Cliff 20 de Simond, minimalista y práctica
Se trata de una mochila ultraligera (275 gramos.) confeccionada 100% en poliamida de gran resistencia al roce y pensada para su uso en actividades de un día en vías de varios largos y grandes paredes, ya que nos permitirá transportar en su interior, gracias a su volumen de 20 litros, zapatillas, agua, algo de comida, botiquín, alguna prenda de abrigo, reseñas, etc...
Además, podemos añadir por fuera, gracias a la “Daisy Chain” de siete bucles colocada a lo largo de su estructura de manera vertical, algo de material extra, aunque si bien es cierto, éste se nos irá moviendo al caminar y haciendo algo de ruido. Así que, si la aproximación a pie de vía es larga, se puede hacer algo molesto. Aunque como digo, es una opción, que incluso nos permitiría portar un piolet si fuese necesario en caso de vernos obligados a atravesar algún nevero. En este aspecto, apuntar también que cuenta con una cinta para transporte de la cuerda plegada.
También es importante destacar que su ligereza no es síntoma de fragilidad, y los finos tirantes de “mesh” no son incómodos, aún con la mochila cargada, así que no sentiremos que se clavan en los hombros, incluso contando con un porta-material por tirante en el que podremos colocar algún mosquetón, cinta o friends, si los de nuestro arnés van cargados.
No obstante, si abusamos de la cantidad de material colgado, nos resultará algo incómodo por su colocación y el material con el que están realizados estos porta-materiales.
La Cliff 20 también dispone de una correa de pecho ajustable en alto y ancho. Aquí quizás echamos de menos un silbato en su cierre, algo con lo que cuentan otros modelos similares, así como otra correa para el ajuste ventral con la posibilidad de ser desmontada, lo que posibilita que la mochila, en caso de no retirar ésta, no se desplace durante nuestros movimientos de escalada.
Si debemos transportar mucho material en la aproximación podemos plegar la mochila, con lo que ocupará un mínimo volumen, e introducirla en otra de mayor capacidad para posteriormente emplearla para la escalada una vez llegados a zona.
En su interior encontramos dos enganches de plástico tipo mosquetón para colgar una bolsa de hidratación con abertura central y una guía muy estrecha en ambos tirantes para colocar el tubo de dicha bolsa. Eso sí, debido a lo ajustado de la guía nos podemos ver obligados a desmontar la boquilla del tubo para poder pasar el tubo por dicha guía.
Apuntar también que dispone de un solo bolsillo lateral colocado en su parte izquierda, dotado de doble cremallera para poder guardar la propia mochila en su interior con un enganche para llaves en el que podemos guardar, además, pequeños objetos frágiles de poco volumen como el teléfono, la cartera o las gafas, puesto que las dimensiones de este bolsillo son solo de 28x16cm.
Algo que nos ha gustado es que gracias a su asa de suspensión colocada en la parte superior podremos colgar la mochila de un mosquetón a la reunión mientras estamos asegurando o descansando.
En cuanto al sistema de apertura y cierre de la mochila, denominado por la marca “Easy Access”, y que consiste en que si tiras del cordino situado en la parte superior de la mochila ésta se cierra y sujetando el asa de suspensión y tirando de la cinta de plegado de la cuerda la mochila se abre, comentar que como dice la marca es rápido, aunque poco intuitivo al principio hasta que nos familiarizamos con él.
Como conclusión, nos atrevemos a decir que la Cliff 20 de Simond es una mochila muy ligera, resistente, aún sometida a los roces que se producen escalando en chimeneas, y sencilla dada su estructura, lo que evita notablemente los enganchones.
No obstante, pese a su “minimalismo”, cuenta con los detalles necesarios para el uso para el que ha sido concebida. Su bajo precio hace que sea además una apuesta de compra segura de la que no nos arrepentiremos.
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