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La crisis de los chips dispara la demanda de tecnología de segunda mano

iPhone 11, uno de los modelos cuya demanda se ha disparado en los últimos meses en las plataformas de venta de artículos usados

Carlos del Castillo

10 de noviembre de 2021 23:03 h

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A río revuelto, ganancia de pescadores. Los fabricantes de tecnología de consumo están sufriendo grandes dificultades para poner sus productos en el mercado este otoño, afectados por el desabastecimiento global de microchips y el caos internacional en el transporte de mercancías. Esto ha multiplicado la demanda de dispositivos de segunda mano más difíciles de encontrar en las tiendas, según reflejan los datos de plataformas de compraventa de artículos usados y cadenas del sector.

En portales como Milanuncios, la demanda de productos de tecnología se incrementó un 103% en septiembre comparado con el mismo mes del año anterior, informa la empresa. Ha crecido el interés por todos los productos del campo de la informática, pero lo más buscado son videoconsolas, móviles y procesadores, las tres categorías que acumulan más meses de roturas de suministro en las grandes superficies.

Desde Wallapop confirman a este medio que su plataforma también ha acusado esta tendencia durante todo 2021 y su previsión es que “siga consolidándose en el último trimestre”. “Solo en el mes de octubre, las categorías 'Móviles y Telefonía' y 'Consolas y Videojuegos' registraron más de 2 millones de búsquedas”, explican fuentes de la compañía.

La situación más extrema se da en cuatro productos concretos: la PlayStation 5 y las nuevas Xbox (Series X y Series S), por una parte, y los iPhone 11 y 12, por otra. En el caso de las dos videoconsolas, los modelos nuevos han desaparecido de las tiendas. Cuando en las grandes distribuidoras se prevé recibir nuevas partidas se abren períodos para reservarlas que se agotan en minutos. La disponibilidad de unidades para reservar se ha convertido en noticia para los medios especializados en videojuegos.

Mientras, las PlayStation y las Xbox se ofrecen en Wallapop o la propia Milanuncios a precios que llegan a doblar los de venta al público (entre 400 y 500 euros en función del modelo). En la mayoría de ocasiones, se trata de productos que se ofrecen “precintados” y que se han convertido en la única opción para los consumidores que no pueden estar pendientes de esos períodos de reserva o que se han quedado fuera.

En el caso de los iPhone 11 y 12, su demanda creció notablemente a raíz de la presentación del nuevo modelo, el iPhone 13, que empujó ligeramente hacia abajo los precios de sus antecesores. El problema es que incluso Apple, la multinacional a la que priorizan todos los proveedores de componentes, se ha visto obligada a reducir y reorientar su producción ante la escasez de microchips. La marca ha producido en septiembre y octubre un 50% menos de iPads de los que tenía previsto para sostener la línea de fabricación del iPhone 13 y también está reduciendo la fabricación de modelos anteriores, según ha informado Nikkei.

Alternativa para la Navidad y el Black Friday

Teléfonos móviles y videoconsolas de última generación son dos de los productos más comprados y regalados durante el Black Friday y la campaña de Navidad, que este año llegan con inquietud para las tiendas y grandes superficies por las posibles roturas de stock. La segunda mano se postula como alternativa. “En la medida en la que la escasez de chips aumente de cara a la campaña de Navidad, creemos que vamos a experimentar un porcentaje de venta mayor en smartphones y videoconsolas”, confirma a elDiario.es Óscar Llorente, de Cash Converters.

Esta tienda de artículos de segunda mano está registrando aumentos de la demanda de hasta el 10% en este tipo de productos, así como cambios en el consumo debido a su ausencia. “Estamos notando que los consumidores que quieren cambiarse a la siguiente generación de consolas y no pueden por dicha escasez lo que hacen es seguir invirtiendo en videojuegos de las generaciones actuales, por lo que estamos experimentando un incremento en ventas en este sentido también”, comenta Llorente.

