas no es la solución a la desaforada demanda de agua de nuestro país”, ha recalcado Greenpeace.