El Ayuntamiento de Zaragoza revertirá el cambio de nombre de la plaza Miguel Merino, último alcalde predemocrático
- PP, PSOE y Ciudadanos sacaron adelante, el pasado mes de abril, una moción que pedía revocar los últimos cambios de calles
Cuando, el pasado 22 de marzo, el entonces Gobierno de Zaragoza (de Zaragoza en Común –ZeC–) decidió cambiar el nombre de cuatro calles en virtud de la Ley de Memoria Histórica, desde el Grupo Municipal del PP se puso el grito en el cielo, sobre todo, por la variación que afectaba a la plaza Miguel Merino, alcalde de la ciudad entre 1976 y 1979. La plaza pasó a llamarse Pilar Ponzán Vidal, maestra oscense que se exilió tras la Guerra Civil.
No es de extrañar, por tanto, que desde el actual Gobierno de la ciudad (PP - Ciudadanos) se pretenda revertir el cambio cuánto antes. Lo ha asegurado el nuevo alcalde, Jorge Azcón, en declaraciones a eldiario.es. Este apunta que Merino es un alcalde que “en Zaragoza significa tanto como Adolfo Suárez para la Transición española”. Merino, dice, “hizo muchísimo por la Transición en esta ciudad y se le ha tratado muy injustamente”.
Seguramente no será el único: “Algunos de los cambios en los nombres de calles se van a revertir, pero el más importante es el de Miguel Merino”, indica Azcón.
PP, PSOE y Ciudadanos aprobaron una moción para revocar los últimos cambios de nombres
Merino fue alcalde entre 1976 y 1979, sustituyendo a Mariano Horno Lliria (alcalde entre 1970 y 1976) cuya calle también ha cambiado de nombre. El pasado mes de abril, un mes después de que estas variaciones fueran aprobadas por el Gobierno de ZeC, y con los votos a favor de PP (que era el proponente), PSOE y Ciudadanos, salió adelante, en el Pleno municipal, una moción instando al Ayuntamiento de Zaragoza a revocarlos.
Los nombres cambiados, además de los ya mencionados, fueron los de Juan José Rivas (alcalde entre 1939 y 1941) y Rigoberto Domenech Valls (cuya calle era más conocida como Arzobispo Domenech), que fue arzobispo de la ciudad durante la época de mayor represión franquista.
En el texto de la moción, los populares apuntaron que “estas modificaciones del callejero se han realizado sin que Zaragoza en Común haya establecido previamente la más mínima consulta al resto de grupos municipales o haya llevado el asunto a la Junta de Portavoces para su valoración inicial”.
Esta forma de llevar adelante el cambio de nomenclatura, dijeron, “dinamita el rigor técnico, las buenas formas políticas y la unanimidad con que sí se hizo en el año 2008, cuando se modificaron 43 vías urbanas en aplicación de la Ley de Memoria Histórica con el consenso de todos los grupos”.
Recordaron, además, que en aquel año se decidió “respetar el nombre de todas las personas que fueron alcaldes de Zaragoza”. Y a eso se refirió en su defensa de la moción el entonces portavoz del PP, Jorge Azcón, que califico de “miserable y gratuito” cambiar el nombre de la plaza Miguel Merino.
La respuesta llegó de la, en aquellos momentos, vicealcaldesa, Luisa Broto, que recordó que la Ley de Memoria Democrática de Aragón prohíbe homenajes a políticos o militares afectos al Golpe de Estado franquista e incluye el periodo desde la Segunda República hasta la llegada de la Constitución.