Este año, con la problemática del desabastecimiento, es posible que más personas recurran a la segunda mano para las compras navideñas

Wallapop

Lo mismo adelantan desde Wallapop. “Tradicionalmente, en los últimos meses del año registramos picos de búsquedas y compraventas en relación con ambas categorías ('Consolas y Videojuegos' y 'Móviles y Telefonía') y un gran pico de actividad general en la plataforma. En 2020, por ejemplo, los ingresos obtenidos a través de Wallapop Envíos crecieron un 240% durante Black Friday”, detallan fuentes de la empresa española: “Este año, con la problemática que supone el desabastecimiento a nivel global, es posible que más personas recurran a la segunda mano como alternativa para hacer sus compras navideñas”.

La venta de coches de segunda mano baja y su precio sube

El sector del automóvil es otro de los grandes afectados por la crisis de los microchips, con períodos de espera para recibir modelos nuevos que llegan ya hasta los seis y ocho meses. En España todos los fabricantes han tenido que negociar ERTE con sus plantillas debido a que no hay microchips para completar la parte electrónica de los vehículos, que en ocasiones se acumulan semiterminados en carpas alrededor de las fábricas a la espera de esos chips. Sin embargo, la falta de disponibilidad de vehículos nuevos no ha aumentado las compras de ocasión.

En octubre las ventas de turismos de segunda mano descendieron un 17% respecto al año pasado y encadenan cuatro meses a la baja, pese a que los concesionarios notan que cada vez más clientes optan por la inmediatez de un vehículo usado ante la larga espera por los nuevos, explican desde la asociación de vendedores Ganvam. El motivo es, como en el caso de las videoconsolas, un efecto en cadena que también deriva de la escasez de chips.

En el caso de los coches de segunda mano, son las flotas de las empresas y de las compañías de alquiler las que inyectan un gran número de “vehículos jóvenes” (menos de cinco años) en el mercado. Este año esas empresas no pueden acometer una renovación de sus flotas por la falta de stock entre los fabricantes, lo que ha provocado que las ventas de usados de menos de un año cayeran un 23% en octubre y las de modelos de 1 a 3 años, un 42%.

La situación también deriva en un aumento de precios de los vehículos de menos de cinco años que sobrepasa el 15%. Si en septiembre de 2020 fue de 16.800 euros de media, en septiembre de 2021 ya rozaba los 19.500 euros.

La diferencia ecológica

Como apuntaba la profesora de Ecología Industrial Alicia Valero en una entrevista en este medio, el desabastecimiento de chips suele achacarse solo a los cuellos de botella por la pandemia pero también esconde una escasez crítica de los minerales necesarios para su fabricación. En ese sentido, el aumento de la demanda de segunda mano incide en la “economía en espiral” que pide la investigadora para evitar su agotamiento total.

Esta es la oportunidad de convencernos del valor que la tecnología de segunda mano, que no requiere de nueva fabricación, puede ofrecer a los consumidores y a la sociedad a nivel medioambiental

Milanuncios

Así lo defienden desde las plataformas de venta de artículos usados. “Esta es la oportunidad que tenemos para terminar de convencernos del valor que la tecnología de segunda mano, que no requiere de nueva fabricación, puede ofrecer a los consumidores a nivel individual y a la sociedad a nivel medioambiental”, asegura Íñigo Vallejo, de Milanuncios.

“Sabemos que la población prevé aumentar su consumo de productos tecnológicos de segunda mano en un futuro”, coinciden desde Wallapop. Según los cálculos de la plataforma española, casi dos de cada diez españoles tiene previsto gastar más en tecnología de segunda mano que nueva en los próximos cinco años. 

En el caso de los vehículos, la situación es contradictoria. Si bien la segunda mano también ofrece una vía de reutilización de materiales, la falta de vehículos nuevos y de menos de cinco años está alargando la vida de los antiguos, más contaminantes. La edad de los coches de ocasión vendidos en España ha pasado en los últimos meses de los 10,4 años a los 10,6 años de media.

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