CC tilda de “sobreesfuerzo” la decisión empresarial de alojar migrantes en hoteles, que sacó a más de 300 trabajadores del ERTE

El diputado de Coalición Canaria en el Parlamento autonómico Oswaldo Betancort considera que los empresarios hoteleros están haciendo un “sobreesfuerzo” para hospedar a los migrantes, a pesar de que la Delegación del Gobierno haya especificado que se trata de complejos vacíos ante la caída del turismo provocada por la COVID-19. Además, según datos del Gobierno de España, la reubicación de estos migrantes que estaban en terreros o muelles ha permitido que 136 trabajadores y 211 proveedores que trabajan para los hoteles salgan del ERTE.

Betancort ha preguntado al consejero de Administraciones Públicas, Seguridad y Justicia del Gobierno de Canarias, Julio Pérez, qué medidas está tomando el Ejecutivo regional para gestionar la crisis en la acogida de migrantes que atraviesan las Islas en la actualidad. También ha vinculado el repunte de llegadas a Canarias frente a otras rutas hacia Europa con el mal funcionamiento de los SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior). “No son los radares los que evitan que las pateras salgan”, respondió Pérez, que en otra de sus intervenciones aseguró que “no hay más motivo que las distintas circunstancias que atraviesan los países africanos”.

El consejero, que ha reconocido que no están del todo satisfechos con los resultados, afirma que algunas actuaciones del Gobierno de Canarias han dado resultado, como la visita del presidente Ángel Víctor Torres al muelle de Arguineguín para presenciar el hacinamiento de cientos de inmigrantes bajo carpas de Cruz Roja ante la falta de recursos de acogida habilitados. “Raro es el día que el presidente no se ponga en contacto con el Gobierno central para mejorar las condiciones de los establecimientos en el Archipiélago”, aseguró el consejero.

Julio Pérez ha puesto también como ejemplo la visita del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a Mauritania “para retomar la posibilidad de repatriación”. Mauritania, a pesar de no ser el punto del que parte la mayoría de pateras y cayucos que alcanzan las Islas, adoptó un papel protagonista desde 2019 en la expulsión de migrantes. Cientos de migrantes fueron deportados desde los aeropuertos de Canarias hacia Nuakchot antes de la pandemia. Entre ellos, malienses que habían expresado su voluntad de pedir asilo. La crisis de la COVID-19 y el cierre de fronteras con este país truncó estas prácticas, que según el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, permitirían aliviar la presión migratoria que vive la comunidad autónoma. Pestana planteó la opción de hacer pruebas PCR a los migrantes antes de expulsarlos para garantizar al país de destino que no van con el virus.