El Gobierno de Aragón intensifica las revisiones tras el incendio en la residencia de ancianos de Santa Fe
El incendio producido en la residencia de mayores Santa Fe de Zaragoza, el pasado mes de julio, ha provocado un reajuste del plan de inspección de centros que lleva a cabo el Gobierno de Aragón. El nuevo plan, del que ya se está informando a las residencias, establece como prioritarias las inspecciones a realizar en los centros de nueva apertura, en los que han ampliado sus instalaciones y en aquellos a los que se revocó en algún momento el informe favorable debido a incidencias graves.
Según el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Ejecutivo autonómico, este nuevo plan intensifica las inspecciones que ya se realizaban para garantizar la seguridad y el bienestar de los ancianos que viven en las residencias.
“Nosotros pasamos periódicamente inspecciones por parte de Sanidad y de Servicios Sociales”, explica Sergio Pueyo, responsable técnico de las residencias del grupo Rey Ardid. Las primeras sirven para determinar la salubridad del centro, “se revisan las cocinas, los conductos del aire, etc.”. Los sistemas de protección de incendios y los planes de evacuación corresponden a las inspecciones que realiza periódicamente Servicios Sociales.
Cada uno o dos años, explica Pueyo, visitan todos los centros. “Los inspectores solicitan en primer lugar la documentación relativa a las últimas revisiones de la instalación eléctrica, del gas, de la climatización y de todos los sistemas. Si se detecta algún defecto existe un plazo de subsanación que puede ser de horas, días o de hasta seis meses en función de la gravedad de los mismos”, explica.
En el caso de la protección contra incendios se revisa el cumplimento del plan de emergencia que debe tener cada centro y que incluye las vías de evacuación y las normas básicas de actuación para el personal. “En cada habitación hay un plano del edificio donde están situadas las salidas, los lugares donde hay un extintor o los puntos de reunión o de confinamiento a los que se debe acudir en caso de alarma”, comenta.
“Hay que tener en cuenta que en las residencias de ancianos la gente puede estar impedida y lo más factible puede ser reunirla en una zona considerada segura, es decir, protegida por puertas cortafuegos”, señala Pueyo. Que toda esta información esté debidamente señalizada y que resulte clara y legible es otro de los puntos que debe obtener el visto bueno de los inspectores de la Administración.
La normativa marca también los elementos físicos de protección que cada centro debe instalar en función de sus dimensiones y su volumen de ocupación. Según el responsable del mantenimiento de los 14 centros que gestiona Rey Ardid, “en los centros de día con tener extintores es suficiente, pero en las residencias, además, debe haber detectores automáticos de humo y de temperatura, pulsadores de alarma, bocas de incendios equipadas con mangueras, e incluso hidrantes en algunos casos”, detalla.
Además del mantenimiento periódico de todos estos elementos, la ley obliga a realizar una revisión anual del equipamiento contra incendios por parte de una empresa autorizada por la Consejería de Industria. “Se trata de chequear que todo funcione correctamente y también certificarlo para que nosotros podamos mostrarlo en una inspección”, explica.
Firex es una de las empresas de sistemas de protección contra incendios más veteranas de Aragón y la encargada, en concreto, de revisar las residencias mayores de este Grupo. Como explica su director gerente, Ángel Vela, “lo más importante es realizar un buen mantenimiento de los equipos. De nada sirve hacer una gran inversión en material si luego no se mantiene correctamente”. Y añade, “hay que tener en cuenta que muchos de esos aparatos, aunque no se empleen, están en funcionamiento constante”.
Por eso las revisiones técnicas son muy minuciosas, “se prueban todos los pulsadores de alarma y las mangueras, se comprueba la carga y presión de los extintores y se revisa que toda la señalética está correctamente colocada”. Dependiendo del tamaño del edificio, matiza, “una revisión rutinaria puede costar varios días”.
Ante un hecho tan fatídico como lo sucedido en la residencia Santa Fe, la reacción de otros centros de mayores ha sido solicitar revisiones de todos los elementos de protección, por seguridad y en previsión de próximas inspecciones. “Nos han llamado este mes, sobre todo, para revisar los planes de evacuación de los centros y para encargarnos la formación de su personal en materia de protección contra siniestros de este tipo”, comenta el gerente de Firex.