Una ecofinca como modelo alternativo de turismo

En varias ocasiones he escrito sobre el turismo de Canarias y sobre la necesidad de un cambio en el consumo desde el punto de vista ambiental. Hoy, voy a seguir concienciando o, al menos, intentándolo, con un ejemplo de un proyecto empresarial con valores muy claros y firmes sobre el cuidado del planeta y la sostenibilidad de la producción: la Ecofinca Platanológico.

En la isla de La Palma, junto a la Playa de Puerto Naos se encuentra una ecofinca de lo más peculiar, pues más que una finca de plátanos típica, es un jardín lleno de vida. En la Ecofinca Platanológico, los agricultores que allí trabajan están inmersos en una economía sostenible que va más allá de la obtención en ecológico de frutas como el plátano. Esta ecofinca además de producir plátanos, ofrece un producto turístico. Sí, como lo leen, ofrece visitas guiadas al “bosque comestible” (así, al menos, lo denominan ellos) para aquellos que quieran conocer el desempeño de los agricultores en el cultivo del Plátano de Canarias, el porqué de la agricultura ecológica y las sinergias que suceden en un ecosistema como ese. Mariposas, ovejas e incluso gallinas, cierran el ciclo de vida dentro de este jardín botánico tan diferente a lo que cualquier persona está acostumbrada a ver. Una experiencia diferente, divertida y en contacto con la cultura y la naturaleza.

Platanológico y D. Francisco García Lázaro; responsable de este proyecto de divulgación y transmisión de valores de sostenibilidad y producción/consumo responsable; pretenden contribuir con ello al fomento de la sensibilización sobre la sostenibilidad en la isla de La Palma. Y es que son, iniciativas como estas, las que reorientan la actividad turística a un puerto más sostenible, divulgando prácticas más conscientes con el medio ambiente con el fin de conservarlo y de garantizar su equilibrio presente y futuro.

Desde hace años, la conciencia ambiental está sobre la mesa y es por ello que se han producido nuevas tendencias turísticas y han aparecido nuevos perfiles de turistas con diferentes necesidades y demandas. Estos nuevos perfiles han optado por cambiar sus hábitos de consumo, por lo menos a lo que a la actividad turística se refiere. La situación de emergencia climática del planeta ha provocado este auge del turismo alternativo; un turismo más ligado a la naturaleza y la cultura; un turismo con una actitud y compromiso de conocer, respetar y participar en el cambio; un turismo diferente al que mayoritariamente se da en el archipiélago canario.

Dentro de este marco, el sector de turismo activo se presenta como una alternativa al tradicional modelo turístico, ya que contribuye a la protección y la conservación del medio ambiente. Canarias, por otro lado, es un destino turístico maduro de sol y playa que se encuentra en una fase de estancamiento según la isla o zona turística que se analice. En general, el público objetivo desde sus orígenes, ha sido un turista de masas, principalmente de sol y playa. Ahora bien, según un estudio de Promotur, esos turistas pueden ser pasivos (solo buscan la paz y relajación) o activos (que buscan experimentar algo más que playa). Y en los activos está la clave. Por ello, los responsables turísticos de Canarias han de buscar nuevas fórmulas para dinamizar la demanda. Promover la llegada de esos nuevos turistas más concienciados con el planeta, que están dispuestos a pagar más por un servicio responsable (ecotasas), y que, además, presentan más inquietudes culturales y medioambientales; por lo que demandan una oferta complementaria más amplia, variada y respetuosa con el planeta.

Sin ninguna duda, Canarias tiene que reinventarse y “estar al loro” de las nuevas tendencias en el sector turístico para no quedarse atrás. Debe apostar por un turismo más responsable y de calidad. Y sobre todo debe implicar a la población en la promoción del destino, involucrándola activamente en la conservación de lo que nos hace un destino único, capaz de crear experiencias 100% sostenibles.

*Maite Romero Casañas es alumna de 3ª Grado de Turismo de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de La Laguna